Creado en: junio 26, 2021 a las 09:48 am.
Pedro Luis Ojeda Rodríguez y su obra
Desde los primeros años en la Enseñanza Primaria el artesano Pedro Luis Ojeda Rodríguez Barahona (1970), comenzó a modelar diversas figuras utilizando la plastilina, sin imaginar que aquel entretenimiento le abriría el camino en 1990 al complejo universo de la cerámica artística y utilitaria.
«Los maestros de la escuela nos llevaron al taller del Fondo Cubano de Bienes Culturales de la ciudad de Camagüey y el alfarero Miguel Báez Álvarez [1] nos hizo una demostración de cómo modelar y tornear el barro. Desde entonces me interesé por el arte de la cerámica», afirmó este joven que siempre tiene un gran sentido del humor.
En su obra están presentes escenas caricaturescas de la vida cotidiana de la ciudad de Camagüey, la naturaleza, el folclor, costumbres y el imaginario popular, entre otras líneas temáticas.
En su propio hogar, en la avenida de la Caridad, en esta urbe patrimonio de la Humanidad, día a día Rodríguez Barahona convierte el barro en verdadera artesanía.
«El modelado de la arcilla es muy importante para crear una pieza de cerámica con valor artístico, pero es decisivo antes la selección, mezclado y amasado con precisión del material», consideró.
Barahona otorga al proceso de amasado de la arcilla una importancia extraordinaria luego de extraerla de los yacimientos: «Es unas de las etapas más importantes. El amasado tiene que ser uniforme para evitar que las piezas explosionen en el horno», precisa.
El artesano artista camagüeyano Pedro Luis Ojeda Rodríguez Barahona ha perdido la cuenta de la cantidad de exposiciones colectivas y personales en las que ha participado. «Para mi ingreso a la ACAA se exigía, además de la calidad de las obras, haber participado en cuatro muestras propias y una docena colectiva».
Entre las exposiciones personales destaca el proyecto Escenas Costumbristas [2] (técnica Patina en frío), en el que recrea la identidad del cubano y su cultura popular.
De interés principalmente para los niños, adolescentes y jóvenes, las ocho piezas de cerámica se exhibieron durante más de un mes en la Galería Midas, de la sede camagüeyana de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas, y en la que el autor se suscribe al arte naif.
Las obras regocijan por «su frescor, por la manera de vernos, siempre alegres, joviales, compartidores, comunicativos, en fin, por todas esas cosas que nos han caracterizado desde la propia formación», opinó el Máster en Ciencias Alberto Jesús Chio Rojas, curador de la muestra.
El creador ha sabido captar nuestra esencia desde una visión sino caricaturesca, al menos desprejuiciada de ataduras formales. «Lo importante es retratarnos por dentro y ese es su principal acierto», abundó Chio Rojas.
En el proyecto cerámico Escenas Costumbristas, Pedro Luis Ojeda Rodríguez Barahona derrocha, igualmente, imaginación al presentar al hombre de campo y de la ciudad en «ambiente cotidiano, generalmente en momento de esparcimiento, donde el juego de dominó, el traslado en carreta o vehículo, siempre cargado de viandas, animales, y la consabida botella de ron, son los motivos más recurrentes».
El verdadero propósito del artesano está en «transmitir de manera muy peculiar los rasgos característicos de un pueblo que se ríe hasta de sí mismo. Sin dudas lo logra. Es imposible observar estas piezas sin que atisbe en nuestros rostros una sonrisa de complicidad».
Notas:
[1] Miguel Báez Álvarez, habanero de nacimiento se estableció en los años treinta en la ciudad de Camagüey. Con su empeño hizo posible la fabricación de los tinajones de gran porte del siglo XX. El Tinajón camagüeyano es considerado el símbolo de la provincia. Murió a los 95 años de edad sacándole al barro sus secretos más íntimos, convirtiéndolo en objeto utilitario u ornamental, para bien de los destinatarios, según https://www.ecured.cu
[2] http://www.almamater.cu/revista/identidad-del-cubano-y-su-cultura-popular-en-el-proyecto-escenas-costumbristas publicado el 19 de enero de 2017.
