Creado en: enero 13, 2021 a las 10:51 am.

Campa- Gastell: Una mirada al ser humano

Obra de Lester Campa “Fuente”

Diez años de Artemisa como provincia. Diez piezas expuestas en la galería Angerona de la ciudad capital. Más de diez razones para llegarse hasta el recinto e intercambiar esa otra mirada que nos proponen los consagrados Lester Campa Melo y Jesús Gastell Soto, bajo el trabajo curatorial de Evelio Sánchez Zayas y Denys San Jorge Rodríguez.

En la opinión de este diletante, en la exposición solo sobra el título. La otra mirada es evidente al contemplar cada una de las piezas que desde las paredes entablan con el público dos discursos. El primero desde la individualidad de la obra despertando los sentimientos que la vivencia personal conserva en cada ser humano y aireándolos bajo el influjo mágico de las formas. El segundo mensaje sale del conjunto, de la armonía que se logra en una propuesta donde a los cuadros los conecta la misma empatía que a sus autores.

Según Sánchez Zayas, también presidente del Consejo Provincial de la Artes Plásticas en Artemisa, La otra mirada, es la continuidad de una idea que germinó durante el Noviembre Fotográfico. La muestra que acogió la galería en aquel entonces  tuvo la condicionante de coquetear desde  la fotografía con  la naturaleza. Ese paisaje asoma hoy desde las paredes bajo una perspectiva no habitual en la que el contendido utiliza también como lenguaje a la forma para deleitarnos con un género que surgió en el siglo XVIII como acompañante de otras expresiones de la plástica.

FOTO EXPO ARTEMISA 2

Introspección, deconstrucción de los conceptos, profundidad, destaque de los detalles y sobre todo una manifiesta cubanía se aprecian en La otra mirada. La técnica tampoco es uniforme y parece sumarse al juego de diálogos simultáneos de estos artistas que pueden escandalizar a quien se acerque a su visión pretendiendo una lectura superficial y no la conexión necesaria con la imagen y el fenómeno que presupone. La madera, la cartulina y el lienzo develan su carácter en estrategias distintas. La solidaridad, la esperanza, la fe, el cuestionamiento de la realidad, el enigma del futuro y un homenaje perenne a la vida hacen guiños desde las creaciones de Campa y Gastell.

Si un denominador común resaltara en este singular regalo a la provincia en su primera década sería el árbol, del que dijera Lezama que es el pasado de la cruz y en esa sentencia un simbolismo enjundioso, como lo es también que ambos artistas fueran otrora pinareños y aplaudan hoy desde el talento los festejos de la Villa Roja.

Los paisajes de La otra mirada ofrecen una cita postmoderna con los mundos que coexisten en el interior de los seres humanos. Más importante que el paratexto es la intención expresiva, el límite entre la imaginación y la realidad. Pero ese es solo el criterio de quien escribe estas líneas.

La última palabra la tendrán quienes se acerquen a degustar este presente de Gastell y Campa a los artemiseños. A fin de cuentas es en ellos, en sus angustias, sus alegrías y sus sueños, donde estos grandes de la plástica cubana pusieron la mirada para crear sus obras.

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