Creado en: febrero 9, 2023 a las 09:20 am.

«El editor es la piedra angular de una casa editorial»

La editora Natividad Alfaro Pena./ Foto: Yunier Riquenes

Por Madeleine Sautié 

Una profesión tan anónima como reconfortante, así definió la suya la editora Natividad Alfaro Pena cuando supo que había merecido el Premio Nacional de Edición 2022, que otorga el Instituto Cubano del Libro.

Conversar con ella es un gusto. En cada respuesta se deja ver la pasión que mueve a esta mujer que desde muy joven firma la edición de libros en la Editorial Oriente. Allí, por 40 años, ha dejado listos ya, para su impresión, un sinnúmero de libros, fundamentalmente de temática histórica.

–¿Cómo fue su incursión en el mundo editorial?

–Fue prácticamente casual. Cuando paseaba en compañía de una amiga –ambas muy jóvenes entonces– por la tradicional calle Enramadas, de mi ciudad, esta entró al local que ocupaba la recién creada Editorial Oriente, para resolver un asunto personal. La curiosidad me llevó a preguntar a una trabajadora en qué consistía el trabajo que allí se realizaba. La explicación que me diera despertó mi interés por aquella especialidad. Realicé las gestiones pertinentes y, en 1974, inicié mis labores allí como correctora de estilo, actividad que desempeñé hasta 1980, cuando fui evaluada como editora. A partir de esos años comencé a adentrarme en ese, para mí, fascinante mundo. Para entonces venía estudiando la licenciatura en Letras, en la Universidad de Oriente. Luego de mi graduación, realicé varios cursos de posgrado, y participé en distintos talleres preparados por el Instituto Cubano del Libro en la capital, los cuales contribuyeron a enriquecer mi acervo y profesionalidad en el desempeño de esta importante tarea, que desde esa época hasta nuestros días ha venido significando un todo único en mi existencia.

–En usted es evidente la preferencia por los contenidos históricos…

–Desde la adolescencia preferí leer esos contenidos y, aparejados a ellos, la literatura contenida en las novelas policíacas.

–El trabajo de edición lo es de detalles. ¿Cómo valora ese oficio que salva tantos deslices?

–El editor es el especialista al cuidado de la edición. Quien edita debe estar bien informado de los contenidos lingüísticos, pero ante todo estar atento al contenido de la obra que ha sido puesta en sus manos, que aporte al público lector, que es al cual se dirige. Debe tener cuidado con la repetición de conceptos, citas, notas al pie de página y velar por una bibliografía que responda al tema objeto de estudio. El editor es la piedra angular de una casa editorial. Sobre este especialista recae la responsabilidad total de la calidad de una futura publicación.

–¿Cuándo sabe usted que el trabajo está concluido para entregar un libro?

–Cuando siento la lógica satisfacción de que han quedado resueltos todos los problemas que la obra presentaba, cuando constato que su contenido es comprensible para el lector.

–¿Es hermoso o difícil, o ambas cosas a la vez, el intercambio con el autor del libro que se trabaja?

–Hermoso o difícil aparte, es absolutamente imprescindible. El autor debe conocer, y al propio tiempo ha de explicársele, por qué se le han hecho cambios a su redacción, siempre respetando su estilo, pero es preciso explicarle que dichos cambios redundan en la calidad de su redacción. En ese intercambio autor-editor, ambos aprendemos, se amplía el acercamiento de las dos partes en torno a un objetivo esencial y definitivo: alcanzar la calidad y belleza de la obra como tal.

–¿Qué experimenta ante el éxito del libro en el que ha trabajado?

–Satisfacción total. Y, aunque no sea la autora, si la obra gana premio, tal premiación me produce inmenso placer, al saber que mi trabajo también está ahí. Esta labor callada, algo anónima a veces, pero tan cuidadosa, de incuestionables detalles, es además mía, y ese sentido de pertenencia me reconforta y estimula mucho cuando el autor me felicita por haber interpretado bien su texto original y haber dado solución a todos y cada uno de los problemas gramaticales o de otro tipo que fueron detectados.

(Tomado de Granma)

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