Creado en: enero 24, 2021 a las 11:59 am.

Foto cortesía de la entrevistada

Para la escritora panameña, profesora de la Universidad Latina de Panamá, politóloga, diplomática, Embajadora de Panamá ante las Naciones Unidas en Viena, en Austria y en Marruecos, Gloria Young, Cuba además de ser un país hermano es «José Martí y todo lo hermoso de la fraternidad».

También «(…) es Carilda Oliver y su desparpajo poético en una época más dura que la actual para las escritoras mujeres. Es, un poco atrás en el tiempo, Gertrudis Gómez de Avellaneda y su Álbum Cubano de lo bueno y lo bello. Es su gente preparada, profesional, su pueblo sencillo y humilde, que ha sufrido por tanto tiempo un bloqueo económico injusto y devastador. Cuba es la voz disidente de América y también la voz que disiente en las entrañas de sus palmeras y huracanes y que debemos respetar (…)». 

La Isla mayor de las Antillas es esto y más para la reconocida diplomática panameña, que ha conseguido alcanzar éxitos y reconocimientos profesionales en una sociedad en la que aún, perduran patrones patriarcales que imponen obstáculos en el desarrollo integral de las mujeres.

¿Qué ha hecho Gloria Young, la mujer, para enfrentar estos desafíos?

Creer en mí misma. Tener metas y no desmayar hasta alcanzarlas. Cada día encontramos obstáculos, pero si una se detiene a lamentarse de esos obstáculos, el camino se hace más penoso y largo. Tenemos que saber qué queremos y cómo llegar e implementar diversas y creativas estrategias para llegar. Los caminos nunca son iguales.

El erotismo es uno de los elementos que considero fundamentales en tu obra y que la distingue. ¿Sigues algunos patrones? ¿Has sido censurada alguna vez por el uso del eros en tu obra?

El erotismo es parte de la vida misma, es el pálpito que guía mucha de nuestras acciones en todos los ámbitos sociales. Yo distancio el erotismo de la pornografía, porque el primero, no tiene nada de vulgar, característica de lo segundo. Respeto las tendencias de cada cual. Tampoco sigo patrones, aunque me han dicho que Bertalicia Peralta, bien pudo influir sobre mi poesía erótica.

Ciertamente que valoro muchísimo a Peralta, su displicencia temática y la hermosura de sus metáforas. Me acerco un poco más a la poeta norteamericana Erick Jong en cuanto al erotismo se refiere y tal vez fui influida de las biografías de ciertas poetas, con un sentido erótico en sus vidas, que impulsó también su poesía, aunque no las permeó en su totalidad, como la neoyorkina Edna St. Vincent Millay y la italiana, Sibilla Aleramo.

Al momento, no he sido censurada en mi obra. Más bien, he sido estudiada en muchos países, invitada a tantos otros; en ese sentido, he sido una poeta afortunada.

¿Qué le aconsejarías a las nuevas generaciones de escritores?

Que no paren de leer. Lean de todo, sobre todo, el género que más les guste. Que escriban todo el tiempo que les sea posible. Aunque no todo lo que escriban, sea publicable.

Por otro lado, siempre aportar. Desde la poesía, la novela, el cuento, el ensayo, aportar algo a la sociedad. A mí me sirve saber que soy escritora de este tiempo con sus falencias y maravillas. Ser consciente que soy la voz de los que están en silencio, desarrolla mi energía creativa.

¿Qué es ser feminista? ¿Son las mujeres las únicas que defienden los derechos de las mujeres? ¿Se trata de una lucha de mujeres contra hombres? ¿Crees que sea necesario que los hombres aprendan sobre Género?

El feminismo está definido en un millón de textos y entrevistas que se han hecho a grandes y pequeñas feministas. No puedo inventar nada nuevo al respecto. Pero en mis propias palabras: yo me transformé en feminista en los movimientos políticos y sociales en México en las décadas del ´70 y ´80. El feminismo me hizo tomar conciencia de las mujeres como un colectivo social específico, con problemas comunes, sin importar el origen social, el credo religioso, ni siquiera la cultura o el idioma distinto.

Lucha contra la opresión y la discriminación de la mujer y visibiliza su historia en el mundo, sus aportes y persecuciones, sus sueños y esperanzas. Arranca las palabras dichas y escritas por las mujeres, que han estado silenciadas por siglos. Nos hace conscientes y fuertes en el camino al reconocimiento de nuestros derechos igualitarios en relación a los hombres. No tiene nada que ver en luchar contra los hombres. Sí tiene mucho que ver, en luchar contra el patriarcado. Claro, que es necesario que todos aprendamos acerca del Género, que no tiene que ver con la diferenciación sexual, sino con la diferenciación social y cultural que se nos impone. Aquella que hay que reconocer, para erradicarla.

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Aunque Gloria Young trabaja diariamente por su paz interior y serenidad, le enfurece el abuso a los vulnerables que no pueden defenderse o que les cuesta más trabajo hacerlo. Confiesa, además, que la palabra más peligrosa es para ella el odio enlazado a la intolerancia, y que la más esperanzadora seguirá siendo el amor, en su definición más amplia.

¿Para qué en tu opinión sirve la diplomacia? ¿Es un servicio o una posición de poder?

El trabajo que realicé en mis tres experiencias diplomáticas hasta el momento, dan cuenta de para qué sirve la diplomacia.  (…) Lo importante es comprender que el trabajo diplomático se debe hacer con un compromiso, lealtad y pasión, que se puedan comprobar. Poseer la convicción que más allá de actividades y actos de diplomacia cultural, económica, tecnológica y académica, se deben dejar fluir las relaciones producidas hacia su propia dinámica de paradiplomacia o diplomacia paralela, donde el centro de toma de decisiones de la política exterior no sea el protagonista. Así, se refuerzan las relaciones. Si ello lo entendieran nuestras cancillerías de cualquier continente, las barreras entre los países, se derrumbarían por sí mismas.

Hoy más que nunca, la diplomacia es necesaria para allanar los caminos que nos lleven a una paz duradera. Por ello, su práctica se extiende más allá de los actores tradicionales, cancilleres, embajadores, personal de carrera diplomática e incluso funcionarios designados políticamente. En un mundo globalizado, el Estado-Nación ha ido perdiendo presencia y poder. Ahora las Gobernaciones, las Alcaldías, los Corregimientos, las Universidades, las ONG´s, logran una impronta en el mundo de las relaciones internacionales por su propia cuenta.

En mi caso, les abría las puertas, les hacía conocerse, impulsábamos proyectos de Cooperación Sur-Sur e incluso, Triangular, y la relación no sólo continuaba, sino que se enriquecía con otros proyectos, donde la Embajada no tenía compromisos. La relación con el exterior ya no es prerrogativa exclusiva de los Estados a través de sus Cancillerías, Embajadas, Consulados y Oficinas Comerciales. Los nuevos actores conquistan el escenario internacional y a ello se le denomina Paradiplomacia o Diplomacia Paralela.

Sin embargo, la diplomacia en sí es un servicio y el mismo debe estar para servir al país, representarlo, defenderlo y promoverlo en todos los sentidos. Las personas designadas deben tener vocación de servicio, independientemente si son o no de la Carrera Diplomática.

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La escritora panameña y amiga de Cuba, Gloria Young, está convencida de que nuestra Isla es además Alicia Alonso, Silvio Rodríguez, Sara González, y muchos más.

«Es también Roberto Fernández Retamar, que pensé que sería inmortal, hasta el otro día. Es el país que ha formado a tantos médicos panameños de las regiones más remotas e inaccesibles. Es sencillamente en tiempos de pandemia, el país que ha servido de ejemplo al mundo, con su inmensa solidaridad».

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