Creado en: febrero 17, 2021 a las 08:23 am.
La UNEAC: sesenta años de trabajo social y comunitario (+Audio)
Casi sesenta años atrás, el 22 de agosto de 1961, nuestro Poeta Nacional Nicolás Guillén, fundó la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) con el objetivo de nuclear a la vanguardia de la creación artística cubana y preservar el proyecto de justicia social que representa la Revolución cubana.
La organización contempla dentro de sus objetivos favorecer el estudio, la valoración crítica y difusión, tanto nacional como internacional, de las obras representativas de la cultura cubana. Para ello, posee varias Comisiones Permanentes de trabajo que abordan temas como: Educación, cultura y sociedad; Arte, mercado e industrias culturales; Patrimonio, ciudad y arquitectura; Cultura, medios y redes sociales; Comisión José Antonio Aponte que aborda el tema de la discriminación racial; Trabajo cultural comunitario y tradiciones; Cultura, turismo y espacios públicos, Enseñanza artística y relación con jóvenes creadores; Proyección internacional de la cultura y un grupo de trabajo Cuba-Estados Unidos.
Marta Bonet, Vicepresidenta primera de la organización, explica que dichas comisiones nacen de la vocación de servicio de los creadores: “Algunos Congresos atrás los miembros de la UNEAC decidimos crear Comisiones Permanentes de Trabajo, que son grupos de creadores que analizan la conceptualización del tema en cuestión, como una polea de transmisión entre todo el sistema institucional, dentro y fuera de la cultura, para poder colaborar con que los procesos sociales, políticos, ideológicos, culturales o educacionales sean mejores”, comentó.
El presidente de la Comisión Permanente de Cultura comunitaria, Patrimonio y Tradiciones de la UNEAC, Ismael Írsula Peña, quien también preside la Sección de Traducción literaria, agregó que los creadores que pertenecen a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) tienen una proyección social en sus comunidades, pues además de ser conocidos en los medios de comunicación, cuando llegan a sus barrios son puntos de referencia y líderes de opinión por naturaleza. Dicha comisión engloba el tratamiento de los temas relacionados con el patrimonio inmaterial y el trabajo con la comunidad.
“Un grupo importante de esos artistas por iniciativa propia han creado proyectos y experiencias de carácter comunitario con el objetivo de llevar la cultura hacia las bases y dar participación al público de diferentes edades. No por casualidad estos artistas han escogido las zonas más desfavorecidas para desarrollar esos proyectos y a través de la cultura insertar a todo tipo de personas en la sociedad, para darles optimismo y cambiar su entorno”, comentó.
En toda la geografía cubana han surgido estas experiencias comunitarias que ya son alrededor de 600 en todo el país. No todas son propiamente generadas por la UNEAC, pero sus miembros sí están insertados en ellas. Esto ha sido posible por la alianza de la organización con el Consejo Nacional de Casas de Cultura en conjunto con la Comisión Permanente de Cultura Comunitaria, Patrimonio y Tradiciones. Cada provincia cuenta con esta comisión que involucra a otras entidades del estado para fomentar la participación de la ciudadanía y transformar el entorno de las personas y luchar contra la apatía política.
“Nos queda mucho por mejorar en el trabajo con las instituciones para incidir en el apego de las mayorías a los principios de la Revolución Cubana. La UNEAC, el Ministerio de Cultura, el Poder Popular, los delegados, las universidades y todas las organizaciones e instituciones posibles estamos trabajando de manera integrada para brindar mejor calidad de vida y crear mejores seres humanos. No hay espacio en Cuba donde no llegue algún proyecto comunitario, donde el artista no llegue a la gente, tanto en las zonas rurales como urbanas. El Movimiento de Coordinadores de la UNEAC está en todos los municipios y se encarga de vincular a nuestros asociados en cada proyecto posible”, afirma, Ismael Írsula Peña.
La proyección social de la UNEAC ha estado en función del análisis crítico y constructivo de la sociedad cubana, pues ha logrado interpretar los problemas y los ha canalizado. La organización, desde sus inicios, ha conversado con las bases sociales de la Revolución y en ocasiones ha sido el interlocutor necesario entre esas bases y las estructuras estatales y gubernamentales.
Rolando Julio Renzoli Medina, miembro de la Comisión Aponte explica que durante el periodo especial la UNEAC fue más que nunca la vanguardia artística para combatir la pérdida de valores. Los problemas de las desigualdades sociales han sido abordados desde muchas aristas por la organización y ejemplo de ello fue el debate intelectual del VI Congreso de la UNEAC en 1998, donde el Comandante Fidel Castro se refirió a los prejuicios raciales y las manifestaciones de discriminación racial en Cuba, que no habían sido resueltas con políticas de igualdad social.
“A partir de entonces este tema ha sido una constante en el trabajo de la UNEAC. Finalmente, después de muchos proyectos al respecto, en el 2009 se constituye la Comisión José Antonio Aponte, que logra canalizar y estudiar el tema de la discriminación racial con las principales autoridades del país. Cuando en 2019, diez años después de fundada la Comisión Aponte, se aprobó en el Consejo de Ministros el Programa Nacional contra el Racismo y la Discriminación Racial, había un trabajo y un resultado palpable, que fueron las bases para esta política”, explica Renzoli.
La UNEAC llega a sus 60 años de fundada con un precedente de impacto en las comunidades y en la sociedad cubana, que no solo abarca la creación artística, sino también el tejido social en toda su extensión. Ha sido un núcleo de debate y polemización que desde la crítica revolucionaria pretende perfeccionar la Revolución cubana e incentivar el diálogo con sus bases sociales.
