Creado en: agosto 1, 2022 a las 09:38 am.

“¡Que sea humana la humanidad!”, clama Rubén Darío en el Festival de Teatro Progresista

“El lema que identifica a este 1er Festival internacional de Teatro Progresista: ¡Que sea humana la humanidad!, se vuelve imprescindible. Hemos ido olvidando esa humanidad esencial, y eso cuesta, atrasa, nos hace involucionar, duele”; dijo en Caracas, Venezuela, el reconocido director, actor, dramaturgo e investigador cubano Rubén Darío, Premio Nacional de Teatro 2020,  quien participa en ese país en el mencionado encuentro de las artes escénicas.

El también miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac)  y acreedor de la Distinción por la Cultura Nacional, viajó al país sudamericano con su grupo Teatro de las Estaciones, de Matanzas, como parte de la delegación que asiste a esta cita que se desarrollará hasta el venidero 7 de agosto bajo la premisa de la autodeterminación de los pueblos; el pensamiento crítico, liberador; la libertad de pensamiento; la protección del planeta y sus recursos naturales; así como en contra de la violencia en todas sus expresiones y en favor de la identidad de género.

Teatro de las Estaciones llevó a la Sala Catia, de la capital venezolana, la pieza Una niña con alas, puesta que atrajo la atención de niños y adultos que disfrutaron de la poesía de la narradora, dramaturga y periodista —también matancera— Dora Alonso  (1910-2001), a través de la cual se abordan sensibles temas como el amor a la patria y la familia; así como  el racismo, la igualdad, la naturaleza  y los niños; en todo un engranaje escénico donde interactúan la música, el diseño escenográfico, la actuación, la animación de disímiles elementos, la danza y el humor, todo para levantar dramáticamente un espectáculo lleno de encanto y frescura.

“Un festival progresista”

El ministro venezolano del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, en la apertura  del Festival Internacional de Teatro Progresista (FITP), afirmó que “este no es un festival neutro, es un festival progresista y una convocatoria amplia que forma parte de las celebraciones de los 30 años del 4 de Febrero y los 20 años del Golpe de Estado contra el Comandante Hugo Chávez en 2002”.

El encuentro, que comenzó el viernes último con la asistencia de 15 países de diferentes latitudes, entre estos Cuba, está auspiciado por el Gobierno Bolivariano y su organización fue asumida por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Compañía Nacional de Teatro. En su inauguración, en el Teatro Municipal de Caracas,  se presentó la obra Contra la Miseria, por la Compañía Nacional de Teatro, bajo la dirección de Jerico Montilla; espectáculo al que asistieron, además, los embajadores de Egipto, Nigeria, República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Cuba, Haití, San Vicente y las Granadinas, China, Catar y Guinea, además de representantes diplomáticos de Nicaragua, Vietnam, Palestina, Rusia y Argentina.

La cita igualmente coincide con el aniversario 455 de la fundación de Caracas y tiene previstas más de medio centenar de funciones con 18 espectáculos, y 108 artistas internacionales.  Del país sede participan 14 Estados, que emprenderán más de 150 presentaciones de 73 espectáculos en los que intervendrán más de mil 400 figuras del mundo local de la escena.

En Caracas tiene como espacios principales los teatros Municipal, Nacional, Bolívar, Principal, Alberto de Paz y Mateos, Catia, Alameda, Rengifo de Petare, César  y Luis Peraza; así como la Casa del Artista, Rajatabla, la Unión de Escritores y Artistas de Venezuela (Unearte) y CELARG; mientras que en el resto de la nación hay programaciones en la Casa Guipuzcoana (La Guaira), y en los coliseos Emma Soler (Miranda), Orlando Araujo (Barinas), de La Ópera (Aragua), Municipal de Valencia (Carabobo), Angostura (Bolívar), Municipal de Puerto Cabello  (Carabobo) y el Jacobo Ramírez (Yaracuy); además del Museo de Arte Contemporáneo (Carabobo), la Casa de la Cultura de Maturín (Monagas), y el Salón de Lectura Ateneo, del Táchira.

Según sus patrocinadores, esta cita se propone, asimismo,  convertir al teatro como epicentro, en una fiesta, “para que expresemos nuestras genuinas formas de ser, profundamente humanas”.

Amplia delegación de Cuba

Además de Teatro de las Estaciones la delegación de Cuba al FITP está conformada por las compañías Impulso Teatro y Teatro La Barca, además de varios teatrólogos, críticos y especialistas; mientras que la nómina de concurrentes de otras naciones corresponden a México, Argentina, Ecuador, Nicaragua, Perú, Uruguay, Colombia, Bolivia, Estados Unidos, Burkina Faso, España,  Ruanda y Rusia.

Este domingo, el ministro Villegas publicó una invitación a las familias caraqueñas a no perderse las funciones del FITP “Tenemos actividades para niños en la Casona Cultural Aquiles Nazoa, el Eje Infantil, con una gran carpa de circo; tenemos actividades en la Veguita, en la Plaza Bolivar, en El Junquito, y en las salas de teatro”; mientras que sobre las funciones en las distintas salas de teatro de la nación sudamericana, dijo  que “ofrecen una oportunidad única en mucho tiempo, y el pueblo venezolano la merece.

“Los esperamos —agregó— en este festival extraordinario que marca la recuperación de Venezuela, es un gran éxito cultural de nuestro país, luego de tanta resistencia que ha pasado el sector de los artistas de las artes escénicas que tuvieron que abandonar los teatros por la pandemia y que han sufrido los rigores del bloqueo imperial”.

L’Tam qui pase, de Cuba, en el Teatro Alameda

Reiteradas palmas recibió este fin de semana, en el Teatro Alameda, la obra L’Tam qui pase (El tiempo que pasó), de Teatro La Barca; espectáculo unipersonal donde el reconocido dramaturgo, titiritero y narrador, Uri Rodríguez, tuvo un notable  desempeño en la manipulación de títeres, así como en sus movimientos danzarios; además de su excelente actuación, puesta que igualmente contó con su dirección artística y el diseño de vestuario, muñecos, escenografía y luces.

La puesta recrea la cultura e idiosincrasia de los emigrantes haitianos hacia Cuba en la época colonial, y para esto engrana una historia que es contada por una mujer (títere), quien expresa la vitalidad de la oralidad trasmitida por varias generaciones a las culturas caribeñas. Ury interactúa y da vida al simpático personaje, valiéndose de una música portadora de la  sensualidad del pueblo haitiano, muy cercano geográficamente a Guantánamo la más occidental de las provincias cubanas.