Creado en: octubre 15, 2021 a las 08:25 am.

Resaltan declaraciones del Ministro cubano de Cultura al periódico mexicano La Jornada

“Existe una gran presión sobre los artistas, no sólo a los que defienden la Revolución, los satanizan por el simple hecho de vivir y trabajar con las instituciones en Cuba. Esa presión es sobre todo en las redes sociales, cuyo papel es siniestro. Es penosa la manera en la que son tratados nuestros artistas cuando llegan a Miami, nunca pensamos en otras épocas que eso llegaría a ocurrir, y lo peor es que muchas personas creen que esa es la realidad cubana”.

Así expresó el Ministro cubano de Cultura, Alpidio Alonso Grau, en una entrevista publicada este jueves en la edición digital del periódico mexicano La Jornada, donde la colega Mónica Mateos-Vega subraya que “Cuba llega de manera presencial al Festival Internacional Cervantino (FIC) 2021, como país invitado por segundo año consecutivo, con una delegación amplia y diversa que expresa la vitalidad de la cultura de esa nación. Sobre todo, para mostrar a México y el mundo, con hechos, que no existe ningún tipo de confrontación entre las nuevas generaciones y los artistas de la isla con su gobierno, como lo han difundido sus opositores”.

“Ha sido conmovedor que México se levante para defendernos y expresar su solidaridad de manera tan diáfana y firme. No lo digo sólo como ministro, sino como parte del pueblo cubano. Nuestra gente vibró cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó que Cuba se merecía el premio de la dignidad (La Jornada, 17/9/21). Fue extraordinariamente conmovedor, lo quiero agradecer a nombre de nuestro gobierno, pero también como cubano y revolucionario. Los buenos amigos se conocen en las verdes y en las maduras, y México ha vuelto a ser ese país solidario que siempre fue. Este gobierno ha recolocado a México en el mapa político del continente, le ha devuelto una dignidad extraordinaria a la política que siempre tuvo”.

Alonso Grau detalló que al recrudecerse el bloqueo contra Cuba y aumentar las campañas de desinformación, “hay también una gran presión sobre los artistas, no sólo a los que defienden la revolución, los satanizan por el simple hecho de vivir y trabajar con las instituciones en Cuba. Esa presión es sobre todo en las redes sociales, cuyo papel es siniestro. Es penosa la manera en la que son tratados nuestros artistas cuando llegan a Miami, nunca pensamos en otras épocas que eso llegaría a ocurrir, y lo peor es que muchas personas creen que esa es la realidad cubana.

“No tiene precedente la manera en que se ha utilizado de forma perversa la tecnología en función de falsear las cosas y construir una narrativa que adultera todo. Se ha ofrecido mucho dinero para comprar la opinión dentro y fuera de Cuba y, por ejemplo, crear publicaciones digitales que suelen llamarse ‘alternativas’, las cuales no son más que una prensa servil a esa otra gran prensa que también es funcional al sistema. Han aprovechado la circunstancia de la pandemia para ensañarse de una manera bochornosa.

“Lo que nos queda es defender la verdad. Por eso agradecemos la oportunidad que representa el Cervantino para poder exponer qué cosa es el arte cubano. El mejor mentís a las campañas de odio y desinformación es la obra misma de los artistas cubanos, con toda su complejidad y diversidad, pues el arte que se auspicia desde las instituciones culturales creadas por la revolución es crítico, no es un arte mojigato ni contemplativo, no nos interesa ese tipo de productos; si esa fuera la función de las instituciones, mejor que no existieran”,  enfatizó el titular de Cultura para el prestigioso periódico mexicano de circulación nacional con versión para móviles.

Asimismo, la edición impresa de La Jornada, este jueves, dedicó amplio espacio en dos de sus páginas culturales, con igual número de entrevistas hechas al destacado intelectual por los colegas Luis Hernández Navarro y Mónica Mateos-Vega. El primero de estos textos gira sobre la próxima celebración en 14 Bienal de La Habana, encuentro de arte contemporáneo que se lleva a cabo desde 1984, y “se realizará pese al llamado al boicot de los opositores al gobierno del presidente de ese país, Miguel Díaz-Canel”, aseguró el Ministro cubano.

Bajo el título de La Bienal de La Habana es “un lugar para la cultura tercermundista y queremos mantener ese espíritu”, firmado por Mateos-Vega Alonso confirmó que el encuentro se celebrará del 12 de noviembre de 2021 al 30 de abril de 2022 y presentará cambios significativos en su estructura y duración. Por primera vez, abarcará un periodo de casi seis meses y estará́ dividido en tres etapas que han sido denominadas Experiencias, la primera titulada Preámbulo (del 12 de noviembre al 5 de diciembre), la segunda La Habana de la Bienal (del 6 de diciembre de 2021 al 24 de marzo de 2022), y la tercera, Regreso al porvenir (del próximo 25 de marzo al 30 de abril).

El tema general de este encuentro —expresa el texto periodístico— dirigido por el curador Nelson Ramírez de Arellano es Futuro y Contemporaneidad, para explorar “los imaginarios que prefiguren el porvenir desde la experiencia del presente y examinar los caminos por los cuales hemos arribado a la actualidad. El evento prestará especial atención a los discursos de los países situados al margen de los centros de poder, cuya sabiduría ancestral pudiera contribuir a una mejor comprensión de los problemas de la contemporaneidad y a la preservación de la vida en el planeta”.

Desde mediados de la década de 1990 la bienal, pese que la palabra significa dos años, se realiza cada tres, conserva su nombre porque así ha sido difundida internacionalmente desde sus inicios y responde a su concepto original.

Alonso Grau dijo a La Jornada que la edición 14 de la Bienal durará un semestre “por las propias circunstancias de la pandemia de Covid-19, que nos obligan a realizar un encuentro con más cautela; tomar medidas de distanciamiento y con condiciones especiales para la exposición de las obras, pero también porque los propios artistas nos lo han pedido.

“La bienal es un evento de mucho prestigio que ofrece espacio a ese arte de la resistencia que muchas veces no encuentra mercado en los grandes circuitos. Sobre todo, da espacio a la expresión de la cultura auténtica de nuestros pueblos, es un lugar para la cultura tercermundista y queremos mantener ese espíritu.

 “Por eso —añadió— es importantísima la presencia de artistas latinoamericanos, africanos, asiáticos. Sería un crimen contar con tal cantidad de obras espléndidas en los espacios expositivos y retirarlas al mes, por eso queremos mantener más tiempo la muestra.

El reconocido intelectual cubano expresó asimismo que “han comenzado a calumniar a los organizadores del encuentro porque están desesperados, sienten que se les acaba el tiempo, pues estamos venciendo la batalla contra la Covid-19 y cuando terminemos de vacunar a toda nuestra población, que será a finales de noviembre, nuestras circunstancias serán otras, podremos desplegarnos de manera más amplia y abierta, y ellos (los opositores) tendrán menos oportunidades de boicotear la bienal y la labor de las instituciones.

“Están rabiosos de ver —enfatizó— la respuesta de los auténticos artistas cubanos, porque no existe ningún enfrentamiento con las instituciones. Al contrario, hay un ambiente de colaboración, que es lo que va a garantizar el éxito de la 14 Bienal de la Habana. El boicot está llamado al fracaso porque no está enfrentando a un sistema institucional, sino al deseo y voluntad expresa de la mayoría de los artistas cubanos”, puntualizó el poeta Alpidio Alonso Grau.

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