Creado en: febrero 14, 2023 a las 10:31 am.

Revisitar a Lisandro Otero, un llamado permanente desde la UNEAC

El intercambio en torno a la excelente obra literaria de Lisandro Otero González (1932-2008) y su reputado y exquisito legado periodístico, avivó el diálogo en la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), durante un panel en homenaje al aniversario 90 del natalicio de tan importante intelectual.

Conformado por el investigador y ensayista Jorge Fornet, la poetisa Nancy Morejón y el vicepresidente de la UNEAC, Pedro de la Hoz, el encuentro agendado como parte de las actividades por la XXXI Edición de la Feria Internacional del Libro, realzó las cualidades literarias del también diplomático y presidente de la Academia Cubana de la Lengua, y entre ellas en especial la dimensión de su novela histórica, una influencia que a decir de los presentes lo vincula sobremanera con la figura de Alejo Carpentier.

Para Nancy Morejón fue un defensor de la Historia por encima de cualquier otro planteamiento -como el autor de El sigo de las luces-, de ahí que la tomara de inspiración y motor impulsor para su literatura. 

A juicio del presidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC, Alberto Marrero, lo que las personas no encuentran en los libros de historia, lo encuentran sin lugar a dudas en la narrativa de Otero, una verdad que comprobó al descubrir su novela Temporada de Ángeles (1983 y Premio de la Crítica 1984), cuyo escenario resulta la Inglaterra del siglo VII.

Me pasó que cuando comencé a leer su obra no pude parar de buscar y redescubrir su universo, compartió con los presentes el también escritor, no solo por la aguda reflexión de la Revolución Burguesa y las esencias del Poder Político, sino también porque desde el punto de vista como creador, te permite imantarte de su narrativa para aprender y resolver, incluso, problemas con la tuya propia.

Sobre la maestría y el carácter modélico de su ejercicio periodístico trató además el panel, destacando entre sus momentos importantes su paso y labor por las Revistas Cuba y Revolución y Cultura, publicaciones verdaderamente antológicas, de acuerdo con valoraciones de Pedro de la Hoz. 

«Es para estudiar por las nuevas generaciones de periodistas el nivel artístico del diseño que se logró y la profundidad de su contenido, donde se difundía mucho pensamiento de izquierda».

Al decir del reconocido periodista el mérito de Lisandro Otero en la Revista Cuba no fue escribir para ella, sino inducir una línea editorial capaz de llamar y convocar a otras personas para que la realizaran.

Por eso afirmó que además de la narrativa, el Premio Nacional de Literatura 2002 vivió para y del Periodismo, legando una obra inagotable y de alto nivel, realizada desde el análisis orgánico del pensamiento, la inteligencia y dedicación.

A revisitarlo una y otra vez llamó entonces el panel, por contener sus obras técnicas muy novedosas en el desarrollo de la narrativa y el periodismo, que lo harán relucir siempre en el universo literario cubano.

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