Creado en: noviembre 21, 2024 a las 08:40 am.
Antonio Martorell: el arte como compromiso social

Pintor, artista gráfico, diseñador escénico, este creador ha mantenido un cercano y sostenido vínculo con la Mayor de las Antillas. Martorell ha dicho que sus experiencias mayores de trabajo y aprendizaje han sido en Cuba. “He tenido la oportunidad de trabajar, compartir, aprender y de paso enseñar lo que he aprendido con las futuras generaciones de las que también me nutro”.
El prominente artista puertorriqueño fue uno de los invitados especiales de la X Bienal de La Habana, donde organizó y condujo el taller La Plena Inmortal y en la clausura del workshop, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba le concedió la condición de miembro de honor a este carismático dibujante, pintor, grabador, diseñador de escenografía y vestuario teatral, instalador y periodista cultural.
También durante esa visita, el Instituto Superior de Arte lo distinguió con el Doctorado Honoris Causa; mientras la Casa de las Américas le impuso la Medalla Haydée Santamaría, por su sostenida relación con esa institución para la que ha impartido talleres, como parte del certamen regional La Joven Estampa.
En el acto de entrega de esta última condecoración, Martorell expresó: “Acepto honrado esta medalla no sólo en mi nombre sino en el de mis compañeros artistas puertorriqueños y de los que todavía no se reconocen a sí mismos como artistas. Porque ser puertorriqueño es de por sí un arte, más que un producto; más que un proceso, un deseo; más que un deseo, una necesidad”.
Su formación como artista inició luego de culminar estudios de diplomacia en Georgetown University en Washington, D.C. En 1961, becado por la Fundación Ferré, estudió pintura y dibujo con Julio Martín Caro en Madrid. A su regreso a la isla inició su aprendizaje gráfico bajo la dirección de Lorenzo Homar en el Taller de Gráfica del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
En 1968 estableció el Taller Alacrán, uno de los primeros talleres gráficos independientes en Puerto Rico. Hasta el año 1971 dirigió este taller-escuela de arte, caracterizado por su compromiso con la denuncia de la realidad social y la política nacional.
Ha enseñado gráfica en Puerto Rico, Argentina, Colombia y México (donde vivió de 1978 a 1984), y ha creado, organizado y auspiciado eventos artísticos, comunitarios y culturales multimedios como parte intrínseca de su pasión por la expresión humana y artística. Además, ha diseñado escenografía y vestuario para múltiples obras de teatro, y ha realizado numerosas instalaciones y performances.
Su obra transmite su libertad y excepcional talento creativo en composiciones figurativas que ilustran su predilección por el retrato y su amor por la palabra escrita, la tipografía, el teatro, lo lúdico y lo sensual‑sensorial.
Sus pinturas se encuentran en el Instituto de Cultura Puertorriqueña, Museo de la Universidad de Puerto Rico, Museo de Arte de Ponce, Museo de Arte de Puerto Rico, Galería Nacional de San Salvador, Museo de Arte Moderno de México, Museo del Barrio, Museo Whitney de Arte Estadounidense y el Hotel Melia a Ponce, de Puerto Rico.
En 2018, presentó una muestra de obras donde denunció y puso voz a los que perdieron la vida debido al huracán María.