Creado en: junio 15, 2022 a las 06:02 am.
Yeinier Aguilera: un hijo pródigo del insomnio

Este texto tengo que escribirlo en primera persona. No puedo, aunque quiera, separar al hombre, al compañero de vida; del escritor y del artista. Su más reciente libro, Los hijos del insomnio, ya es una realidad .Y el orgullo me invade y el placer de releerlo, ahora en formato de papel, es infinito.
Yeinier Aguilera (escritor y realizador audiovisual) es un hijo del insomnio. Por eso, porque sabe los demonios que provoca esa “fiebre” y por esa imaginación desbordante que posee construyó los personajes desde esa visión. En el momento justo en que nos debatimos entre realidad y delirio, y vence inevitablemente la locura.
Los hijos del insomnio, presentado recientemente en la Feria del Libro en Las Tunas, se publicó por la editorial Sanlope y es el tercer libro del autor, quien además tiene publicado, Un parque con historias pequeñitas y El ladrón de ideas, ambos, Premio Principito, 2013 y 2016 respectivamente.
Catorce cuentos integran el libro. Estas historias tienen una diversidad de situaciones dramáticas que llevan al lector por caminos insospechados y puntos de posible irresolución en los que el insomnio siempre incide en el desenlace. Escritas con naturalidad, desde la sencillez de lo cotidiano, es ahí donde está la grandeza narrativa, en esa capacidad de encarnar y cautivar a todos.
No imagino un libro de Yeinier sin sarcasmo o ironía, esa es su naturaleza: Jugar con las palabras, burlar la zozobra de la cotidianidad con humor. Y eso tiene su justa dosis en el libro, como para recordarnos que nada es tan terrible si lo miramos desde esa óptica. Tampoco lo imagino haciendo un manifiesto encriptado o inasequible. Sabe que la literatura es sobre todo sinceridad. Y Los hijos… está escrito con la fluidez y franqueza del hombre. De ahí el discurso directo, en ocasiones incisivo mesclado con un lenguaje diáfano y entendible.
Todos podríamos ser sus personajes, todos hemos padecido el insomnio. Por eso podemos disfrutar del libro en la medida que aceptamos a los protagonistas: Tan comunes, tan humanos, como lo es un soldado, un escritor, un estudiante. Los hijos del insomnio es un libro espontáneo y natural, donde lo burlesco juega con las realidades y dilemas humanos para ofrecernos el pleno disfrute y goce estético de leer.