Creado en: agosto 14, 2021 a las 05:48 pm.
María Teresa Linares: cuando la obra trasciende la muerte
Quien desee entender la evolución de la música cubana, comprender la diversidad de las mezclas, escudriñar en los ritmos actuales, viajar a la semilla debe acudir por obligación a la obra de María Teresa Linares Savio (1920-1921).
Teté, como cariñosamente le llamaban en su círculo de amigos y alumnos, hoy 14 de agosto hubiera cumplido 101 años, si no fuera porque en enero de este 2021 después de un siglo de fecunda vida, se despidiera del mundo. La maestra de Juventudes es de las figuras que nacen por su legado. Se fue el cuerpo, pero dejó el alma volcada en una obra imperecedera.
Su acuciosa labor investigativa abarca todos los procesos musicales cubanos y aunque larga fue su vida aún muchos se preguntan si en vez de 100 años fueron 2 siglos la existencia de la Dra. Linares.
La niña Teté descubrió bien temprano la pasión por la música, vinculándose a clases de piano y posteriormente cursó estudios en el Conservatorio Municipal de Música de La Habana (hoy Conservatorio “Amadeo Roldán”). Inició su carrera en la Sociedad Coral de La Habana, donde conoció a quien fue su compañero de vida y cómplice de investigaciones, el fundador de la etnomusicología cubana, Argeliers León.
La investigación de ambos no se circunscribió solo a la escucha de piezas musicales, a la revisión de documentos, en varias ocasiones realizaron trabajos de campo en diversas zonas del país para recoger información, cantos y toques de antecedente hispano y africano, incluso con 90 años recorrió serranías orientales, recogiendo voces y cantos de trabajo de vaqueros, arrieros y campesinos.
Un interés peculiar por el aporte hispano en la musicología cubana padeció María Teresa Linares, lo que suscitó indagaciones que finalmente resultaron en textos como: “El punto guajiro” (1949), “La décima en el cancionero campesino” (1957), “Influencia española en nuestra música” (1958), “Antecedentes hispánicos en nuestra música” (1964), “Algunos elementos hispánicos en la música cubana” (1989), “La décima como viajera peninsular y su regreso aplatanado” (1995), La música entre Cuba y España (1998), El punto cubano (1999).
Doctora en Ciencias del Arte, María Teresa Linares formó a varias generaciones de investigadores, músicos e intérpretes de géneros tradicionales y contemporáneos, impartió conferencias en varias tribunas del mundo. Dirigió entre 1984-1997 el Museo Nacional de la Música impregnando al sitio de su inquietud por preservar la memoria musical de esta Isla.
A propósito de su centenario, Rafael Lara, en un artículo que destaca el aporte de Linares al sistema de Casas de Cultura, refiere que “si hoy escuchamos en las emisoras de radio de todo el país piezas musicales antológicas pertenecientes a las expresiones auténticas de la cultura campesina, sea del punto cubano o del son montuno; detrás se encuentra el esfuerzo y consagración para obtener las memorias transcritas de “Teté Linares”.
Para muchos la obra mayor en ese sentido fue la Antología de Música Afrocubana, serie discográfica de nueve volúmenes de la Egrem. Entre esas producciones se destacan Viejos Cantos Afrocubanos, Cancionero hispano cubano, La Canción Cubana Tradicional, la antología de la música afrocubana y la del Punto Cubano. También compiló la colección Benny Moré y los discos dedicados a figuras como Sindo Garay, el Trío Matamoros, María Teresa Vera, Ñico Saquito, Joseíto Fernández, Barbarito Diez, Bola de Nieve y Celina González, entre otros muchos.
María Teresa recibió las más altas distinciones, como la de Doctor Honoris Causa en Ciencias del Arte, el Premio Nacional de Música y de Investigación Cultural, y la Orden Félix Varela de Primer Grado que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba.
Miguel Barnet, Presidente de Honor de la UNEAC y de la Fundación Fernando Ortiz, escribió al cumplirse el centenario de la investigadora, su maestra y “mano derecha en la fundación: “Y qué cien años tan prolijos, qué centenario tan coronado de logros científicos y de hallazgos tan importantes para la música popular cubana”.
Hoy cumpliría 101 años María Teresa Linares Savio, figura a la que le debemos la conservación de la memoria musical de Cuba.