Creado en: marzo 21, 2022 a las 09:10 am.

La bandera del alma a media asta. De luto Cecilín y Coti y Yami. De luto Marabú y la clase a medias porque Vamos a dibujar, pero será más tarde… Ahora toca decir adiós al Maestro. Nos abandona un hombre integral. Sus manos no solo tocaron  el papel y el plumón para dejar la huella húmeda de su talento, acariciaron también la epidermis de un archipiélago embargado hoy por la sombra, el claroscuro del adiós y de haberlo tenido entre nosotros.

Cecilio de Cienfuegos se hizo de Cuba. Cecilio de la Revista de la mañana, de la pedagogía y la preocupación porque el dibujo encontrara fértil la tierra  de los jóvenes, de la Academia que lo echará de menos. Faltará un cuadro en la historieta del mañana. La Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Unión de Periodistas de Cuba, el periódico Juventud Rebelde, la revista Pionero, el país todo hace la reverencia porque al partir nos deja sus recomendaciones de cuidar la limpieza en el trazo, no apretar  demasiado el plumón y repetir hasta que salga bien.

Esa constancia nos deja Avilés. Un hombre de la cultura comunitaria. Uno que entendió bien la convocatoria de Fidel a salvar con la cultura a la nación y defenderla con ella desde las comunidades. Un amigo incondicional de los niños porque apostaba por la esperanza y los llenó (nos llenó) el cofre interior de personajes y de rostros familiares.

Nos legó esos amigos y compensamos la dádiva con el cariño que hoy lo acompaña hasta el descanso. Adiós decimos al artista. Hasta pronto. Su tierra se asoma a despedirlo. Coti bate las alas y se eleva más alto que la palma, más alto aún que el monumento de la plaza y el turquino. Por momentos se asemeja a un tocororo.

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