Creado en: noviembre 27, 2022 a las 02:32 pm.

Homenaje de Comisión Aponte a cinco hijos anónimos de Cuba que sacrificaron sus vidas por sus hermanos blancos

Doctor Orlando Gutiérrez Boza, presidente del Consejo Supreno de la Sociedad Abakuá / Foto: José Luis Lobato

Por José Luis Lobato y Briant Delbert

En la memoria colectiva de los cubanos permanece el vil e injusto asesinato de ocho estudiantes de medicina, quienes murieron un 27 de noviembre de 1871 después de un proceso sumario y amañado, acusados de actos que no cometieron. De ellos conocemos sus nombres, sin embargo, ni siquiera sabemos los de cinco hombres negros pertenecientes a la sociedad secreta Abakuá que también dieron sus vidas por tratar de salvarlos.

El hecho que expresó un alto sentido de la justicia, sucedió mientras marchaban hacia la explanada de la Punta, precisamente en el sitio donde este sábado integrante de la Sociedad Abakuá y escritores, artistas, miembros de la comisión Aponte de la UNEAC recordaron la valentía de aquellos jóvenes.

El Doctor Orlando Gutiérrez Boza, presidente de su Consejo Supremo, recordó el arrojo y la bravura de aquellos hombres que se enfrentaron al poder represor colonial para salvar la vida de los ocho estudiantes de medicina. Exaltó también la firmeza y constancia de quienes han sostenido esta conmemoración en tiempo hecho que se expresa en la participación cada vez mayor de jóvenes, lo cual es un aporte a la consolidación de la unidad de la nación, consideró.

Tarja que reconoce a los cinco miembros de la sociedad Abakuá asesinados el 27 de noviembre, develada en 2006. / Foto: José Luis Lobato

El artículo «Trece Semillas» del periodista y vicepresidente de la UNEAC Pedro de la Hoz reconoce que «Por mucho que la historia oficial quiso si­len­ciar esta acción, enterado del suceso, el co­mandante Ernesto Che Guevara lo reflejó al in­tervenir, luego del triunfo de la Revolución, en el acto conmemorativo del aniversario 90 del fusilamiento de los estudiantes de Me­dicina: Y no solamente se cobró en esos días la sangre de los estudiantes fusilados. Como noticia intrascendente que aún durante nuestros días queda bastante relegada, porque no tenía im­portancia para nadie, figura en las actas el hallazgo de cinco cadáveres de negros muertos a bayonetazos y tiros. Pero de que había fuerza ya en el pueblo, de que ya no se podía matar impunemente, da testimonio el que también hubiera algunos heridos por parte de la canalla española de esa época».

El reconocimiento y homenaje a los estudiantes de medicina fusilados injustamente y a los cinco jóvenes negros de la sociedad Abakuá, de los que quizás nunca sabremos sus nombres, sucede en un momento donde es vital luchar contra el colonialismo cultural para salvar a nuestros pueblos y a su memoria histórica y colectiva, ha destacado el intelectual cubano Abel Prieto Jiménez, Presidente de Casa de las Américas.

«Los jóvenes tienen nuevos códigos para comunicarse y a través de los mismos hay que transmitirle el amor a su tierra, porque es inadmisible que conozcan de la vida de famosos cantantes o influencers, y desconozcan quien fue el mexicano Benito Juárez, el venezolano Simón Bolívar, el argentino José de San Martín y los cubanos José Martí y Fidel Castro».

O a aquellos nobles y valientes hijos anónimos de Cuba que la patria honra en su memoria, para que las nuevas generaciones no desconozcan su sacrificio.

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