Creado en: marzo 16, 2021 a las 08:33 am.

Conga de Paso Franco cumple 110 años

Por RAFAEL LARA GONZÁLEZ

Continuando con la estimulación y promulgación por parte del Consejo Nacional de Casas de Cultura como parte de la salvaguardia de los valores identitarios existentes en comunidades cubanas como parte de los procesos creativos y que cumplen aniversario cerrado en éste 2021; le dedicaremos en esta ocasión el espacio a una expresión tradicional que cumple nada menos y nada más que 110 años de presencia como parte del mosaico identitario cu, el cual forma parte del mosaico de elementos carnavalescos centenarios en nuestro país. Se trata de la santiaguera conga de “Paso Franco”.Sin duda; la conga es la manifestación tradicional más populosa y raigal en Santiago de Cuba, se cuenta que fue surgiendo de manera espontánea con el propio desarrollo del jolgorio carnavalesco. Según los moradores santiagueros desde la época colonial se realizaban cada 25 de julio festividades religiosas en honor a su Santo Patrón; “Santiago Apóstol”, las cuales tenían como inicio la celebración de una misa en la Catedral. Una vez concluida esta, comenzaban las procesiones religiosas por todas las calles aledañas a la institución clerical.

Santiagueros arrollando, la Conga Paso Franco marca el ritmo

Mientras no es hasta el siglo XVII que las autoridades decidieron incorporar a los negros africanos a esta festividad y se sumaran así a los honores y tributo a “Santiago Apóstol”. Fue así como estas celebraciones, en sus inicios de marcado carácter religioso, fueron convirtiéndose en paganas. La conga cuenta con una historia y origen prácticamente desconocido, se dice que este ritmo tiene su paradigma hace más de un siglo en el barrio santiaguero de “Los Hoyos”, uno de los lugares más populares y antiguos de Santiago de Cuba, caracterizado por diversas costumbres populares llegados desde África y el Caribe insular; sobre todo del influjo de los emigrantes franco-haitianos.

En una conga un grupo de tocadores de tambores, campanas, corneta china y otros instrumentos musicales van arrastrando tras ellos por todas las calles santiagueras a través de ritmos auténticos hasta conformar una nube de cientos de seguidores, los cuales arrollan e improvisan estribillos ocurrentes y espontáneos por varias horas de duración.

La Conga de “Paso Franco” surge en 1911 como un desprendimiento de “El Tivolí”, manteniendo como base el tradicionalmente golpe de Columbia, mientras la caracteriza y simboliza los colores de la bandera cubana; azul, blanco y rojo, utilizados principalmente en el vestuario de sus mamarrachos, mostrando un sólido contraste, el cual imprime vistosidad con el ritmo que interpretan. En esta comparsa se incorporan máscaras a pie, como: “el caballito”, “la muerte en cueros”, “la muñeca”, entre otras.

Como principales tesoros humanos vivos como figuras siempre homenajeadas y recordadas durante su historia por las nuevas generaciones congueras de “Paso Franco” Personalidades como Feliciano Mesa, Eladio Pérez Zoa (Tatita), Nino Videaux, José Ballar (padre e hijo), Mario Arranz (Capero Mayor), entre otros, los cuales se destacaron por su rol de informantes, creadores y guardianes de la tradición centenaria.

Sus instrumentos iniciales fueron una conga pilón, bocúes, un cencerro y un güiro. Con el paso del tiempo se acompañaron con dos congas redoblantes y sustituyeron el cencerro y el güiro por las campanas. Tradicionalmente las congas se visitan unas a otras, y por cualquier motivo, no necesariamente durante el carnaval, salen a la calle. La partida se produce de sus propias sedes y después de recorrer todo su territorio se unen a otras congas produciéndose lo que se conoce como la invasión, tras la cual va un mar de pueblo.

Esta expresión centenaria con ritmos cubanos a base de elementos formados por influencia africana y caribeña se ejecuta actualmente con instrumentos típicos, como: Tres congas, que son tamboras bimembranófonas (pilón y dos redoblantes o galletas), el cuarto es el requinto y detrás le sirven como complemento, hasta 10 bogues o tambores membranófonos. El quinto tiene gran importancia en la sonoridad del grupo, porque le da entrada al toque contagioso de la conga, que es particularmente excelente, a la percusión le continúan tres campanas metálicas seleccionadas por sonoridades especiales (tamboras de automóviles desechadas). La presencia de la corneta china es trascendente, porque es el único instrumento de viento. Tanto es así, que lo primero que se escucha, como un llamado a la diversión y la fiesta es el conocido sonido de la corneta china, insertada en las congas santiagueras en 1916. Además, incluye una bella capa llevada por una doncella con el tema de la comparsa, así como algunos instrumentos musicales ilustrados artísticamente en la misma.

En el 2007 se otorgó el “Premio Nacional Memoria Viva” en el apartado de “Preservación de Tradiciones”,  entregado por el Instituto de Investigaciones de la Cultura Cubana “Juan Marinello” del Ministerio de la Cultura, además es invitado permanente al Festival del Caribe, mientras en el 2019 fue invitado por el Consejo Nacional de Casas de Cultura al Taller Nacional Cultura-Identidad, celebrado en Santa Isabel de las Lajas en la provincia de Cienfuegos, experiencia significativa al representar la primera manifestación carnavalesca santiaguera que arrolla por las calles de la tierra del Benny y su gente al ritmo de la populosa corneta china.

Llegue a cada cultor practicante y sus seguidores de la conga de “Paso Franco” en Santiago de Cuba las felicitaciones por mantener por varias generaciones una tradición que hoy rebasa el siglo de existencia, convirtiéndose en baluartes inigualables para la identidad cultural y la cultura cubana.

(Tomado de Portal Cubarte)

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