Creado en: junio 13, 2024 a las 09:55 am.

En Cuba Pantomima Habana 2024

Foto Tomada de las Redes del Evento

Decir con el cuerpo es vital. En este mundo agitadísimo, la imagen ha ocupado un lugar esencial dentro de la expresión; y por eso tenemos necesidad de que el espectador no se quede en el movimiento por el movimiento, sino en lo que este dice: qué hace, para qué, por qué».

Lo explica, Maritza Acosta, directora de la compañía Teatro del Cuerpo Fusión, a propósito del X Evento Internacional de Pantomima Habana-2024, único del país dedicado a esta manifestación, y que tendrá lugar del 17 al 23 de junio próximo, con sede en la sala Tito Junco, del Complejo Cultural Bertolt Brecht.

«Es vital que la pantomima se desarrolle en Cuba para poder seguir contando sin palabras», añade Acosta –también directora general y artística de la iniciativa–, e insiste en lo trascendente de que, en tiempos en que casi todos se la pasan mirando el teléfono móvil, alguien se detenga, vea y piense, gracias a este antiguo arte escénico, no extensamente cultivado.

A tal propósito contribuye la cita que –según se conoció en conferencia de prensa– estará dedicada a Polonia, al maestro Henryk Tomaszewski y al teatro físico; y a la que asistirán 22 mimos de otros ocho países extranjeros: España, Italia, Suiza, Colombia, Argentina, Brasil, Puerto Rico y México.

Además de los mimos invitados y los de las dos agrupaciones profesionales de la Isla  –la que dirige Acosta y Mimo Clan, bajo la égida de Omar Amador– actuarán los graduados de la Unidad Docente de Teatro del Cuerpo Fusión; la cual, durante 20 años y adscrita a la Escuela Nacional de Arte, ha preparado a unos 50 artistas, que se forman durante tres años y cursan 22 asignaturas.

Un buen mimo, comenta Maritza, «primero tiene que ser artista y buena persona, porque se trabaja con el alma y para los demás, es un oficio de servicio. No somos nada sin el público, el otro, sin el que nos mira.

«Luego, además de tener esa vocación y esa bondad, están las aptitudes». A los aspirantes (que actualmente pueden ser tanto graduados de 9no. como de 12mo. grados) se les realizan pruebas físicas cercanas a las de los bailarines: condiciones en las articulaciones, tonos musculares, etc; y pruebas actorales.

«Un mimo es un actor, se trabaja de adentro hacia afuera y no se puede quedar en el mero dibujo de un personaje arquetipo; se mueven sensaciones y percepciones», ilustra la maestra.

El encuentro, que se define como científico-artístico y teórico-práctico, incluye conferencias como El cuerpo, emblema de identidad cultural, y Presencia de la mujer en el arte mimo; presentaciones de libros y conversatorios.

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