Creado en: febrero 15, 2021 a las 08:44 am.

Fondo de Fomento abre puertas a realizadores cubanos

El escritor y cineasta Raydel Araoz fue uno de los privilegiados por el Fondo de Fomento del Cine Cubano en su primera convocatoria, que vio la luz el pasado 25 de mayo, por parte del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), en cumplimiento de la política aprobada a partir del Decreto-Ley 373/2019 del Creador Audiovisual y Cinematográfico Independiente.

El realizador presentó sus proyectos cuando conoció por las redes sociales que la convocatoria estaba abierta, y obtuvo financiamiento en las modalidades de escritura de guion de largometrajes con Sueños y vigilias antes de despertar en los noventa, y en posproducción de largometrajes, con Virgilio desde el gabinete azul.

Hacer es mejor que decir

Araoz comentó a Cubacine que desde la aprobación del Decreto-Ley esperaba por la llegada de este gran suceso: «En nuestro país no existía un mecanismo nacional que apoyara el cine cubano fuera de las instituciones. Así que para comenzar o terminar un proyecto había que buscar sponsors internacionales. La creación del Fondo ha comenzado a suplir ese vacío y es también un primer intento de apoyar el trabajo de los cineastas fuera de las instituciones estatales».

Sobre Sueños y vigilias antes de despertar en los noventa dijo que con los recursos del Fondo pudo contratar los servicios del Icaic para la digitalización de archivos grabados en antiguos casetes de cinta. Este paso resultaba importante para el desarrollo de un proyecto que parte de la pregunta: ¿Qué soñábamos en la década del ochenta?

Para ello el cineasta debió contar con archivos de sonido grabados durante años por la poetisa Soleida Ríos, quien recogió en audios los sueños de muchísimas personas.

Por otra parte, señaló que Virgilio desde el gabinete azul es un largometraje que trata sobre la vida y obra de Virgilio Piñera. «Este documental es parte de una tetralogía sobre la cultura cubana de la cual he realizado ya dos filmes: Retornar a La Habana con Guillén Landrián (codirigido con Julio Ramos, 2013) y La isla y los signos (2014, Premio DOCTV IB).

Un cine financiado por el pueblo

«Estos filmes son mi homenaje a aquellos artistas que han influido en mí como creador. Mientras reviso sus vidas y obras trazo un mapa de la cultura cubana para visualizar las zonas de conflicto y evolución en la historia de nuestra cultura», explicó a Cubacine.

Araoz afirmó que ambos proyectos siguen el cronograma trazado. Sueños y vigilias… está en fase de rescritura, mientras que Virgilio desde el gabinete azul está en corrección de color.

Como dijera Javier Gómez en las páginas de Granma, el Fondo proporcionó un anhelado soporte legal a esta actividad artística con sus particularidades en Cuba. Los montos financieros –provenientes, en primer lugar, del presupuesto que destina el Estado cubano para la cultura, aunque se reconocen otras fuentes, como las donaciones– que sean asignados, tras la selección que el comité haga entre los proyectos presentados, harán posible la creación de obras que difícilmente pudieran llegar a ser algo más que una idea en el papel, de no contar con apoyo estatal.

Por su parte, Rebeca Chávez insistía en que el Fondo de Fomento no puede reducirse a una relación instrumental y utilitaria, que implicaría dejar en la osamenta un primer paso para enfrentar y resolver la asociación-unión entre arte, ideología, política, técnica, economía, en una operación indispensable.

Es el reto que representa implementar y desarrollar el nuevo concepto de producir cine desde productoras independientes, en un contexto no exento de complejidades políticas y económicas.

(Tomado de Granma)

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