Creado en: septiembre 30, 2023 a las 01:18 pm.
Con Puchísimo Jazz
Por Oni Acosta Llerena
Septiembre es el mes que marca el nacimiento y la muerte de un singular músico cubano, Víctor López, más conocido como Pucho. Nacido en Placetas, en 1956, para muchos de sus contemporáneos, y para mi generación, Pucho era visto como un renovador, una especie de estudioso sacerdote –a la vez que transgresivo– en aspectos concernientes al jazz. Y así fue su vida: un pleno aquelarre de emociones latentes desde su espíritu musical con raíces cubanas, hasta llegar al cénit –como pocos, eso sí– de la consagración estilística y morfológica del género que le acompañaría siempre. Su visión, su estilo, su olfato como productor y arreglista, además de su concepto de entronización jazzística como elemento fundacional y creativo, hicieron de Pucho uno de los músicos cubanos más referenciales en esos aspectos.
A raíz de su huella, y también de las deudas que se tienen con su legado, surgió hace pocos días un festival que intenta, desde su propia concepción y nombre, recordarlo: el Puchísimo Jazz; una idea y proyecto a cargo del músico y promotor cultural santaclareño Eliot Porta, quien, a su reconocida carrera en estas lides, le suma este encuentro de peregrinaje sonoro y teórico a su paisano Pucho. La idea fue creciendo en proyección y madurez, y tuvo feliz acogida en instituciones regionales y nacionales, al punto de ser instituida como festival con luces propias, aunque puedan establecerse alianzas, articulaciones y colaboraciones con otros eventos del país, como el Jazz Plaza, lo cual no descartan Eliot ni los que acompañan esta genial idea.
Quizá existan dudas sobre la pertinencia de un evento así, pero es válido recalcar la simbiosis resultante de un país con honda herencia bailable pero también jazzística, y de la cual Pucho fue un exponente brillante: se puede hacer buen jazz y buena música cubana, no existen antagonismos conceptuales al respecto. Si hurgamos brevemente en parte del trabajo de Pucho, hallaremos profundos recursos sonoros volcados en extraordinarios arreglos, producciones discográficas y conciertos en vivo para trovadores como Polito Ibañez, Sara González o Lázaro García, por mencionar algunos. En ellos, supo mantener la matriz de cada tema en cuestión, pero con un sólido ropaje jazzístico casi único en Cuba, aunque su diversidad estilística le permitió rodearse de otros recursos expresivos sin reiteraciones ni falsos códigos miméticos.
Durante dos días se respiró jazz en Santa Clara y Placetas, y nos reunimos amigos, colegas, familiares, periodistas y hasta estudiantes de música, para debatir sobre la vida de Pucho. Son indudables los aportes de esa región a nuestra música (Enrique González Mántici, Alejandro G. Caturla, Ernestina Trimiño, Emilio Martiní, Enrique Plá, José Luis Cortés y muchos más). Por eso el elenco escogido para esta primera edición estuvo a la altura del mismo: Roberto Fortún, Liane Pérez (también conocida por su trabajo con el Trío Palabras) y Raptus Ensemble; un convite generacional que extiende vasos comunicantes con el pasado, a la vez que posiciona su labor como parte de la vanguardia musical de estos tiempos. ¡Enhorabuena!
(Tomado de Granma)