Creado en: junio 18, 2023 a las 11:09 am.
Cuentería a tope en Ciego de Ávila
Como mejor sabe hacerlo Nelson Aragón Martínez, narrando cuentos, concluyó recientemente su 7mo. Evento de Cuenteros Campesinos y Tradicionales, Florencia 2023, en la sede provincial de la Uneac avileña.
Por un instante, parecía que la lluvia no iba a permitir que las cosas sucedieran como sucedieron en materia cultural. La casa y sus artistas estaban listos. Hasta el último momento, hubo incertidumbre y un poco de agotamiento acumulado. Pero en el tamaño de la esperanza caben, también, todas las zozobras.
A este suceso cultural se le sumaron la grata visita de la Doctora Martha del Carmen Mesa Valenciano, Presidenta de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y el Doctor Miguel Charbonnel, Vicepresidente de la Comisión, así como otras autoridades del territorio.
Contábamos con la presencia de varios cuenteros de Santiago de Cuba, Las Tunas, La Habana, además de los nuestros y los de la Compañía Teatro Primero, pioneros en el trabajo comunitario en este terruño.
Se tejió, asimismo, una red virtual que, al unísono, hizo cuentería desde la Argentina, Brasil, Bolivia, e hilvanó esos puentes de amistad cultural que tanto regocijan al alma y unifican el pensamiento.
Todo aquello que nos recuerda de dónde venimos gravitó alrededor de lo contado; y, bajo los pies, el camino hacia el futuro.
Amalgama perfecta entre texto y gestualidad; imágenes y acción; tiempo y ritmo. Hubo dominio escénico. Buena proyección. Pero quizás hubiese hecho falta más contacto de pueblo, si se quería dinamizar espacios populares. Estaba la voluntad, aunque las inclemencias del tiempo no lo permitieron.
La risa es el mejor vaso comunicante cuando de públicos y mensajes se trata. Todo se vuelve más fluido con ella. Así es, también, cuando se busca espolvorear la idea de que a la teoría le sucede la práctica; y que luego esta, se convierte en teoría y así, sucesivamente.
Nelson Aragón Martínez, nuestro Bichito de la luz, es incansable y, en la clausura del evento, se le vio feliz y dichoso por el deber cumplido, esa noble tarea de continuar una tradición oral que está por encima y delante de todo modernismo, de toda tecnología.
Por tanto, queda sobre entendido, que lo tradicional no va a morir nunca.
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Nelson, ¿se cumplieron los objetivos del séptimo encuentro?
Creo que el séptimo encuentro fue y sigue siendo una provocación. Realmente superamos las expectativas pactadas. Se establecieron alianzas y se realizaron proyecciones que no estaban ni siquiera soñadas, como el hecho de generar un movimiento importante en América Latina, al menos este preciso momento, para rescatar y sostener una tradición milenaria como lo es la cuentería. Vamos creciendo. Estamos contentos y agradecidos del apoyo de todo el mundo.
¿Crees que sin en el apoyo de la familia este encuentro se hubiera logrado?
Yo creo que no. Porque todo atraviesa la vida cotidiana, la realidad de que las personas que están aquí, dejaron su casas solas, salieron de sus zonas de confort y participaron de cada suceso narrativo con una familiaridad hermosa. La familia es fundamental en todos estos procesos. No se puede ver como algo inferior ni como algo de segunda categoría, diría yo.
¿Qué actividades no se pudieron dar?
Bueno queríamos hacer algún periplo por el centro del pueblo, no lo logramos por las inclemencias del tiempo, pero fuimos a los Ramones Viejos. Yo creo que fuimos consecuentes con la política de la cátedra de cuentería. No hicimos un evento de apariencia, hicimos un evento real. Como está pensado. Yo creo que sí.
¿Y qué pautas quedaron para el próximo?
La actual cita nos impuso el reto de que el octavo encuentro de cuenteros campesinos sea más grande, no solamente en participación, sino, en las ambiciones que tenemos de acercarnos mucho más a la realidad del campo, de los cuenteros… Quisiéramos en el octavo encuentro, tener a los cuenteros de los Ramones Viejos en algún espacio y que la realidad de los cuenteros cambiara de una vez y por todas. Porque estos eventos no se hacen para nosotros hacer cuentos, se hacen para cambiar la percepción sobre la práctica cultural, se hace para que la gente entienda la necesidad de cambiar la realidad de los practicantes, de los cultores de la cuentería y yo creo que si no logramos cambiar esa realidad no habremos hecho mucho. Pero estoy conforme, aunque no del todo satisfecho. Tenemos muchos retos por delante todavía.