Creado en: enero 11, 2023 a las 11:47 am.

Dan a conocer los premios Villanueva de la UNEAC

Sacre, coreografía de Sandra Ramy para el Colectivo Persona.

Valiosas puestas en escena cubanas y extranjeras, presentadas en nuestro país, fueron seleccionadas como acreedoras de los premios Villanueva a los mejores espectáculos del año 2022, lauro que otorga la Asociación de Artistas Escénicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), luego de una jornada de debates de los miembros de la Sección de Crítica e Investigación Teatral.

Los premios serán entregados el 20 de enero próximo, en víspera del aniversario 154 de los sucesos del Teatro Villanueva, hecho vandálico y sangriento perpetrado por los voluntarios españoles contra los criollos simpatizantes de la independencia el 22 de enero de 1869, en el coliseo entonces ubicado en la calle Morro, entre Refugio (de la Merced) y Vidrios (Lagunas Secas, Canteras) en La Habana.

Las escenificaciones nacionales seleccionadas fueron: Sacre, coreografía de Sandra Ramy para el Colectivo Persona; Los pájaros negros de 2020, creación de Agnieska Hernández para La Franja Teatral; AmorBrujoAmor, dirigido por Carlos Díaz para Teatro El Público en coproducción con el Ensemble Habana XXI; y El diario de Ana Frank, bajo la dirección de Miguel Abreu para Ludi Teatro.

Por su parte las propuestas extranjeras, resultaron premiadas Solo cosas geniales, de Teatro Animalien de Perú; Carmen, de la Compañía Nacional de Danza de España; Don Quijote, historias andantes, dirigido por Raquel Araujo para Silvia Kater, de México y Terrenal. Pequeño misterio ácrata, elenco dirigido por Mauricio Kartun.

Yuris Nórido, presidente de la Sección de Crítica e Investigación Teatral de la Uneac, informó además que se otorgó un Reconocimiento Especial a la temporada de Giselle que el Ballet Nacional de Cuba presentó durante la pasada edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, destacando el desempeño de las estrellas extranjeras invitadas, las primeras figuras cubanas y el cuerpo de baile de la agrupación.

Igualmente dio a conocer que ante la suspensión del Festival Nacional de Teatro de Camagüey, los críticos decidieron aplazar el análisis de algunos espectáculos nacionales hasta que puedan ser apreciados en la próxima jornada escénica que se desarrollará en el primer semestre de este año.

Los sucesos del Villanueva, según Rine Leal

Rine Leal Pérez (La Habana, 15 de julio de 1930-Caracas, 16 de septiembre de 1996), paradigma de la crítica literaria y la investigación teatral en Cuba, en su texto Los sucesos del Villanueva, describe lo ocurrido el 22 de enero de 1869 en esa sala, fecha que quedó perpetuada en la cultura insular como Día del Teatro Cubano. A continuación, fragmentos de las palabras del también profesor universitario, presentador de televisión, editor y dramaturgo.

«La noche del viernes 22 de enero, el Villanueva se abrió para un beneficio ofrecido por los Caricatos, y esa representación entró en nuestra historia como una acción bélica. El 18, el Diario de la Marina anuncia que la función es para favorecer a una desgraciada familia, y dos días después aclara que está destinada a socorrer a unos insolventes. La prensa partidaria de los mambises enfatizó el espectáculo:

‘Se dice que el viernes se trata de dar una función en el Villanueva por los bufos habaneros [error del cronista, sabemos que fueron los Caricatos] cuyo fondo se destina para un fin muy laudable; esperamos que todas nuestras simpáticas amigas y nuestros leales compañeros contribuyan con su asistencia. No se permitirá entrar a quien no lleve un garabato o una horquetilla’.

«Y otro diario expresó: “¡Pueblo, allí todos! Extraño y más que extraño es que no se dispense la protección que merece este espectáculo verdaderamente provincial… ¡Pueblo! Tenéis una obligación patriótica que llenar sosteniendo este espectáculo”. Tras los sucesos del 22, La Chamarreta fue más explícita al afirmar: “Insurrección armada, Anoche se dio una función en el Villanueva, cuyos fondos se destinaban para un fin que todos saben, y no dejó de haber la concurrencia numerosa que se esperaba”. Parece pues fuera de toda duda que la función era a beneficio de los mambises y Justo Zaragoza coincide en este juicio, aunque La Voz de Cuba sorprendentemente no estuviese segura el 23 de enero de los fines subversivos de la representación.

«Esa noche el Villanueva se engalanó y cubrió de banderas norteamericanas y cubanas. La ausencia del emblema español, el traje y cintas de las mujeres con los colores blanco, azul y encarnado, o bien estrellas blancas y solitarias y el pelo suelto, convertían la función en un abierto desafío al poder colonial.  El programa incluía un precioso pot pourrí, las piezas Perro huevero… y Ataques de nervios, de Narciso Valor y Fe (Juan Francisco Valerio) y El santo y la lotería, pieza de tipos diferentes, así como la canción La crisis, el estreno de la danza La insurrecta, la canción bufa Los caricatos y una rumba que cerraba la noche. La función estaba presidida por Antonio Fernández Bramosio, quien a pesar de negar su participación en los hechos, que fueron según sus palabras ‘obra de momento’ sin preparación ni instigación alguna, se exilió cuatro días después ante amenaza de detención, y fue condenado, en ausencia, a muerte. En realidad, nada era nuevo en el programa excepto La insurrecta, de Juan de Dios Alfonso, danza dedicada a las lindas cubanas, pero los títulos hacen pensar en alusiones más o menos veladas a la situación política del país. En la función de la víspera un ¡Viva Céspedes! en boca de Jacinto Valdés, popular guarachero, sorprendió a los españoles».

Este violento acto intimidatorio fue llevado a cabo por el represivo Cuerpo de Voluntarios al servicio de las autoridades españolas, contra el pueblo simpatizante de la independencia, que apoyaba la lucha revolucionaria iniciada por Céspedes en la Demajagua el 10 de octubre de 1868.

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