Creado en: marzo 16, 2023 a las 12:55 pm.

Evoca la UNEAC la memoria de «Paquita» Armas Fonseca

«Luchadora, guerrera, provocadora, retadora, polémica y controversial» fueron algunos de los principales rasgos que recordaron este miércoles, desde la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), amigos y colegas de la crítica, periodista y escritora «Paquita» Armas Fonseca (1950-2023), quien falleciera recientemente.

Dicho homenaje, «formalmente informal», como le hubiese agradado a la también miembro de la UNEAC y la UPEC, tuvo forma de panel, donde el intercambio de su crítica y periodismo comprometido, agudo y profundo, centró el conversatorio entre los presentes.

Como una verdadera guardiana de la Radio y la Televisión cubanas la calificó el realizador Waldo Ramírez, vicepresidente primero del ICRT; en tanto el periodista y trovador, Fidel Díaz Castro, actual director de la revista cultural El Caimán Barbudo, habló de su carácter pasional y la manera tan peculiar que tenía de ejercer la crítica, en tanto ponía sus conocimientos a favor siempre de lo que la obra le aportaría al público.

Sobre su ética y ojo agudo conversaron también Luis Morlote Rivas y Magda Resik, presidente y vicepresidenta de la UNEAC, respectivamente; Ricardo Ronquillo Bello, al frente de la Unión de Periodistas de Cuba y Yasel Toledo Garnache, vicepresidente nacional de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

Según los ponentes, «Paquita» hablaba de frente, no andaba con «medias tintas» y sin dobleces y con sonrisa franca, exponía sus puntos de vista ante funcionarios del ICRT, de la UNEAC, realizadores, productores, artistas o colegas suyos en el quehacer crítico, y los defendía con razón y emoción hasta sus últimas consecuencias.

El origen de sus desvelos era Cuba, expresó también la cineasta Lourdes de los Santos, al frente de la Asociación de Cine, Radio y Televisión de la UNEAC y a la cual pertenecía «Paquita», de ahí su amor por todo lo que defendiera y reafirmara nuestra identidad, desde una dramaturgia y estética a la altura de los valores más autóctonos de la cultura nacional.

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