Creado en: enero 17, 2024 a las 10:39 am.

Joaquín Betancourt, una breve escala en el camino

Por Ricardo Alonso Venereo

Amada Música se titula el concierto que ofrecerá el maestro Joaquín Betancourt Jackman, premio nacional de Música 2019, el domingo 21, a las 6:00 p.m., en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional, como parte de la edición 39 del Festival Internacional Jazz Plaza 2024.

Con este concierto, el Comité Organizador del evento festejará los 50 años de vida artística del también Maestro de Juventudes, y el aniversario 15 de la fundación de su Joven Jazz Band.

Un grupo de importantes artistas, que interpretará obras de este destacado músico, compositor, arreglista, y productor musical con una extensa trayectoria en la música cubana, le acompañarán ese día. Entre ellos están: Myrlla Muñiz, de Brasil; Theonita Valentine, de EE. UU.; y los cubanos Dagoberto González, Zunilda Remigio, Michel Herrera, El Noro, Emir Santacruz y Jorge Reyes.

–¿Qué significan estos 50 años de vida artística para Joaquín Betancourt?

–Me dan la impresión de que he llegado a uno de mis destinos deseados, después de un viaje musical largo, del cual me siento afortunado, y que me ha permitido conocer y compartir con muchos grandes artistas de Cuba y de otras partes del mundo. Este viaje me ha posibilitado entregar lo mejor de mí a las siguientes generaciones. Me siento bendecido por haber podido hacer, como músico, mucho de lo que he anhelado, y si el destino me lo permite, el viaje continúa. Por ahora, es solo una breve escala.

«Me alegra que se hayan acordado de mí y, sobre todo, de la Joven Jazz Band, que dirijo con mucho amor; una agrupación en la que participan muchísimos jóvenes músicos formados por nuestro sistema de enseñanza artística». 

–Estuvo entre los primeros que impulsaron el Festival…

–Cuando comenzaron los festivales Jazz Plaza, era aún un estudiante y me dieron, junto a mis compañeros, la posibilidad de participar. A partir de allí, con nuestra presencia, año por año, defendimos el evento y acudimos con un inmenso entusiasmo.

–¿En qué momento cree que está el género en Cuba?

–Al jazz hace rato que le ocurrió como a la llamada música clásica, de ser danzada se fue convirtiendo en un patrimonio. Quizá este sea el futuro de parte de nuestra música popular, pues ya casi pasa con el danzón, apreciado, respetado y conservado, el cual no puedes obligar a las nuevas generaciones a bailar como una opción más de disfrute, pero sí como una expresión de conservación de nuestra cultura.

«Nuestros músicos jazzistas cada vez más adquieren nivel y reconocimiento internacional, lo que nos llena de orgullo y satisfacción».

¿Qué tiene más peso en su vida, la composición, la producción musical, la dirección, el arreglista?

–Yo escogí la música como profesión y acompañante para toda la vida; no me imagino sin ella, me siento muy bien en cualquier rol. Lo vital para mí es estar haciéndola. Mi sueño sigue siendo lograr ser músico.

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