Creado en: abril 26, 2022 a las 08:34 am.

La poesía, Eliseo Diego y la erótica mexicana

De izquierda a derecha el escritor cubano Ángel Enrique Melians y el mexicano Luis Aguilar, antologador de Ese Gran reflector encendido de pronto / Foto de Taymi Medina Hernández

La poesía vinculó este lunes al No. 1 del 2020 de la revista Cauce, dedicada al centenario del escritor cubano Eliseo Diego, y la antología Ese gran reflector encendido de pronto, del ensayista mexicano Luis Aguilar.

Ambos ejemplares fueron presentados en la sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), como parte de la Feria Internacional del Libro que culminará el próximo 30 de abril.

La publicación pinareña, fundada en 1998, propone un relato íntimo del autor de Soñar despierto, Divertimentos y En la calzada de Jesús del Monte. Mediante los testimonios de Cintio Vitier, Cleva Solís, Josefina Diego, Fina García Marrús, Frank Padrón y otras figuras, se descubre lo provocador de la obra y la personalidad de Eliseo Diego.

Como destacó la escritora Ismaray Pozo, la grandeza elisiana radica en la contemplación y la autocontemplación con tendencia a lo atemporal, una ruptura con viejos demonios conocidos donde se reconoce la mística de lo diferente.

Este número de la revista Cauce, invita a conocer a Eliseo Diego desde una mirada íntima / Foto de Taymi Medina Hernández

Por otro lado, el volumen Ese gran reflector encendido de pronto, reúne las voces de 81 poetas que desde 1919 hasta 2019 han abordado el erotismo mexicano desde la diversidad sexual y de género.

Su antologador, Luis Aguilar, enfatizó que el libro no pretende hurgar en la orientación o pertenencia sexual de los autores, sino reflejar la evolución de la literatura LGBTIQ+ en México y su importancia.

El escritor cienfueguero Ángel Enrique Melians destacó las formas elevadas de contar el amor en su diversidad, utilizando los códigos aprendidos desde la cultura popular, el mainstream, los referentes literarios y la vida compartida en los espacios de encuentro.

«Ese reflector, que nos dejaba atontados en los callejones, como los de la policía en cualquier redada del mundo, ya no es direccionado por el poder, sino por nosotros, que nos leemos en el libro, nos descubrimos en el libro. (…) Ese gran reflector encendido de pronto ya no es una luz temida, sino las luces de una fiesta que no tiene inicio ni fin, una fiesta que tiene que trasvestirse y cambiar de nombre, una fiesta divina y terrenal», expresó.

La UNEAC continuará su programa literario durante toda la semana, que incluirá paneles sobre Carilda Oliver Labra, Jesús Orta Ruiz, Fayad Jamís, así como los libros Ismaelillo, Cecilia Valdés, entre otras propuestas.

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