Creado en: octubre 5, 2021 a las 07:23 am.
La UNEAC que no debe perder su legado

En un pequeño espacio de la segunda planta de la Biblioteca Provincial Rubén Martínez Villena, de la urbe yayabera, un selecto grupo de 13 creadores fue protagonista- aquel 5 de octubre de 1979- del nacimiento del Comité Provincial de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), de Sancti Spíritus.
Han pasado 42 años, pero Esbértido Rosendi Cancio recuerda -como si fuera hoy- aquella tarde.
«Había un grupo importante de escritores, músicos y de artistas de la plástica, fundamentalmente. Entonces, Emilio Comas Pared -uno de los fundadores- nos habló, a Julio Crespo y a mí, acerca de la idea. Nos entusiasmamos, y empezamos identificar a las figuras más relevantes que pudieran pertenecer a la organización».
Recuerda el Poeta del Ciudad, condecorado este año con la Orden Juan Marinello, que el primer presidente de la UNEAC, en estos predios, fue el escritor Tomás Álvarez de los Ríos, y su vicepresidente, Julio Crespo.
«No teníamos sede. Se me ocurre la idea, conjuntamente con la dirección de Cultura Municipal, de hacerlo allí mismo en la biblioteca. Aquel grupito participaba en todos los eventos y actividades. Muchas veces “nos robábamos” el escenario».
«Recuerdo aquel momento con una placidez y un cariño enormes, porque estábamos presente en todo lo relacionado con la cultura de la ciudad. Luego creímos que debíamos crecer en miembros. Descubrimos decenas de personas a quienes les sobraban las cualidades para integrarse», rememora Rosendi Cancio.
«La UNEAC funcionó contra viento y marea en medio de muchas dificultades. A veces con incomprensiones; pero nosotros nos impusimos con el trabajo».
La organización que agrupa a los escritores y artistas espirituanos ha transitado por momentos de trascendencia para la cultura de la nación cubana. Así lo cree el escritor Julio Miguel Llanes, testigo de aquel día fundacional. Él fue el segundo en tomar las riendas de la UNEAC, y sostenerlas por cerca de cuatro lustros.
«Fue un honor. Me tocó dirigir en un momento en el que existían muchas incomprensiones entre instituciones y nuestra organización. Pero había una vocación por servir que sobrepasaba las dificultades que pudieran existir. Entre todos logramos una UNEAC muy participativa, de mucha creación».
El autor de los libros Paquelé y Las palomas de Guillén, cree vital, en los tiempos que corren, volver a los orígenes de la organización que atesora a la vanguardia artística cubana.
«Es importante volver a Fidel y a sus Palabras a los intelectuales. También creo que debemos regresar a aquel primer Congreso de la UNEAC. Ese fue un momento de diálogo. Vivimos en una etapa que necesita de la participación de todo ciudadano».
«Esta es una organización revolucionaria, de personas que no olvida que, por encima de todas las prioridades, está la independencia, la soberanía, la necesidad de articular la cultura con lo mejor del país, para que se mantenga este legado que no podemos perder», declaró el prolífico escritor.
Por su parte la narradora, poetisa y ensayista, Dr. Cs Yanetsy Pino Reina, Premio Casa de las Américas (2018), siente a la UNEAC, como el espacio ideal para acompañar las necesarias transformaciones que exige el contexto actual cubano.
«Comencé en el año 2009. Quería ser parte de la membresía de la UNEAC, porque era el sitio donde yo quería, también, mover los diálogos, la crítica, y sobre todo crecer, no solo como persona, como artista, sino también como nación, como país».
«Nunca he tenido problemas por cuestionar lo que se hace mal. Creo que es el sitio donde debe propiciarse-como siempre se ha hecho- el diálogo entre lo mejor de la intelectualidad y de los artistas, con la vanguardia política y administrativa del país, y de la provincia, en este caso», declaró a la radio espirituana la autora del ensayo Hilando y deshilando la resistencia (Pacto no catastrófico entre identidad femenina y poesía).
«He participado en congresos de la UNEAC, y he visto al actual presidente de la República de Cuba- cuando ejercía otros cargos–hablar de tú a tú con los artistas, e identificarse con sus discursos. Lo hemos aplaudido, no solo por lo inteligente que es, sino por el discurso que establece, que es capaz de situarse, hombro con hombro, con el artista. Creo que cuando un país logra eso, pues es un gran paso».
A la vuelta de 42 octubres, los miembros de la UNEAC en Sancti Spíritus, asentados desde hace un tiempo, en una casa del boulevard de la Ciudad de los Murales, apuestan por una organización que abrace las diferencias, el diálogo, que lleve a punta de lápiz las palabras de Fidel que abrieron caminos para seguir edificando el país al que aspiramos.