Creado en: diciembre 26, 2021 a las 08:51 am.

Los más antiguos actores profesionales cubanos

Maqueta de la escenificación de un  drama en el siglo XVIII/Foto tomada de Internet

El teatro profesional en Cuba tiene como fecha liminar 1773, cuando en una Casa de Comedias del Callejón de Jústiz, en La Habana, comenzó a actuar un elenco de actores traídos de la península española por el Capitán general, Felipe de Fondesviela, marqués de la Torre, como uno de los pasos previos a la edificación del primer gran Coliseo en esta capital, que se inauguró dos años después y cuya compañía se integró con parte de aquel elenco.

Lo que apenas se conoce es que entre esos primeros  profesionales había una intérprete que tiene un destacado sitio en  la historia de nuestro quehacer escénico. Me refiero a Leonor López, al parecer nacida en esta isla, primera dama de aquel elenco. El sabio Antonio López Prieto, en su Palenque Literario, cuando se refiere a aquella Casa de Comedias, nos ilustra:

“primer teatro en forma que tuvo la ciudad de La Habana […] en cuyo teatro brilló la prime­ra actriz cubana de que tengo noticias, doña Leonor López, que pasó más tarde a México y a Lima, y cuya artista alcanzó aplausos por su pericia en el arte dramático y fama de poetisa por sus improvisaciones, no menos que por su portentosa memoria, pues recitaba completas comedias de Lope de Vega y de Calderón, según papeles de su tiempo”.

Otras dos actrices aparecen en esta pesquisa: las hermanas Josefa y Bárbara González, apodadas “las habaneras” en la compañía que actuaba en el Coliseo de la capital del virreinato de la Nueva España hacia 1788.

“Las habaneras” son fundadoras del gran Coliseo de la capital de la colonia de Cuba en 1775. Durante años se mantuvieron allí con parejo desempeño, aunque noticias posteriores confirman que Josefa –Pepa- tuvo un mayor desenvolvimiento escénico. Cuando este Coliseo colapsa por arbitrariedades en su construcción y falta de mantenimiento, ambas hermanas se marchan a México y por su probada experiencia, de inmediato fueron contratadas.

La primera dama de aquella compañía era desde 1780 la gaditana Antonia de San Martín, igualmente fundadora del Coliseo habanero. Todo parece indicar que “las habaneras” tenían cuentas pendientes con doña Antonia, porque esta, apenas una temporada después del arribo de las actrices cubanas, amenazó con marcharse a España si las González continuaban contratadas. Después de un farragoso proceso en el que intervinieron dos virreyes, Bárbara se resignó a dejar el teatro, la San Martín fue regañada y Josefa  rehabilitada, indemnizada y contratada como primera dama y “sobresaliente” –o sea, sustituta- de la irascible gaditana. La “Pepa” González aparecerá en 1790 con esas mismas responsabilidades y 1300 pesos; y como segunda dama y sobresalienta de la primera en 1791, con un ajuste de 1450 pesos. Su última temporada conocida fue la de 1792-1793.

Pero existió un actor criollo en el siglo XVII, con protagonismo en el teatro de la península, se llamaba Melchor de las Casas. En el tomo I de mi cronología comentada  Lo que fuere sonará, reseñé:

 1678

Huelva, España:

Muere en un naufragio Melchor de las Casas, primer actor profesional conocido de la historia de Cuba. Había nacido en La Habana. En la península, trabajó en la compañía sevillana de Matías de Castro y Magdalena López, entre 1673 y 1674; y luego, hasta su deceso, en la de la conocida actriz Inés Gallo.

En el tomo 1, pp. 667-690 de Ensayo de una Biblioteca española de libros raros y curiosos; formado con los apuntamientos de don Bartolomé José Gallardo, coordinados y aumentados por don M. R. Barco del Valle y don J. Sancho Rayón, se encuentra, bajo el epígrafe “Anónimos” y el número de entrada 554, el título Genealogía, origen y noticias de algunos comediantes de España, con la aclaración: “Manuscrito en folios, en dos tomos, letra de principios del siglo xviii; 954 fojas el primero y 1505 el segundo”.

En la p. 684, de la Genealogía…. se encuentra:

CASAS (Melchor de las)

Americano, de La Habana.

Naufragó y ahogóse en la barra de Huelva, navegando con la compañía de Inés Gallo, y con él su mujer Melchora Rafaela, hija de un cirujano de Granada, y una hija, en 1678, según consta de la partida de difuntos.

 CARRASCO (Pedro)

Natural de Daimiel; fue músico, gran tenor e hizo terceros galanes. Casó con Inés Gallo, y se apartó de ella, y se fue a Indias, estando en Madrid, haciendo los autos de 1670.

Murió en Indias.

Sobre Las Casas y Gallo no hay más referencias en la Genealogía…,pero en “Relación biográfica de los comediantes que actuaron en el Corral del Príncipe durante los siglos xvi, xvii y xviii”, encontré:

INÉS GALLO.– Mujer de Pedro Carrasco, músico de la clase de tenores, que huyó de su esposa hasta las Indias Orientales, donde murió. Inés continuó en las tablas como autora [dueña o empresaria] de una compañía, hasta que con toda ella se ahogó al forzar la barra de Huelva, en 1678.

En la Colección Manuscrita de Manuel Pérez Beato, en la Biblioteca Nacional “José Martí”, se menciona en varias ocasiones a un Melchor Casas, primero como vecino, luego como dueño de un ingenio y posteriormente como beneficiario de los cayos de las puentes de La Chorrera que le entrega el Cabildo —años 1607, 1615 y 1627.

Podría tratarse de un pariente de nuestro actor, hasta el momento, el más antiguo intérprete escénico de nuestra rica historia.

***

Fuentes: Ricardo Sepúlveda: El corral de la Pacheca; Rine Leal: La selva oscura; José Sánchez Arjona: Noticias referentes a los anales del teatro en Sevilla desde Lope de Rueda hasta finales del siglo xvii,

Manuel Pérez Beato: Colección manuscrita, nº 54, Biblioteca Nacional José Martí.

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