Creado en: marzo 14, 2021 a las 08:35 am.

Ser periodista hoy

Ejercer el periodismo hoy, como siempre, entraña complicaciones, incomprensiones y hasta el desagradecimiento de algunos. Es una profesión cuyos cultores contribuyen a modular la opinión pública, son entes públicos y están expuestos a las derivaciones de ello. De manera que tales óbices no les arredran, son gajes del oficio.

Antes bien, les impulsan a fortalecer el trabajo porque, por otro lado, ejercer el periodismo hoy, como siempre, entraña un regocijo supremo de parte de quien lo ama realmente. La página de un periódico será, para estos, la novia eterna a las cual siempre desean obsequiarle el resultado de su entrega.

El periodismo equivale a trabajo arduo y constante, vigilancia permanente a todo cuanto sucede en cualquier parte del mundo; no importa que los grandes medios corporativos lo silencien. Las principales casi noticias nunca saldrán en la portada de las primeras cabeceras mundiales.

Supone pasión y sacrificio, aprendizaje constante, lectura permanente de todos los ámbitos (no solo en el cual se especialice el egresado de esta carrera universitaria, aunque la especialización resultará una fortaleza para este y su medio a lo largo del tiempo). 

Ser periodista hoy, en un mundo editorial dominado por los poderes hegemónicos que pretenden imponer la narrativa única de Occidente, representa escribir desde “la visión de los vencidos”,  pero con el espíritu de vencer.

El practicante de la profesión ha de aferrarse a la verdad y los hechos objetivos, para propalar un discurso creíble. Un discurso irrigado a dos cauces por la seriedad y el rigor.

Requiere preparación y perfeccionamiento sistemático de su “producto comunicativo” y preocuparse por conferirle humanidad, legitimidad y disfrute para el lector, en razón de su amenidad, arte periodístico y valoraciones.

Demanda contraponer, al desborde emocional de las plataformas sociales, la racionalidad y la profesionalidad de una opinión autorizada, en cada uno de los temas, e intervenir en estas, mediante el aporte intelectual y la visión política que pueda generar su presencia.

Ser periodista hoy en Cuba significa, ante todo, defender su proyecto soberano de independencia e impedir que el ideal libertario puesto en marcha desde 1868 pueda abortarse por la fuerza del adversario eterno o la incidencia del neo-anexionista interno que, revestido de diferentes formas, intenta regalar su nación a quienes siempre la codiciaron.

Ser periodista hoy en Cuba pasa por tener presentes la prédica y el hacer de Martí, Juan Gualberto, Roa, Carlos Rafael, el Che, Fidel. Por honrar su ejemplo.

Ser periodista hoy en Cuba significa  amar al pueblo del cual el practicante es hijo y defender su raíz. Pertinencias tales que, en vez de ser antagónicas, se complementan con el hecho de enjuiciar las tendencias negativas y compulsar a la solución de problemas, elementos inherentes a un oficio que halla en la crítica una de sus fuerzas motoras.

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