Creado en: octubre 26, 2022 a las 10:00 am.
Tributo a un artista bendecido
La muestra colectiva Tributo a un artista bendecido, abierta al público en la Sala Principal del Centro Provincial de Arte de Holguín, resulta un homenaje de los creadores holguineros al pintor, escultor, dibujante y grabador Cosme Proenza Almaguer, fallecido el 12 de septiembre pasado.
“Homenajear al maestro Cosme no constituye solo una exaltación de su labor artística, así como de su influjo en el arte pictórico de nuestro territorio. Es, en primer lugar, un gesto de gratitud a su dedicación creativa, a su gentileza colaboradora con el desarrollo de otros creadores, a su sentido de pertenencia con su entorno y sus conciudadanos que lo fijó para toda su existencia a Holguín, por encima del renombre y otras propuestas lucrativas”, aseguró en las palabras de inauguración el escritor y profesor holguinero Manuel García Verdecia. Y subrayó, además, que “del mismo modo, constituye un reconocimiento a todos los que desde aquí lo acompañaron a hacer obra y mediante esta conformaron el rostro pictórico de la ciudad. De manera que es este un acto de justicia creativa y también humana, pues Cosme fue un excelente artista y de igual modo un ciudadano honorable, además de un holguinero raigal”.
Encontramos piezas de Jorge Hidalgo, Lauro Hechavarría, Miguel Ángel Salvó, Jorge Luis Cudina, José Emilio Leyva Azze, Eduardo Leyva Cabrera, Juan Carlos Anzardo, Rosa Leticia Leyva Azze, María del Pilar Reyes, Luis Silva, Ronald Guillén, Víctor Manuel Velázquez, Ronaldo Salvador Pavón, Nalia Martínez Grau, Yuri Urquiza, Alfonso Tamayo Demetrich, Dayamí Pupo Ávila y Javier Erid Díaz. Así como de Anibal de la Torre, Adria Bruzón, Daniel Pérez Torres, Erlys A. Carballosa, Hennyer Delgado, Juan J. Cabrera Ortiz, Oscar García y Roger David Ramón Fuentes.
El equipo del Centro Provincial de Arte, liderado por Yuricel Moreno Zaldívar, logró, además, reunir en la muestra varias obras de Cosme, pertenecientes a la colección del Centro (una de las piezas, sin título, de la reciente Variaciones sobre temas de Matisse) y del Fondo Cubano de Bienes Culturales en la provincia, que muestran parte del desarrollo artística del maestro holguinero, de las etapas de investigación que realizó en su trabajo, entre ellas “Estudio para el mural Sol de libertad”, fechado en Kiev, Ucrania, en 1984, en cuyo Instituto de Bellas Artes estudió; “Manipulación No. 61”; “La Ventana” y una de “Los dioses escuchan”, su conocida serie.
“Su obra, además, fue un semillero que germinó en seguidores que partieron desde donde él había llegado para emprender caminos de novedad y realización propios. Cosme no solo dejó un modelo para hacer obra, sino también el ejemplo de que con constancia e investigación se puede lograr obras universales desde cualquier sitio”, comenta García Verdecia y añade que en la exposición están presentes creadores de diferentes generaciones “que se decantan por cierto impresionismo, mientras otros son más expresionistas; los hay figurativos así como abstractos. Sin embargo, un elemento sobresale en todos, y es que independientemente de su elección formal propia, hallamos algo que cuidó Cosme siempre, el esmero en la factura”, añadió.
Sobre Holguín, la ciudad donde realizó la mayor parte de una obra, expresó en una entrevista en La Gaceta de Cuba: “Aquí experimento la admiración, pero no la admiración esa de sentirme un icono, sino el orgullo que siente la gente al saber que aquí hay una persona que es reconocida, nombrada… Incluso aunque no entiendan el arte que haces. Y trabajar en estos sitios con la alta cultura trae precios, si no lo manejas a lo largo del tiempo. Tengo una vida artística realizada y no me ha hecho falta estar en La Habana; sin embargo, disfruto mucho el que a alguien que no es intelectual, que es una gente común, le guste mi obra. Me siento muy seguro de lo que he hecho, aunque la gente no siempre conozca el interior. Ser, desde Holguín, reconocido, visto, vale más que cualquier otra cosa; eso no se compra bajo ningún precio”.
Tributo a un artista bendecido nos permite ser partícipes, desde diferentes poéticas y lenguajes, de un hermoso homenaje a un artista que hurgó en los entresijos de la historia y la evolución del arte occidental para entregar, lúcido y sincero, la poderosa adhesividad de la belleza.
