Creado en: octubre 9, 2021 a las 09:39 am.

El Che, la literatura y la vida desde el tintero espirituano  

(…) dejo en el hueco de mi ausencia,

este beso sin domicilio conocido.

(…) Si me destinan al oscuro sitial de los cimientos,

guárdalo en el archivo nebuloso del recuerdo;

úsalo en noches de lágrimas y sueños…

(Fragmentos del poema Mi única en el mundo,

que el Che dedicó a su esposa Aleida March antes de viajar a Bolivia).

***

«Si se quiere descifrar la clave de los vínculos profundos que el Che Guevara estableció entre la literatura y la vida, hay que remitirse al papel desempeñado por la lectura en la formación de su personalidad», escribió Julio M. Llanes en las primeras páginas del libro Che, entre la literatura y la vida, notas para el corazón y la memoria, que pronto tendrá la octava impresión, bajo el sello de Ediciones Cubanas.

Las páginas, que descubren otras dimensiones de la vida del internacionalista argentino, tuvieron como punto de partida, un acercamiento del autor yayabero, a los sitios latinoamericanos donde viajó el Che. En esa búsqueda de huellas espirituales y vivenciales, acuñó la idea de que el Guerrillero Heroico cabalgaba por los campos de batalla con el verso y la literatura a cuestas.

«Él decía que la literatura era una segunda naturaleza. Esta obra tiene varias partes que nos cuentan cómo leía el Che, el tipo de lectura que hacía. Él leía, lo asimilaba, y lo convertía en conducta. Cumplía el ciclo del lector».

En diálogo para este portal digital de la UNEAC, el ensayista espirituano, habló de la estrecha relación del Che con la lectura.

«Era un lector muy voraz, profundo, muy conocedor de la literatura universal, de la poesía. Lo que más leía era la poesía, y eso lo vinculaba mucho con su vida. Pero también leía obras de Filosofía, de Matemática, de Ciencia… Lo que asimilaba lo incorporaba a su acervo cultural».

«Cuando partió a la guerra le deja a su esposa varios poemas grabados en su voz. Eran versos de Pablo Neruda, de Nicolás Guillén, de León Felipe, de César Vallejo. Él no se creía poeta, pero también escribió poesía».

Vámonos/ ardiente profeta de la aurora/ por recónditos senderos inalámbricos a liberar el verde caimán que tanto amas.

«En la mochila que llegó a manos del ejército boliviano, tras su asesinato, se encontraron poemas. También había notas críticas de sus lecturas, algo que habitualmente hacía».

«Escribió ensayos, como El socialismo y el hombre en Cuba. También, hizo testimonios, como Pasaje de la guerra revolucionaria. Hacíasus diarios. Los pulía como el escritor que era». 

«El Che leía mucha literatura latinoamericana. El recorrido que hizo junto a su amigo Alberto Granados, por países del continente americano, fue inspirado por la lectura. Era un hombre con mucho interés por conocer mundo. Quiso conocer las pirámides chinas, y otros lugares, pero la lectura lo llevó a América».

Leer el libro Che, entre la literatura y la vida, con prólogo del Premio Nacional de Ciencias Sociales, Fernando Martínez Heredia,es conocer a un gigante universal en manos de la poesía y la literatura, escudos de sus actos.

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