Creado en: febrero 1, 2022 a las 10:46 am.

Artista visual cienfueguero inaugurará su muestra Desnudo de sexo

De la serie Desnudo de sexo. Óleo sobre lienzo, 81 x 100 cm.

Del 10 de febrero al 28 de marzo de 2022 estará montada en la Galería Santa Isabel, de Cienfuegos, la exposición personal titulada Desnudo de sexo, perteneciente al artista visual y miembro de la UNEAC, Elías Acosta Pérez, gestor de múltiples muestras individuales y colectivas tanto en Cuba como en diversas naciones de América y Europa.

Con museografía y curaduría a cargo de Lidia María Álvarez, las palabras del catálogo de Jorge Luis Urra Maqueira y el trabajo de los montadores Yunier Hurtado y José Basulto Caballero, la muestra del premiado creador perlasureño forma parte de las acciones de celebración por el aniversario XXXI de la fundación del Consejo Provincial de las Artes Plásticas.

Una de las figuras principales de la pintura en Cienfuegos, Elías Acosta (1964) es graduado de la Escuela Nacional de Arte en 1983 y profesor de las nuevas generaciones de creadores de la manifestación en la Perla del Sur. El también Licenciado en Educación Artística ha asumido diversas responsabilidades vinculadas al desarrollo de su manifestación en el territorio.

El crítico Jorge Luis Urra Maqueira proporcionó al portal de la UNEAC sus valoraciones de  Desnudo de sexo, de la cual considera que “es una constatación de su deseo (del artista) de fabular sobre la plenitud del erotismo, de reparar y descubrir nuevas sensaciones, sin culpas ni pelajes cerrados. Acaso cierta vocación minimalista, gustosa de los detalles (que acaban desorientándonos e impulsan nuestra prejuiciada imaginación), le permite enunciar esta resistencia sexual y manifestar que podemos autorregularnos para centuplicar el placer de estar juntos”.

De la serie Desnudo de sexo. Óleo sobre cartulina, 35 x 50 cm.

De acuerdo con el especialista, “el color tiene un protagonismo vital en estos textos recientes, pues enriquecen las dimensiones semióticas de los relatos, especialmente los tórridos, que aportan cierta temperatura a estas sesiones eróticas en la que los amantes secretos prefieren el viaje al límite o la meta, como en el sexo tántrico.  Desnudo… es un verdadero ejercicio de autocontrol y lucidez, obvio en el atino composicional, el coqueteo con lo abstractivo, la mesura cromática (a pesar de el barroquismo del color), la creatividad en la estructura narrativa, la ambigüedad de sus conductos y esa energía que estimula nuestros sentidos y nos aporta la experiencia de que se puede transitar el cuerpo con un beso”. 

En torno a series anteriores de la obra de Elías Acosta, la Licenciada en Historia del Arte, Lohanis Mesa Nápoles, ha considerado por su parte que “la ubicación de partes anatómicas semitransparentes en la composición, representa la huella fantasmal de la presencia humana en ese sitio, acentuando el dinamismo y la sensualidad de las obras, que muestran a estos elementos tocando las zonas erógenas, o simplemente creando sensaciones de movimiento. Los ojos son el espejo del alma, pero estos son oblicuos, tienden a ocultarla y ofrecen cierta malicia, en el buen sentido. Definitivamente, la percepción de estas obras produce un efecto hipnótico en el espectador ante el virtuosismo técnico. He aquí esa capacidad mimética, mediante la cual el artista conforma un escudo, que le permite mantener la privacidad a ultranza”.

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