Creado en: noviembre 25, 2021 a las 10:52 am.

Asomos a las artes visuales en Holguín a través de un Salón

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Con la entrega del Premio al proyecto escultórico “La libertad de la tierra”, fotografía digital de Luis Alberto Santiesteban Góngora, quedó abierto al público en el Centro Provincial de Arte (CPA) de Holguín el XXIX Salón Provincial de Artes Visuales con el título Asomo de un Salón.

El jurado, integrado por los artistas Leticia Leyva Azze, Ernesto Ceballos Hernández y Víctor Manuel Velázquez Mirabal, reconoció en la obra de Santiesteban Góngora el hecho de trascender “la visión meramente estética o formal, por plantearse una metáfora acerca del vacío y del espacio existencial con la depurada carga minimalista y por el sentimiento de libertad que aportan”. Las menciones fueron obtenidas por Juan Carlos Domínguez Diez, por el video “Piel de Burdégano”, y Cristian Escalona Herrera, por la obra de la serie fotográfica digital “Sobre como las palabras construyen imágenes”. Por su parte, la Asociación Hermanos Saíz premió “¡Cierra las piernas!” (monotipia/cartulina) de Cecilia Patricia Vaca Rodríguez; la Filial del Fondo Cubano de Bienes Culturales a Raymundo Sosa Tamayo con “La caravana” (óleo/lienzo); y la UNEAC sumó su reconocimiento al Premio entregado por el jurado.

Asomo de un Salón desde su título nos reafirma la “gradual retracción, en detrimento de la deseada pero pocas veces alcanzada representatividad de los procesos artísticos locales”, que en esta edición el certamen ha mostrado, asegura su curadora Bertha Beltrán Ordoñez, pero con el deseo de que la tan deseada representatividad dé paso a la necesaria calidad del mismo.

Cada año el joven equipo del CPA, que celebra su 30 aniversario este año, liderado por Yuricel Moreno Zaldívar, ha buscado alternativas y potenciado disímiles ejercicios curatoriales para revitalizar los salones locales –tanto en el Provincial, cada dos años, como cada enero el Salón de la Ciudad–, y desde una mirada crítica y cuestionadora, incluso del hecho artístico, del mercado del arte, la institucionalización y circulación del mismo, y de la propia articulación de los salones como entes legitimadores, visibilizar la producción plástica holguinera, pues “como evento es un sujeto vivo, dúctil, susceptible a cambios y, sobre todo, es un riguroso ejercicio de pensamiento, para no correr el riesgo de quedar obsoleto en el tiempo”, añade Berta en el catálogo, pues el Salón Provincial no está ausente de varias de estas cuestiones: la falta de reconocidas firmas, la poca participación de los artistas locales, que ha hecho menguar el nivel de convocatoria y el interés, la calidad de las propias obras.

Este riesgo lo ha evitado siempre el Salón, pues ha sido un espacio “con amplia tradición dentro de la vida cultural holguinera”, y que “se ha caracterizado por mostrar el quehacer de la provincia y a lo largo de estos años, premiado el ímpetu de varias generaciones de artistas”.

Además de los premios otras obras destacan en la propuesta: “Grafemas para un políglota”, fotografía digital de Aníbal de la Torre; “La familia insurrecta” y “Obertura cubana”, mixtas/lienzo de Dayamí Pupo; las obras de la serie “De avispa” y otras piezas de Cecilia Patricia Vaca Rodríguez; las obras de la serie “Fashion On” de Dayamí Rodríguez; “Antojos” (acrílico/lienzo) de Hennyer Delgado Chacón, y “Mezcla homogénea”, de Mariannis Mirabal Ripoll.

Esta 29 edición reunió a 18 creadores y 25 obras en concurso, lo que subraya que “queda mucho por desear, hacer y mostrar”, pues “asistimos al nacimiento de tiempos que imponen nuevos y difíciles retos”. “Partiendo de un eje curatorial con un pensamiento crítico que vincule a un creador motivado y comprometido, para un público ávido del disfrute estético, el Centro de Arte en el año 30 de su aniversario tiene como reto futuro rebasar todas las expectativas posibles”. Sin dudas sobrepasar este “asomo” de lo que ha sido el Salón Provincial, a partir del análisis y superación de esta experiencia, matizada por los efectos sociales de la Covid-19 y las alternativas para sobreponerse, personal e institucionalmente, constituye una vara alta que la institución holguinera sobrepasará con éxito.

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