Creado en: mayo 25, 2021 a las 09:49 am.

El folklore y la leyenda que danzan en Trinidad(+Audio)

La agrupación danzaria Leyenda Folk defiende las raíces afrocubanas. /Foto: Oscar Alfonso Sosa.

En la Ciudad Museo del Caribe se baila y canta avivando las huellas del pasado. Escuchar ritmos afrocubanos es como un viaje hacia la vida de los ancestros que caminaron por las calles empedradas de la urbe trinitaria, y nos legaron un patrimonio cultural, que en esa zona del sur espirituano se enriquece con la pujanza de la contemporaneidad.

Uno de esos elencos que legitima la defensa a la danza folklórica es la Compañía Leyenda Folk, que, bajo la batuta de su creador y director de siempre, Renato Arrechea Bastida, nos remonta a la antigüedad, a la tradición africana, a las raíces cubanas.

En 1999 echaron el primer pasillo ¿qué le motivó a crear la compañía?

Leyenda Folk nació al calor del llamamiento de Fidel, en un congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), para la masificación de la cultura. Traté de reunir a un grupo de muchachos que vivían en hogares disfuncionales, que tenían problemas de conducta social y algunos que no estudiaban.

A muchos los había visto en actividades y sabía que tenían condiciones físicas para el baile, que con ellos se podía trabajar.

El 13 de agosto fue la fecha escogida para fundar Leyenda Folk, porque marcaba el cumpleaños del jefe de la Revolución Cubana. Además, mi abuela era fidelista, y sentía emociones por haber conocido a Fidel.

Cuando él vino a Trinidad, cuando la Conspiración Trujillista, fue mi abuela quien le indicó el camino hacia el aeropuerto. Ella vivía orgullosa de esa historia. Entonces, ¿qué mejor fecha que la del cumpleaños del Comandante para hacer realidad sus ideas?

¿Cuán difícil le resultó el trabajo con los muchachos, si tenemos en cuenta que no tenían formación artística?

Ellos tenían conocimiento de la cultura afrocubana, porque mi zona es muy religiosa del panteón Yoruba, del Congo y eso; pero utilicé dos herramientas: primero la persuasión como un método para educar y formar; y segundo, me busqué un buen instructor, Amador Ramírez, que ya no está con nosotros.

Le planteé al instructor la idea y mi objetivo, entonces él me ayudó. Y bueno, con otro grupo más de personas, nos dimos a la tarea de trabajar.

¿Qué tiempo le llevó pulir el talento de esos jóvenes fundadores?

Trabajamos alrededor de cuatro meses intensivos. Entonces la primera presentación- que fue un éxito- la hicimos en la Casa de la Cultura de Trinidad. Eso nos dio un buen aval. Nos quedamos insertados en el Movimiento de Artistas Aficionados, de la institución. Hasta nos dieron un salón para ensayar.

El repertorio de Leyenda Folk compendia desde coreografías yorubas, bailes congos, populares, hasta todo el complejo de la rumba, asegura Arrechea Bastida, mientras en su mente se le enreda uno de esos estribillos pegajosos que mueven hasta los pies más aferrados a la tierra firme.

Nos nutrimos de toda la música cubana, de la música tradicional campesina y de la música popular. Estoy orgulloso de lo que hemos logrado.

La pandemia de la COVID-19 no permitirá que en las arterias trinitarias se celebre este 25 de mayo, al compás de Leyenda Folk, el Día de África, como ha sido habitual en los 21 años de la agrupación danzaria, explica el director del elenco que aún cuenta con el ritmo de muchos de sus fundadores.

Sabemos que es un día importante y siempre lo hemos celebrado, porque la tradición africana constituye un eslabón trascendental en nuestra cultura. Es un merecido tributo a quienes vinieron de África sometidos a la trata de personas. Ellos contribuyeron con la formación de la nacionalidad cubana.

¿Cómo le ha ido a Leyenda Folk en escenario distintos del Palenque de los Congos Reales, sede de la agrupación?

Nosotros tenemos muy buena aceptación en el territorio y entre las personas que visitan la ciudad, ya sea extranjeros, o aquellos transeúntes que vienen en busca de la cultura cubana.

Nuestra obra está reflejada en varios documentales hechos por televisoras extranjeras; por ejemplo, de China, Puerto Rico, con el Canal cinco de México, con una televisora de Uruguay, de Brasil. Ellos se han interesado por nuestro arte, por todo lo que hacemos acá. Tenemos una fortaleza en el exterior de Cuba.

Sin embargo, en el interior casi no se difunde. No digo que es un territorio que no tiene gloria. Gloria sí tiene, y tiene demanda, pero en la provincia no se hace la suficiente promoción y divulgación del patrimonio intangible de la ciudad.

Somos muy famosos de Ciego de Ávila hacia el oriente cubano. Pero casi desconocidos en el occidente del país. En el occidente nos hemos presentado solo en tres oportunidades.

Renato Arrechea Bastida aglutinó jóvenes de hogares disfuncionales para despertar en ellos la pasión por la danza y la cultura afrocubana./ Foto tomada de Escambray digital.

¿Qué escenarios han disfrutado más?

Nos ha gustado más Santiago de Cuba. Hemos estado en el Festival del Caribe, o Fiesta del Fuego. Tenemos el inmenso placer de habernos presentado cuatro veces, incluso hemos ido con nuestros propios recursos.

También nos ha gustado mucho el Festival Eva Gaspar In Memoriam que se hace en el central Primero de Enero, en Violeta, que es algo maravilloso. Hemos participado en el Festival Folclórico de Mayarí. También en Holguín, Camagüey, Manzanillo…   

¿Se sienten queridos en Trinidad?

Sí, muy queridos nos sentimos aquí. Además, tenemos apoyo de las instituciones, sobre todo de Cultura que nos ha apoyado en la etapa de formación. De hecho, debo mencionar a Lucrecia Ichazo, pues su ayuda fue fundamental para consolidar el trabajo de Leyenda Folk.

¿Insatisfacciones?

Nosotros estamos en plena formación, pues hace dos años se unió el Ballet Folclórico. Sin embargo, todavía para los espectáculos no tenemos vestuarios, nos faltan instrumentos. Creo que en eso no tiene nada que ver la pandemia, porque en otros lugares se ha dado la posibilidad para consolidar sus espectáculos.

¿Qué opina del estado de salud del folklore cubano?

El folklore cubano, pienso que está bien limitado en su difusión. Todos tienen programas para su promoción y difusión. Está Cuerda Viva, programas de música electrónica, en fin; pero programa fijo de folklore cubano no hay.

Y no tiene tampoco la rumba. Sin embargo, tiene una vitalidad tremenda porque la gente la sigue, porque las nuevas generaciones también la están aprendiendo y eso es lo importante. Pero yo sí le veo fortaleza y durabilidad al folklore cubano.

Leyenda Folk no ha encontrado en tiempos de pandemia un sitio para que resuenen canciones como Elegguá, Yemayá, macutas, tonadas, y bailes como la rumba de campo. Aun así, Renato Arrecha Bastida, quien guarda entre sus estímulos la Llave de la Ciudad de Trinidad, sostiene fuerte las riendas de ese proyecto que, en la urbe declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, no deja morir las ideas de Fidel para salvaguardar la cultura.

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