Creado en: junio 5, 2021 a las 07:41 am.

A favor de la escena

Danza Contemporánea de Cuba, entre las instituciones respaldadas económicamente por el Gobierno cubano en medio de la pandemia. /Foto: Yaimí Ravelo

Aun cuando los resultados no son visibles todavía, el reordenamiento estructural de agencias, compañías y proyectos teatrales y danzarios, y de entidades asociadas a las artes escénicas, debe, más temprano que tarde, propiciar una transformación cualitativa en el orden artístico.

Acerca de los avances organizativos y los muchos obstáculos por vencer, discurrió buena parte del diálogo sostenido este viernes entre el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, y personalidades representativas de la vanguardia en las artes escénicas.

Si bien, como señaló el viceministro Fernando Rojas, en los dos últimos años se redujo en una tercera parte la cantidad de agrupaciones  en el país, y la fusión de las empresas Escenarte y Caricatos derivó en una sensible contracción del abultado catálogo en cartera, tales medidas no se tradujeron en un incremento de la calidad de la programación, por lo que tendrán que implementarse, una vez conquistada la nueva normalidad tras la pandemia, previsiones mucho más rigurosas en función de las jerarquías.

La teatróloga Vivian Martínez Tabares abogó por priorizar la programación de las puestas y los colectivos de mayor densidad y vuelo estético en los espacios mejor habilitados, mientras que su colega Marilyn Garbey llamó no solo a continuar estimulando el ejercicio de la crítica especializada como herramienta indispensable para la orientación de colectivos y audiencias, sino también a perfeccionar los mecanismos promocionales y editoriales.

En cuanto a los recursos humanos se observa una situación indeseable: de los 6 000 artistas escénicos del país, menos del 40 % posee formación académica. Por otra parte escasean los técnicos en especialidades tecnoescénicas. De ahí que se preste atención a la ubicación de los egresados en las compañías en las que puedan hallar cauces favorables a su desarrollo profesional, se habiliten unidades docentes en agrupaciones de primerísimo nivel, se conciban programas para la titulación de bailarines folclóricos en activo y se diseñen otros para la dotación de luminotécnicos, tramoyistas, atrezzistas y especialidades afines.

Miguel Iglesias, director de Danza Contemporánea de Cuba, valoró la significación humana de la decisión del Gobierno cubano de proteger económicamente a los artistas en medio de la prolongada pandemia, etapa en la que él mismo, junto a otros creadores, ha colaborado con programas pedagógicos de expresión audiovisual.

El Ministro saludó la iniciativa de colectivos y artistas de la vanguardia por manifestarse en los espacios virtuales e insertarse en los alentadores, aunque todavía insuficientes, proyectos en alianza con la tv cubana.

(Tomado del Periódico Granma)

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