Creado en: abril 6, 2021 a las 08:13 am.

Alexander Hernández Chang: un joven que dibuja los lazos culturales entre China y Cuba

Los pinceles de Alexander Hernández Chang rinden culto a sus ancestros chinos, al tiempo que dibujan la identidad y la cultura cubanas con el afán de salvaguardarlas.

Sus inquietudes por la pintura, desde temprana edad, encontraron las puertas abiertas en unos talleres de Artes Visuales en la Galería de Arte Oscar Fernández Morera, de la Ciudad de Sancti Spíritus.

En los archivos del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales de Cuba cobran vida las trazas de las creaciones de este joven, quien no se encasilla en ninguna técnica, y que por días gana admiradores en el escenario artístico del archipiélago y fuera de nuestras fronteras.

“El centro lanzó una convocatoria, el año pasado, cuyo objetivo era hacer una pesquisa de lo que estaban haciendo los artistas menores de 35 años en el país, lo cual permitiría documentar los primeros veinte años del siglo XXI en materia de artes visuales”, cuenta el pintor, quien lleva las riendas de la Asociación Hermanos Saiz, (AHS) de Sancti Spíritus.

El Licenciado en Educación e Instructor de Artes Plásticas contó a este portal digital que se sumó a la convocatoria y fue uno de los seleccionados para mostrar qué se estaba haciendo en predios yayaberos.

“No soy el único en la provincia, hay más espirituanos participando, y es precisamente eso, mostrar desde el centro de desarrollo, desde sus perfiles de Facebook, de Instagram el movimiento de las Artes Plásticas en Cuba”, dijo.

¿Qué impacto puede tener en tu carrera el hecho de ser escogido por la prestigiosa institución?

“El Centro de Desarrollo de las Artes Visuales es una institución que representa a los artistas en Cuba, y que, además, jerarquiza, de algún modo, el trabajo de los jóvenes artistas. Ello te da la posibilidad de conocer qué están haciendo otras personas en materia de Artes Visuales; te permite conocer nuevos exponentes, conectarte con ellos y con sus obras. Te posibilita buscar referencias”.

Tu obra es un amplio reflejo de la cultura china, pero ¿cómo pintas la cultura cubana?

“Me interesa muchísimo, a partir de mi experiencia como descendiente mantener ese vínculo estrecho, o sea, ser coherente con mi modo de vida, con mi pensamiento, sobre todo con mi descendencia, quizás es una defensa de la identidad tanto nacional, como personal”.

“A partir de ahí, en esa dirección, hago mi discurso expresado en diferentes manifestaciones: a través del grabado, de la pintura, del dibujo, de la escultura o del video arte”.

“En todo este tiempo de investigación encontré que existe un sincretismo religioso con deidades de la cultura china y de la cultura cubana, y eso me ha posibilitado trazar un discurso creativo durante toda esta etapa”.

 “Yo pienso que la cultura cubana es un ajiaco y está presente en cada una de mis piezas. Mostrar la Cultura Cubana, de hecho, es uno de los objetivos de mi muestra Soy lo que ves, la cual fue presentada en XIII Bienal de la Habana, y en enero pasado estuvo en la sede de la Sociedad Cultural José Martí de Sancti Spíritus”.

“Se llama Soy lo que ves, porque lo que estás viendo ahora mismo es esa gran influencia que tuvimos de la cultura china y viceversa. Quise, también, aprovechar y reconocer ese aporte de mis ancestros a mi formación como ciudadano cubano, como artista”.

¿En el recinto donde nacen tus piezas, qué obras toman cuerpo y colores por estos días?

“Trabajo en el proyecto personal Herencia. Es una exposición compuesta por más de 30 obras, incluidas pinturas, dibujos, grabados, esculturas, video arte y también algunos performances”.

“Esta muestra va a cerrar círculos de ese proceso de investigación que he venido desarrollando del vínculo entre la cultura china y la cubana. Tiene que ver con el sincretismo religioso, con el vínculo de las arquitecturas, y la proyección en espacios públicos”.

“Es la forma de asociar qué pasó en la historia, cómo la defendemos recordando lo que sucedió en algún momento en nuestras raíces”.

En tiempos de pandemia la obra de Alexander Hernández Chang ha navegado por el ciberespacio para alimentar sensibilidades en el público foráneo que utiliza las redes sociales en función del conocimiento, el entretenimiento sano y el vínculo con los artistas. ¿Cómo han llegado tus creaciones a la vista de espectadores hacia el otro lado del mundo?

“Las plataformas virtuales me han dado la posibilidad de mostrar mi quehacer en toda esta etapa de confinamiento. Hemos participado en varias convocatorias y exposiciones internacionales, en línea. No solo ha sido en México, que es donde está la galería donde colaboro y trabajo, sino también en otras galerías de España, de La India, de Francia…”

“En esas naciones he tenido la posibilidad de que se conozca mi trabajo. Esa es una de las mejores caras de las redes y de la internet y de lo que hemos aprendido en estos tiempos de vida diferente que impuso la COVID-19”.

¿En tiempos de indefiniciones, qué postura tiene Alexander como artista y como líder de la vanguardia artística juvenil espirituana?

Lo primero es ser sincero con la obra que estoy haciendo, defender la identidad nacional, responder sobre todo a los intereses de nuestra organización de la AHS, que no están ajenas al proceso revolucionario que estamos viviendo ahora mismo. Mi objetivo es seguir defendiendo nuestra identidad y nuestra cultura.