Creado en: junio 24, 2021 a las 06:32 am.

Ballet El Solar, de Alberto Alonso (+Video)

Alberto Alonso tenía una amplia cultura general, igual que su hermano Fernando, pues su madre importante personalidad de la cultura de la época, pertenecía a la dirección de Pro Arte Musical, donde formaban parte, desde pequeños, de todas las actividades que se producían en el Teatro Amadeo Roldán.

Y así se fue consolidando su cultura, y de todas las manifestaciones que probó (música, pues tocaba el violín, y la pintura) la que más le interesó fue el ballet. Estudió con profesores rusos y llegó a pertenecer al Ballet de Montecarlo, siendo primer bailarín. Luego de un tiempo, va los Estados Unidos donde llega a pertenecer al American Ballet, entonces empieza a interesarse por las coreografías, y crea así, algunas interesantes para su cuñada Alicia Alonso, casada con su hermano Fernando.

Cirita Santana, actriz

Contando en primera persona

Siempre me ha gustado hablar sobre mis comienzos que fueron como bailarina del Conjunto Experimental de Danza: mi experiencia allí fue muy importante para todo lo que he hecho después. Haber sido parte de ese colectivo que dirigió el MAESTRO (así en mayúscula), fue una de las oportunidades más importantes que me ha dado la vida.

Aprender tanto de los mejores, y a la vez trabajar, es algo que no tiene palabras, pues Alberto Alonso nos iba moldeando, no solo como bailarines, sino, también como creadores. Así formó un cuerpo de baile hecho a su manera, de donde salieron unos cuantos coreógrafos excelentes.

Lo primero que bailé fue El Solar, estrenada en el Teatro Mella en el año 1964 si mal no recuerdo. Alberto había retomado la idea de lo que él había empezado unos años antes con el Ballet «Ante del Alba», con Alicia Alonso como figura principal, donde se narraba la vida de una mujer de un barrio marginal, que su marido la deja, y ella se suicida dándose candela.

Ese ballet no tuvo ningún éxito pues no venía bien a los patrones de esa época. Y después de unos años, él decide recrear estampas de un solar habanero con el Ballet de Radiocentro, ahí sí tuvo más éxito, y cuando comienza a dirigir el Conjunto Experimental de Danza de La Habana es donde realiza por fin su sueño de recrear lo cubano en el baile, en sus ritmos, sus movimientos.

Y así fuimos, en las clases de técnica básica dándole vida a su idea, y junto al músico Gilberto Valdés, que se unió también a las clases y ensayos, se fue creando sobre los movimientos que fuimos haciendo los bailarines, la música del primer ballet; que luego con un libreto enriquecido de Lisandro Otero y música de Tony Taño se convirtió en Comedia Musical, con un rotundo éxito para luego convertirse en la primera comedia musical cubana llevada al cine.

El ballet El Solar, que el año pasado cumplió 60 años de creado, tiene excelentes coreografías, todas vigentes, pues Alberto Alonso fue un artista adelantado a su tiempo. La coreografía de Las Lavanderas es de una recreación impecable, donde está todo el sabor cubano en los movimientos de las caderas y los brazos, dando la impresión de estar lavando y chismeando todas las mujeres en el patio común del solar.

Con movimientos de giros y piruetas por encima de un cajón con una batea, con sábanas para tender, cepillo y jabón, bien difíciles para las bailarinas, dando la impresión de que todo era sencillo y fácil de realizar. Igual pasaba con el baile donde limpiábamos las entradas de nuestros cuartos del solar, con cubos, trapeadores y colchas de trapear. Momentos difíciles para Sonia Calero y Robertico Rodríguez, es el famoso baile de la escoba, donde la coreografía, dando la impresión Roberto de estar cortejando a Sonia, que está barriendo, y todo el baile se desarrolla con movimientos de caderas y piruetas sobre la escoba.

Parece sencillo, pero en lo sencillo está lo difícil, y para llegar a su perfección, tuvieron que trabajar muy duro Sonia y Roberto, igual que el Onírico, o El Taburete de Sonia, con Tomas Morales, que en la película no tuvo la misma suerte que el ballet o la comedia, pues este ballet era de una belleza y complicación tremenda pues todos los movimientos eran cargadas o encima del taburete, o moviéndolo de un lado a otro, donde los solistas tuvieron que trabajar muy duro para lograr el éxito.

Ya finalizando llegaba La Marcha, donde todo el elenco se incorporaba a las milicias para luego terminar en un tremendo guaguancó.

El talento de Alberto Alonso en su Ballet El Solar está en la manera de saber combinar los hermosos movimientos de la técnica básica, técnica creada sobre nuestra cubanía… Por eso, «Honor a quien Honor merece»: Alberto Alonso será siempre, por su inteligencia y cubanía, un baluarte de la Cultura Cubana, y este es mi sencillo homenaje a un artista y maestro de maestros que supo recrear hermosos movimientos sobre nuestra identidad.

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