Creado en: julio 9, 2021 a las 03:11 pm.

Caruca, la reencarnación y la danza

Si Caruca volviera a nacer sería definitivamente bailarina. Así lo dijo en una entrevista, convencida de que, si existe una vida después de la muerte, su alma está destinada a danzar de una reencarnación a la siguiente.

Caridad Rodríguez Riverón comenzó a los 15 años en el ballet del «Sevillanito» en la televisión. Aquella convocatorio terminó por impulsar una carrera que la llevaría a trabajar en programas infantiles, formar parte de la primera brigada artística cubana en Angola, durante 1979, y recorrer los cinco continentes en calidad de coreógrafa, maestra y bailarina.

Sin embargo, el Ballet de la TV Cubana, bajo la dirección del maestro y coreógrafo Luis Trápaga y las enseñanzas de Cristy Domínguez, le mostró los espectáculos en cabaret y despertó en ella su vocación por la pequeña pantalla. En ese empeño fueron imprescindibles sus competencias en la actuación, el canto y sus cinco años en el Instituto Superior de Arte.

Fue solista del Ballet de la TVC y más tarde formó parte del dueto Caruca y Rosendo, famosos por su versatilidad en diferentes géneros danzarios. El programa Para Bailar se transmitía todos los domingos a las dos de la tarde y se convirtió en espacio preferido de la audiencia. Ambos actuaron durante muchos años en ese programa, enseñando a otros, y después, también, en el segundo show de Tropicana.

La revista Opina, que anualmente reconocía programas, artistas de teatro y televisión, otorgó a Caruca el Girasol de Opina durante cuatro años consecutivos: 1982, 1983, 1984 y 1985.

En 1979 viajó a la República Popular de Angola con el proyecto Palmas y Cañas, en el cual participaba la familia de Ramón Veloz, Eloísa Álvarez Guedes, Adolfo Alfonso y Justo Vega. Llevó la música y baile cubanos a diferentes países: México, Brasil, Ecuador, Perú, entre otros. Al mismo tiempo fue profesora, conferencista y organizadora de Ruedas de Casino. En Brasil incluso impartió turnos de clases de baile.

Con más de 50 años dedicados a la danza, la Premio Nacional de Televisión y miembro de la Asociación de Artes Escénicas de la UNEAC afirma sentirse realizada como mujer, como maestra y como artista, una vocación que la acompañará en esta vida y las que le precederán.

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