Creado en: julio 10, 2021 a las 07:16 am.

El misterio del Danzón (+Multimedia)

José Loyola, Premio Nacional de Música y Presidente del Festival Internacional Danzón Habana 2021

José Loyola comenzó a tocar en el  “Club Reformista” de Cienfuegos sin ensayar. Su padre, el emblemático fundador de la orquesta Aragón, Efraín Loyola, lo introdujo desde niño en la música. El danzón “Fefita” fue su debut. Cuentan que tuvieron que subirlo en una silla para estar a la altura y que tenía que regresar a casa antes de las diez de la noche. Desde entonces, integró dicha orquesta y era considerado el flautista cubano más joven.

El también compositor y musicólogo ha sido fundador y presidente, desde 1987, del Festival Internacional Boleros de Oro. Doctor en Teoría de la Música en la Academia Fryderyk Chopin de Varsovia, es miembro de la Sección de Música, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y preside el Festival Internacional Danzón Habana, a desarrollarse del 13 al 16 de julio de manera virtual.

Loyola es el creador de La Charanga de Oro, una agrupación musical que interpreta, principalmente, danzones. El baile nacional cubano ha marcado su carrera desde el comienzo.

“El Festival Internacional Danzón Habana mantiene el carácter de años anteriores y busca dar continuidad a las características del género en Cuba.  Estamos en un momento excepcional porque, además de las orquestas clásicas, han surgido nuevas agrupaciones que lo desarrollan con enorme contemporaneidad sin perder el vínculo con la historia”, afirma el presidente del evento.

Loyola define a “Danzón Habana” como esa plataforma que brinda información respecto al devenir del género en Cuba y el mundo. “En esta edición contamos con actividades teóricas, conferencias magistrales, clases de baile y conciertos”, aseveró.

Lo esencial es que el Festival está vivo, es reflejo de una práctica que se mantiene y su influencia en determinados sectores sociales. Es muy importante el rol de las Escuelas de Arte en el mantenimiento del género. Las orquestas se nutren de egresados de la Enseñanza Artística, desde el punto de vista de la interpretación. Respecto al baile, las Casas de Cultura tienen un rol determinante, porque los instructores se encargan enseñar a los niños el amor por el baile nacional”.

El danzón es determinante en la cultura cubana, porque cristalizó nuestra esencia. Cirilo Villaverde en su clásico Cecilia Valdés, decía que no hay nada que pinte más el estado político, los bailes y la idiosincrasia de los cubanos que la danza. El danzón vino después para resumirlo todo. Según Loyola, en ese proceso de evolución hay una ruptura, no solo en la música, sino también en el país, porque con el danzón “Las Alturas de Simpson” de Miguel Failde, un baile que era colectivo, pasó a ser de parejas.

“En ese momento se bailaba el vals de manera colectiva, el danzón viene a traer la intimidad y elegancia de las parejas. La música, que era de élite se populariza y llega las masas. Ese es el misterio por el que el danzón persiste en el tiempo”, confesó.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *