Creado en: enero 28, 2023 a las 08:59 am.

Cuando Cuba vive en el corazón

El público que asista al teatro Lázaro Peña, de la CTC, mañana, a las 5:00 p.m., durante la jornada de cierre de Jazz Plaza 2023, será testigo de un acto de elevada carga simbólica. El concierto Cuba vive, iniciativa de Ignacio Herrera (Nachito), pondrá de relieve la capacidad de la música para juntar voluntades, superar obstáculos y fomentar el entendimiento humano, desde una perspectiva que el pianista, compositor y arreglista cultiva: el amor a la Patria.

Los 21 años de residencia en Minnesota no han mellado ni un ápice los fuertes y fecundos vínculos con Cuba. Es más, en él muchos reconocen a un embajador de la Isla que ha puesto a dialogar culturas, como lo hace en esta nueva estancia –«espiritualmente siempre estoy aquí, orgullosos mi esposa Aurora y yo, de compartir con los hermanos y hermanas de casa, de la tierra donde nací y me formé», confiesa–, en compañía de amigos estadounidenses deseosos de tender puentes.

Entre estos se encuentra el afamado trombonista Steve Turre, conocido por los aficionados cubanos al jazz, toda una leyenda no solo por los aportes creativos en la interpretación del instrumento, sino, también, por ser un virtuoso en el arte de extraer sonidos a las grandes conchas marinas.

Turre se ha movido, con igual extraordinaria solvencia, tanto en el mainstream del jazz como en la vertiente latina, tal como lo demostró en el disco The spur of the moment (2000), en el cual agrupó sus experiencias con los cuartetos de Ray Charles, Chucho Valdés y Stephen Scott, o cuando descargó en La zorra y el cuervo, con las muchachas cubanas de la orquesta Canela.

También subirá a la escena del teatro capitalino el vocalista Maurice Jacox, a la vanguardia del movimiento de rythm & blues en las Twin Cities (ciudades gemelas, Minneapolis y St. Paul).

Nachito aprecia, sumamente, la respuesta de amigos cubanos ante su convocatoria, desde los maestros Frank Fernández, el director sinfónico Enrique Pérez Mesa, el saxofonista Germán Velazco y Digna Guerra, esta al frente del Coro Nacional de Cuba, hasta Manolito Simonet y su Trabuco, y los músicos que, cada vez que desembarca, se unen para insuflar de vida la orquesta Habana Jazz, a los cuales se incorporan estudiantes de las escuelas de arte, como los que tutela el violinista Dagoberto González.

Las obras que se ejecutarán son, asimismo, de ida y vuelta. Del blues fundacional y los spirituals a los estándares acuñados por Nat King Cole; de los cantos rituales a los orichas sazonados por el jazz cubano, y «un homenaje a los grandes, esos que quedan en la memoria popular –subraya Nachito-, Juan Formell, Adalberto Álvarez, José Luis Cortés y Pablo Milanés».

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