Creado en: junio 23, 2023 a las 11:01 am.
El arte salva de la angustia
El agua ya bajó a los niveles normales, quedan las marcas en las paredes, los muebles inflados, será difícil recuperarlos, los colchones huelen a lodo, hace falta más sol. Pero las huellas emocionales van por dentro y tardarán quizás más tiempo en recuperarse.
Sin embargo, para ayudar a aliviar, porque demostrado está que la cultura salva, llegan hasta las zonas más afectadas brigadas artísticas organizadas por la Uneac, las Artes escénicas, la Asociación Hermanos Saíz y la Dirección provincial de Cultura en la provincia.
Se trata, sobre todo, de ayudar a mitigar los traumas que dejaron varios días de intensas lluvias en numerosas comunidades.
Miradero en Río Cauto; Jiguaní; El Zarzal en Bartolomé Masó; El Pozón y Jibacoa en Manzanillo son algunos lugares visitados durante la primera semana tras el desastre, y aunque hieren las escenas familiares de lugares donde perdieron o hay daños en inmuebles, sembrados y rebaños, la gente sale al encuentro de la esperanza, a reír y soñar un rato entre tanta pesadilla.
Los artistas llegan con respeto, no son espectadores pasivos del dolor. Conversan, permiten a los dolientes expresar sus sentimientos y luego, luego viene la magia del arte que por ratos permite olvidarlo todo y transmitir fuerzas.
El público es maravilloso, receptivo. Sobre todo, los niños, quienes no salen del asombro. Ellos ríen y cantan, bailan y responden a la convocatoria de ser felices sin resistencia.
Así va alimentando otra vez la inspiración la Guerrilla de Teatreros, el Guiñol Pequeño Príncipe y Teatro Andante, a quienes se suman especialistas de la Biblioteca Provincial 1868, compartiendo juegos participativos y sobre todo literatura infantil.
También participan el Mago Ampudia, que a sus 72 años, sigue brindando su magia con alegría; el Payaso Totó (actor y director Ariel Hernández), la intérprete y compositora Ary Rodríguez, por la Empresa Comercializadora de la Música Sindo Garay; así como la Brigada de Instructores de Arte José Martí.
Llega entonces la esperanza desafiando las distancias, el fango y las adversidades, porque el arte salva de la angustia.