Creado en: marzo 8, 2021 a las 08:18 am.

Elsa Ramos Ramírez: una apasionada por la verdad

Elsa Ramos Ramírez acaba de obtener el Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez por la obra del año. /Foto de la autora

Escuchar una noticia en voz de la periodista espirituana Elsa Ramos Ramírez es un encuentro cara a cara con la verdad. Es de quienes corretea hasta irrumpir- por cualquier vía- en el epicentro de la opinión pública y de la institucional. Su palabra es una apagafuegos de rumores, que algunos no lo logran olfatear.

Para muchos es “la periodista del pueblo”. La mayoría aguza sus sentidos cuando el nombre de esta mujer con estirpe de muralla, pero sensible hasta la médula, es anunciado a través de las ondas de Radio Sancti Spíritus para abordar el tema salido de su tintero, porque ese será, sin dudas, la noticia del día.

Llegó a la profesión que le ha dado más alegrías que tristezas, justamente porque el nombre del oficio que ha ejercido por 31 años, le entró por los ojos y los oídos como bálsamo que cura indecisiones de estudiante a punto de sentarse en la proa, para emprender una larga travesía por el mundo profesional.              

“A mí de pequeña siempre me gustó leer y por supuesto escribir. Te miento si te digo que tenía una vocación por el Periodismo desde niña. Primero porque yo no sabía lo que era el periodismo, hasta tanto no me enfrenté con él ya estudiándolo”.

“Cuando llegaron las carreras a mi preuniversitario, me gustó el nombre. Solo sabía que era relacionado con la escritura que a mí me apasionaba, también con la lectura. Pero en el campo donde yo nací, que era Palmarito, primero, y después Caracusey, no se hablaba de Periodismo”.

“Mi mamá era ama de casa, y en un tiempo fue Auxiliar de limpieza. Mi papá fue cortador de caña, además un hombre alcohólico. No le interesaba ese mundo. Mi vocación no viene por ahí, ni tampoco la tenía. Solamente fue un azar”.

– ¿Por qué aferrarte a la radio, si eres extremadamente sagaz en todos los medios?

“Debe ser por eso que dices: por aferramiento. Un aferramiento que sí nace de una pasión desde que conocí el medio. Cuando me gradué me ubicaron en la radio. No me dieron a escoger. Yo llegué a esta emisora y la fui descubriendo. Me di cuenta de que el medio tenía un poco que ver con mi forma de ser, con mi personalidad”.

“La radio tú sabes que es muy dinámica, que te obliga a estar constantemente en acción y yo soy así: “hiperquinética”. El medio me conquistó, además, porque me di cuenta, que, de todos, es el que más te permite intercambiar con la gente, y eso a mí del Periodismo, es lo que más me gusta”.

Siempre has estado cercana a la gente y a sus preocupaciones. ¿Cómo has logrado manejar la verdad, cuando a veces se torna bien difícil descubrirla y revelarla?

“Es lo más complicado de nuestra profesión, en cualquier medio; pero en la radio mucho más, porque las personas te identifican por la voz. Por lo menos yo me quité muy rápido ese dilema ¿cómo manejar la verdad? Yo siempre definí que la verdad hay que manejarla como es: desnuda, sin dobleces, con los colores y matices que tiene, pero ella en el centro”.

“Hay que saber que la verdad puede estar en cualquier parte. Yo no soy de la opinión de que siempre la gente, el público tiene la verdad, porque a veces no la tiene. Le toca al periodista buscar ese justo medio de quién tiene la verdad.

 “Todo eso te ayuda y te obliga a buscar la verdad; a explicarte los fenómenos desde todas las aristas; a interpretar la realidad tal como es; a prepararte; a saber, que la opinión que tú digas tiene un peso, y tiene también una responsabilidad social, porque la gente puede, o no identificarse con ella”.

“El punto es que la gente, al final sepa, que lo que tú estás diciendo es verdad, que es verificable y que además es verosímil”.

Más de tres décadas en la radio, y en el periodismo te han dado la oportunidad de ejercer tu profesión en varias etapas, por ejemplo, en el Período Especial, ahora, en los días que corren, que tampoco son fáciles. ¿Cuáles consideras que han sido los días más difíciles o complicados para hacer el periodismo que asumes?

“Yo no conozco tiempo de paz sistemática en esta profesión. Es casi imposible. Porque cuando tú asumes esta profesión tienes que saber que todos los días para el periodista son diferentes. O sea, tú no sabes a lo que te vas a enfrentar”.

“Tú tienes- incluso- una idea de un tema que vas a abordar, pero no sabes, cuando vas caminando sobre él, qué es lo que te depara el final. Por tanto, tienes a veces que reinventar el tema, rediseñarlo ya en el propio proceso de la construcción del tema”.

“He tenido momentos tensos en mi carrera porque el periodismo se trata de eso. Cuando yo he estado en coberturas, por ejemplo, de ciclones, porque hemos estado directamente en la calle. Ahora, que hemos estado expuestos en este tiempo de la COVID-19, aunque no creo que los periodistas seamos los que más peligro hayamos corrido, y eso para mí ha sido una enseñanza”.

“Yo creo que nosotros tenemos la responsabilidad social de parecernos a la sociedad, y pienso que, si por ejemplo los médicos están en la zona roja, y muchas personas que no son galenos están allí también, arriesgando su vida, yo creo que nos toca también a los periodistas, en algún momento, tocar esa realidad con la mano, no solamente desde la lejanía de un teletrabajo, o a través de un teléfono, aunque básicamente durante todo este año, y en los últimos meses hemos tenido que hacerlo”.

“Nos toca también “embarrarnos”- en el mejor sentido de la palabra- de esa épica que está viviendo Cuba, porque eso además nos prestigia como profesionales y, también, nos identifica un poco más con la gente”.

“Eso los públicos lo agradecen mucho, y yo por lo menos veo el periodismo así. He pasado otros momentos, no como este, cuando he asumido algún trabajo crítico que ha tenido una repercusión determinada en la sociedad, en los diferentes sectores, y eso me ha llevado a vivir tensiones, discusiones, confrontaciones, de cualquier tipo, pero lo he aprendido a sobrellevar. Fíjate que, si ya llevo 31 años aquí dentro, tengo que haber aprendido a lidiar con todo eso”.

– ¿Dónde han estado los momentos más felices de Elsa? ¿en lo profesional, en lo personal, o en los dos?

“En los dos. En lo profesional, primero, porque, puedo decirlo con todas las letras: he podido realizar el periodismo que yo he querido hacer, y no quiero que la gente lo entienda como una autosuficiencia. Lo he hecho enfrentando riesgos, retos, censuras, que las hay en los medios, pero yo me he planteado un tema y lo he podido desarrollar”.

“Le he dejado el problema al director del medio, al otro… pero yo he dado los enfoques que he creído que lleva un tema determinado. He abordado tópicos que, a veces, son un poco tabú en los medios, pero yo los he hecho. Me queda esa tranquilidad en lo personal; esa felicidad de haberlo hecho y que la gente después me lo comente. Eso me gratifica mucho”.

Y en lo personal, también, he tenido mis días felices porque he sumado muchos compañeros de trabajo durante todo este tiempo. Me he sentido realizada porque he encontrado una segunda familia en todos los medios, porque me he sabido adaptar a todas las generaciones que han pasado. Me enorgullezco de tener excelentes relaciones con los jóvenes, y eso me gusta, y también porque trabajando en la radio formé mi familia. Mi hija nació en la radio.

Has tenido la capacidad de trabajar todos los temas, ¿Cuáles son los que más te apasionan?

“Me apasionan mucho los temas económicos y sociales. Los económicos me gustan porque te dan la posibilidad de investigar, de contrastar, de encontrar aristas que a veces a simple vista pública no están”.

“El periodismo económico no es tema que más comúnmente les gusta a los periodistas, pero a mí siempre me atrajo. Me gustan los fenómenos económicos, por eso los estudio y los evalúo.

¿Y el deporte?

Algunos creen que es el tópico que más me gusta. En una oportunidad intercambiando con jóvenes de la Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus ellos daban por seguro de que mi tema favorito era el deporte. Te digo que me place hablar de él, porque me apasiona, y porque se me dio la posibilidad profesionalmente de hacerlo, pero me inclino mucho más por los temas económicos y los sociales que tienen que ver con la gente”.

– ¿Cómo has logrado llevar esa vida de profesional exitosa junto con el rol familiar?

Muy difícil. Yo creo que en eso se me ha ido parte de la salud, porque abordar todos los temas, trabajar en todos los medios, sobre todo en la radio y en el periódico, te consume mucho tiempo y mucha salud”.

“Eso me lleva horas y horas, tanto en la calle como en la casa. Para poder llevar los tres tengo que trabajar de noche, de madrugada y eso interfiere de alguna manera en mi vida personal, por ejemplo, con mi esposo. Tendría que agradecerle a él que me ha aguantado todo este tiempo”.

“En lo personal me ha sido difícil porque mi esposo como es entrenador de pelota ha sido mi fuente de información y me ha tocado cuestionar su trabajo- públicamente- a través del periódico, y eso, obviamente ha influido en mi vida personal, pero parece que no ha sido tan grave cuando mi esposo todavía no me ha dejado”.

“Y en el caso de mi hija he tenido que ser bien cuidadosa de dedicarle el tiempo que lleva, y en eso nunca estaré satisfecha. Pero creo que dentro del poco tiempo que he tenido, le he dedicado el que mi hija se ha merecido y el que lleva para su educación y formación como ser humano, sobre todo, y para que sea, de alguna manera, mi amiga. Y eso sí creo que lo he logrado, en el plano personal”.

Tu carrera la avalan cuatro premios Juan Gualberto Gómez, varios premios 26 de Julio, Primero de mayo, has sido galardonada en concursos sobre Periodismo Deportivo, Económico, y atesoras reconocimientos en otros tantos certámenes nacionales y provinciales. El hecho de sumar un nuevo premio cuando eres una profesional tan acostumbrada a los lauros, ¿le quita emoción, o es todo lo contrario?

“Yo creo que cada premio tiene una connotación y todos llevan su emoción. Quien te diga que no, te miente, y yo que soy tan amante de la verdad y tan apasionada, no me puedo permitir eso”.

“El primer premio Juan Gualberto Gómez (2014) me sorprendió mucho y me alegró tanto que recuerdo que lloré muchísimo. Una dice que no trabaja para premios- yo no trabajo para ellos- pero sí me gusta concursar”.

“Pero el hecho de que participes indica que tú tienes que dedicarle tiempo al trabajo, hacer obras con calidad, porque te lo va a evaluar un jurado con prestigio y que no tiene, quizás, la visión que tú tuviste en un trabajo y tienes que lograr que él entienda la intención que tenías, o la calidad que le imprimiste. Eso es básico”.

“Yo no puedo decir que me acostumbré a los premios. Yo siempre concurso y es como una cajita de sorpresas. Pero si no gano me queda la tranquilidad de que por lo menos participé. No me gusta -porque no es ético- cuestionar un jurado, porque hay personas que sé que han hecho mejores trabajos que yo, por tanto, sigo adelante. En última instancia lo asumo como alguna manera de emprender de nuevo el trabajo”.

“Sí, te digo que este cuarto premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez, por la obra del año, me sorprendió por eso mismo que tú dices: ya había cogido tres premios y pensé que no se repetiría por cuarta ocasión, porque, además, la competencia es reñida. Hay muy buenos periodistas en toda Cuba en la radio”.

“Tengo la experiencia, porque he estado en jurados, de que se hace muy buena radio en el país, y los periodistas que integran las distintas emisoras compiten también con sus mejores obras”. Por tanto creo que cada premio lleva su emoción. Aunque la gente crea que soy de hierro, yo lloro muchísimo, y con casi todos he llorado”.

¿Cuáles consideras que son los retos del periodismo en la actualidad en medio de esta batalla que acontece en el escenario cultural y mediático?

Yo creo que el principal reto de nosotros sigue siendo la credibilidad. O sea, hacernos creíbles ante esas audiencias que nos siguen y nos exigen diariamente. La prensa siempre ha estado en ese vórtice del ojo del huracán. Los públicos que nos oyen o nos leen, nos evalúan constantemente. 

“Hoy no tenemos el poder exclusivo de la noticia, porque hay muchas personas que la producen de diferente manera. Al público no le interesa si lo dijo un periodista o alguien fuera de los medios. Por tanto, nosotros tendremos la batalla ganada cuando los públicos nos busquen en esa contienda por la credibilidad, porque entienden que la prensa es quien tiene, si no la última, por lo menos la mejor palabra”.                        

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