Creado en: marzo 8, 2021 a las 08:14 am.

La mujer en la prosa poética martiana

El 8 de marzo es una fecha especial para los cubanos por celebrarse el Día Internacional de la Mujer, en el Aniversario 62 del triunfo de la Revolución, proceso que abrió espacios insospechados al desarrollo intelectual, humano y espiritual de las mujeres cubanas.

No sólo en la obra poético-literaria y periodística del Apóstol, sino también en su encendida oratoria, la mujer insular es fuente permanente de inspiración, ya que «él le habla de […] rodillas/ y con una flor en la mano». Martí describe, con exquisita sensibilidad, a la cubana que sufre los rigores del destierro: «cuándo más bella nuestra mujer, a no ser que fuese al caer en el sepulcro libre de la guerra, que cuando con los dedos helados del destierro halla de su tarea para comprar el pan y el carbón. Cuándo, arrebujada en la manta la noble vejez, va la señora [] a su barril de despalillar […], mientras el marido que cargó el rifle liberador prepara a los niños para hombres, ayuda con su industria al ejemplo y dicha de la casa desterrada, y al crédito que con la prueba de su virtud gana el país».

A punto de estallar la gesta emancipadora de 1895, el Mayor General del Ejército Libertador escribe: «se ordena ya el gran sacrificio, y es justo que se apresuren a premiarlo las mujeres, que son su corona natural». Por último, advierte: «las campañas de los pueblos sólo son débiles, cuando en ellas no se alista el corazón de la mujer; pero cuando la mujer se estremece y ayuda, cuando la mujer […]  anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño [] la obra es invencible».

La doctrina martiana influye en la generación del Centenario, formada por aquellos jóvenes aguerridos, que comandados por el joven jurista Fidel Castro Ruz no dejaron morir el pensamiento latinoamericanista y antiimperialista del Maestro y se lanzaron al combate por la definitiva liberación de la Patria.

En el ataque al Cuartel Moncada, en la lucha guerrillera y en la clandestinidad, estuvo presente la mujer cubana con su valentía, también dulzura y ternura, y apoyo irrestricto a las heroicas acciones bélicas, que culminaron con el triunfo revolucionario el 1 de enero de 1959.

De ahí, que en este 8 de Marzo, rindamos merecido tributo a esa mujer única, especial, irrepetible, encantadora, que desde la época de la colonia y hasta la actual batalla de ideas, ha estado al lado del hombre en cualesquiera de las contiendas a las que la Patria la ha convocado.

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