Creado en: octubre 18, 2023 a las 10:14 am.

Entre la literatura y la medicina Arsenio vence a la neurosis

El Doctor Arsenio Rosales Morales se confiesa, hace el recorrido por su extensa obra literaria, cuenta en escenas sus novelas, cuentos, los sube y baja de la creación y la vida en el espacio El autor y su obra, que promueve el Comité Provincial de la Uneac en Granma y el Centro Provincial del Libro, donde recibe el reconocimiento por su fecunda existencia.

Comenta, entre amigos, colegas y periodistas, que la gran disyuntiva de su vida fue descubrir si la pasión por las letras debía combatir con la vocación de médico. Finalmente, aún con bríos juveniles, Arsenio Rosales opta por estudiar Medicina y se titula como especialista en II Grado de Psiquiatría, profesión que tributa al escritor herramientas para la fabricación de novelas, relatos publicados en Cuba y el mundo. Por la intensa y extensa obra literaria que abarca la ensayística y la poesía, recibe en la XXIX Edición de la Fiesta de la Cubanía el merecido reconocimiento.

Ávido conversador, conserva la lucidez de los gurúes y discursa con fluidez de diversos temas que le apasionan y rondan la literatura, en especial la poesía y los poetas como el bayamés Juan Clemente Zenea. También aborda personajes siniestros y de la historia real local, como una colaboradora de los represores batistianos a la que lleva de protagonista a una novela y al registrador bayamés de la propiedad, Elpidio Estrada, sobre el que se tejen leyendas a un siglo de su deceso.

Con más de cuatro décadas de su vida dedicadas al diagnóstico y la psicoterapia, aplazó las energías para escribir y fabular acerca de esas historias humanas que se necesitan leer para adentrarte en mundos desconocidos pero ciertos, porque así de complejo es el mundo de la mente, aseguró Arsenio, quien tiene como autor una veintena de obras publicadas.

“Los personajes salen de esas experiencias profesionales, delineados como haría un escultor con gubia en mano, con sus contradicciones y luces, preñados de matices y profundas cicatrices de diversas etiologías”.

Otras novelas inéditas ( cinco) esperan por ojos de editores y financiamientos, él que apuesta incluso por los libros en formato electrónico, “si en definitiva lo importante es leer”, nos dice.

Un recorrido por su trayectoria artística y de servicio a la humanidad, nos pone delante a un hombre sensible y agudo, que ha hecho grandes esfuerzos para dejar su obra literaria. Cumplió misión internacionalista en la República de Mozambique, donde recibió la distinción “Majadahonda 1936” por su activa participación de tipo cultural, intelectual y médica. Allá fue además de incansable médico, promotor de la cultura cubana.

En nuestra Isla, ha publicado ensayos y poemas en Unión, Bohemia, Revolución y Cultura, Gaceta de Cuba, Santiago, Cauce, Ventana Sur y otras, donde ha obtenido premios nacionales en poesía y ensayo.

Fundador de la Uneac en Granma, transitó por talleres literarios de Manzanillo y Bayamo, ha sido jurado de incontables concursos de narrativa, ensayo y poesías y por varios lustros presidente de la Filial de Escritores de la Uneac.

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