Creado en: noviembre 1, 2021 a las 10:27 am.

Francisco de Oraá lee los Versos libres

Francisco Oraá

En 1989 ve la luz un singular ensayo muy del gusto de quien escribe, lleno de curiosísimos hallazgos, frutos de la mente de un poeta. Nos referimos a “El Corcel que galopa hacia la estrella” de Francisco de Oraá.[i] Tras señalar la complejidad de los Versos libres para ser sometidos a estudio, el escritor menciona como rasgo unitivo en ellos el elemento ético, según él, “casi su esencia única”. Hace referencia a la curiosa interrelación que se da en el libro entre libertad y deber, continúa describiendo los aspectos donde se verifica lo romántico, y luego de situar los rasgos que, dentro de este movimiento, destacan la mayoría de los estudiosos de la poesía martiana, analiza la presencia del verso libre como elemento catalizador de aquellos. Señala varias sendas en la simbología del poemario que presiden el caballo, el águila, la espada. Todo lo cual es el preámbulo perfecto para afirmaciones tan puntuales como esta: “Entre nosotros” es Martí “el primero acaso que hizo de la Poesía tema de su poesía”.[ii] Es ineludible preocupación de diversos estudiosos que se han acercado al poemario establecer las diferencias entre Versos libres y Versos sencillos. En de Oraá es una obsesión erudita que le permite las más agudas observaciones: “En tanto en los Versos sencillos se llega a la fusión, mediante el verso, con el sustrato del mundo («soy el amor: soy el verso!») aquí aún se reserva cierta distancia, la separación propia a la individualidad […] la personificación en que como a su doble le habla al verso.” [iii]En este sentido constata la evolución que, en cuanto a su concepto del verso, ha experimentado Martí de un libro a otro. De lo cual da fe en construcciones sutiles y huidizas.

De Oraá llega, después de arduos y elevados razonamientos, a afirmar que Versos sencillos es el poemario de la espacialidad con tendencia a lo clásico, mientras que Versos libres es el de la temporalidad con tendencia a lo romántico, donde el patetismo y la desmesura tienen su contrapeso en el realismo y la naturalidad. Relevándonos así a través de una aparente fácil generalización el poder de su don ensayístico. Su visión en perspectiva de ambos poemarios le permite sabias asociaciones que contemplan como un todo la obra lírica de Martí, y constituyen verdaderos aportes al estudio de la simbología poética del Maestro. [iv]Las reflexiones del poeta vienen en tropel, imitando en la prosa el ritmo más interno de los Versos libres, encabalgando el flujo íntimo de sus razonamientos con las citas de los versos de Martí, emanaciones que a veces son también como parones en seco, contenciones abruptas de la dialéctica del que escribe. El escritor de Oraá entra al libro como si este fuera un gran castillo lleno de puertas – que serían los versos, los poemas – y que va tocando y acariciando, al tiempo que describe las múltiples sensaciones que estas le producen Puertas como paisajes.


[i]  Francisco de Oraá. “El Corcel que galopa hacia la estrella” en La espada en el sol. Ediciones Unión, 1989, La Habana, p. 35 – 60.

[ii]  Ob. Cit,, p. 37

[iii]  Ob. Cit,, p. 138

[iv]  De Oraá propone comparar el poema “Como el mar es el alma” de Versos libres con el poema XII ( el del bote remador) de los Versos sencillos, “con el que por relaciones espaciales y la oposición tácita sol / infierno, parece un poema gemelo (Ob. Cit. p. 55).Decidimos llevar a vías de hecho su peculiar sugerencia.

“[Como el mar es el alma]”

Como el mar es el alma, un oleaje

La remonta hasta el cielo: otro la lleva

Hasta el siniestro abismo. El sol coloca,

Cuando el mar cielo arriba la ola empuja,

Los claros pliegues y lasa crestas blancas.

Cuando se hunden en la sirte, rugen;

Revientan y oscurécense las olas!-.

Versos libres, Poesía Completa, T. I, p.212.

XII

En el bote iba remando

Por el lago seductor,

Con el sol que era oro puro

Y en el alma más de un sol.

Y a mis pies vi de repente,

Ofendido del hedor,

Un pez muerto, un pez hediondo

En el bote remador.

Versos sencillos, Poesía Completa, T. I, p. 249.

Ambos textos son como viñetas, como postales del alma, como flashazos raigales de la existencia. Una constatación plástica del devenir y el pensamiento. Amén de la oposición espacial sol/ infierno que de Oraá señala como coincidencia en ambos poemas, fijémonos en la presencia del ser, del alma en medio de elementos movibles, cambiables, que reproducen su naturaleza: Mar, lago seductor, y por extensión “bote remador”. Lo que en el texto de Versos libres es analogía concertada mediante el símil, en el texto de Versos sencillos es una imagen donde la foto ha sido traicionada por la mirada viva, hay un ojo que  apresa sitiado por la  mente de manera sutil. Del mundo se  recibe un pleno respirar gracias a lo cifrado y lo elíptico. El telón de fondo de ambos poemas es el movimiento. Esa constatación plástica del devenir y del pensamiento ocurre en ambos textos a través de la presentación de una imagen: en el de Versos libres la amplificación de un símil que sintetiza al hombre, en el de Versos sencillos la amplificación de un suceso al parecer ínfimo, pero que también lo cifra. Fijémonos como en estas revelaciones la conciencia del hombre se ha colocado en el centro, y es la energía irradiadora  de las mismas. En ambos poemas hay dos elementos analógicos por excelencia: en uno el mar, en el otro el “bote remador”, como personificación también de ese lago (movible). El mar y el “bote remador”, como objetos conectados a las realidades intrincadas y movibles son las que  dan sentido de un traslado, de un flujo, de un cambio, pues la conciencia, como la poesía, parafraseando a René Char, es lo pleno que descubre su fatalidad. En los dos textos se verifica un viaje de la luz a la muerte, se da un vertiginoso rejuego entre la conciencia – el fruto de la conciencia – y la visión de la realidad. La conciencia, apelando a la vida que bulle y en potencia. Las identificaciones son las siguientes:

“[Como el mar es el alma]”

hombre→ alma→ mar – {Sol / infierno

Poema XII

hombre→ alma → bote remador – {Sol / infierno

Esquema espacial de ambos textos:

Luz, vida

      

hombre

       ↓

muerte  (raíces, origen)

El hombre como centro o al centro de la relación dialéctica entre la vida y la muerte.

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