Creado en: marzo 6, 2023 a las 10:56 am.

Galas de primavera del Ballet Lizt Alfonso en el Teatro Nacional de Cuba

Foto: cortesía del Ballet Lizt Alfonso Dance Cuba

«Las cualidades de los buenos maestros quedan registradas en el espíritu de los discípulos». No creo, honestamente, que haya un proverbio oriental que ilustre —con mayor precisión y exactitud— las valiosas enseñanzas impartidas por los profesores y figuras insignes del Ballet Lizt Alfonso Dance Cuba a los bailarines del Ballet Infanto-Juvenil que llevaron el espectáculo Galas de primavera a la sala «Avellaneda» del Teatro Nacional de Cuba (TNC).

Esa propuesta forma parte de la labor educativa y social que despliega con amor y dedicación la emblemática compañía, dirigida por la primera bailarina, maître y coreógrafa, Lizt Alfonso, desde hace más de tres décadas. Como ya es habitual, se destaca el talento más joven con que cuenta —para el futuro próximo— una de las mejores agrupaciones de su tipo en todo el orbe danzario.

El programa artístico incluye una variada selección de coreografías que han sido concebidas especialmente para la ocasión por los bailarines-profesores del Ballet Lizt Alfonso Dance Cuba, y que fueron llevadas al proscenio por estudiantes, cuyas edades oscilan entre los 6 y 16 años de edad. Los miembros del Ballet Infanto-Juvenil y la Carrera Profesional interpretaron coreografías muy populares dentro de su repertorio como Mambo Mambuso y Sambeando, de la coreógrafa Diana Fernández y Alma Guajira, de Daira Jay, entre otras.

Como novedad, esa edición de las Galas de Primavera contó con invitados especiales: la agrupación de danzas urbanas No One, ganadora de uno de los premios del concurso DanceCoreo International 2021, y el conjunto musical del Ballet Lizt Alfonso Dance Cuba, que jerarquiza la maestra Carmen Souto, y que acompañara a la popular cantante Geydi Chapman en la interpretación de un popurrí de canciones dedicadas a los «pequeños príncipes».  

En dicho espectáculo, participaron —además— integrantes de los Talleres Vocacionales, así como estudiantes del nivel profesional de la Escuela, adscrita a la compañía, y cuyas actuaciones estuvieron signadas —básicamente— por la gracia, la elegancia, la espontaneidad y la frescura que caracterizan a la niñez y adolescencia.

Por otra parte, los miembros del Ballet Infanto-Juvenil, así como los estudiantes de los Talleres Vocacionales y del nivel profesional de la Escuela, demostraron no solo la técnica académica, la interpretación teatral y las particularidades del «estilo fusión», que cultiva la compañía desde hace más de un cuarto de siglo, sino también lo que han descubierto en el comportamiento diario de los maestros, en la barra, en las clases, en los ensayos, en el escenario, así como fuera de esos contextos académicos y artísticos.

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