Creado en: mayo 5, 2021 a las 07:42 am.

Hermanas Fáez: famosas y universales a la tercera edad (II)

Cándida le canta a los jóvenes de la Asociación Hermanos Saíz y a la guitarra su tío René./ Foto del autor

Las hermanas Fáez eran visitadas por figuras sobresalientes de la cultura y la cancionística cubana. Transcurrían sus vidas en un ambiente de cantares, evocaciones, poesía y guitarra.

Afirma René Fáez Martínez que interactuaron con Tito Gómez, Faustino Orama (El Guayabero), Matamoros, Elena Burke…

«Los artistas cuando pasaban por Camagüey ya traían la referencia sobre la casa de la familia Fáez para descargar música tradicional».

«Muchos creadores de oriente, ya nos conocían. En Antilla existió una orquesta de música popular llamada Brisas de Nipe que era de la familia Fáez, orgullo de los habitantes del municipio».

A la ciudad de Camagüey llega el promotor discográfico francés Cyrius Martínez, interesado en escuchar música tradicional. El especialista tenía marcado interés de realizar una audición de la Camerata de Camagüey, dirigida por el violonchelista Juan Ramón Orondo.

–Juan Ramón, vamos a escuchar a su orquesta. Y si todo sale bien usted se encarga de los arreglos, sugirió Cyrius Martínez.

–Mire, Martínez, tengo un amigo, René Fáez Martínez, quien estuvo durante 20 años en la Orquesta Sinfónica que es arreglista y estoy seguro que es lo que usted está buscando. Él conoce de la música tradicional, recomendó Juan Ramón.

–Pero, a la persona que necesito debe ser cómo usted, tiene que conocer la trova, porque la esencia es la trova, insistió el francés.

–Estoy de acuerdo con usted, Martínez. Por eso pienso que mi amigo puede cubrir sus expectativas. En esa casa siempre se ha cantado trova.

Promotor discográfico francés Cyrius Martínez

Martínez inmediatamente visitó la casa de los Fáez luego de una llamada telefónica.

Juan Ramón y Cyrius Martínez escucharon a René que interpretó a guitarra los números sugeridos por el promotor, quien quedó satisfecho.

–Muy bien, magnifico, –dijo el promotor francés.

–¿Las Tías no le van a cantar una canción?, –insistió Juan Ramón.

–¿Pero ellas cantan? ¿Todavía ellas cantan? – preguntó el francés con dudas y asombro.

–Si, ellas cantan y muy bien, –respondió Juan Ramón.

–Si, nosotros descargamos en la casa de la trova, afirmó Cándida.

– Cantadle una canción –pidió Juan Ramón.

Cuando el promotor francés escuchó aquellas voces que se sentían a tres cuadras de la casa, quedó impactado y preguntó emocionado:

–¿Si yo las invito a grabar un disco, ustedes van? – preguntó enternecido y melancólico con lo que había vivido en aquel humilde hogar.

–Si me busca una botella de aguardiente voy y la grabo, –dijo Cándida en forma de broma, aun incrédula y sonriente.

«Fue una jarana. Nunca pensé que el promotor francés tomaría esa decisión».

– Si las mando a buscar ustedes van, reitero el francés.

– Bueno. Estamos dispuestas a ir grabar en Santiago de Cuba. Claro que sí.

René reflexionó que antes de la visita del promotor discográfico y cantante Cyrius Martínez, muchos empresarios le habían prometido grabar un álbum con las Hermanas Fáez, pero todos se quedaron en compromisos sin efectos.

Yo les dije a mis dos sobrinas:

«–No se entusiasmen con eso. Ya yo he hablado con muchos empresarios que dijeron lo mismo y todo se caía».

Pero las dos mujeres mantenían la esperanza de que esta vez el álbum se grabaría. Cándida tenía esa expectación.

«Y fue así. Nos mandó a buscar. Casi sin ensayar con el conjunto cantamos. Sí ensayamos, pero solo un momentito antes de iniciar la grabación con el grupo Los Guanches».

«En menos de una semana grabamos tres números musicales para el disco que tuvo una gran acogida en Francia y regresamos a Camagüey. Por eso nos invitaron a viajar a ese país».

René confirma que ensayaron una sola vez y se realizó una sola toma. Las dos mujeres cantaron sin equivocación. «¡Fue fantástico!».

Y fue en el año 1999 cuando las Hermanas Fáez, se convirtieron en un suceso musical luego que el promotor discográfico Cyrius Martínez[1], acertó escucharlas con la intención de grabar un álbum con números musicales tradicionales.

Los estudios Siboney, de Santiago de Cuba, bajo el sello discográfico EGREM, imprimieron el disco titulado Serenata Picante. En vivo, con notable éxito de presentaciones en todo el sur de Francia y estuvo entre los 20 mejores del mundo en el país en 2001, de acuerdo a una selección de la crítica gala registrada por el diario Le Monde. Entre los de mayor impacto el número Flor de Venganza. ¡Un descubrimiento insólito!

«Desde luego, la Detour/Warner alquiló todo eso y mando los técnico y se hizo la grabación. Luego continuaron la masterización en Francia o en Inglaterra», aclaró René.

Tres meses después de la grabación fueron invitados nuevamente a Santiago de Cuba para la promoción del disco La Serenata Picante. En vivo, en espectáculo efectuado en el Cabaret Balcón del Caribe, en la Ciudad Héroe.

Rememora René que hicieron antes un prelanzamiento allá en Francia y se pegaron las Hermanas Fáez con los tres números tanto en Francia como en Europa. «Cyrius Martínez viajó a Santiago de Cuba con un grupo de periodista de su país. Las Hermanas Fáez eran comparadas con Compay Segundo. Eran la contrapartida de Compay Segundo. Le decían allá Las Chanchanas y a Compay Segundo el ChanChan».

Precisa Cándida: «Como estaba de moda el Chanchan y nosotras éramos dos viejas, un periodista que me estaba entrevistando me dijo:

«–Ustedes son las Chanchanas.

«–No, no, no, nosotros no somos las Chanchanas, nosotras somos el dúo Hermanas Fáez» le respondió Cándida.

Rememora René Fáez Martínez que luego de aquel acercamiento les llegó el primer contrato por parte de la Warner Music.

El 19 de diciembre de 1999, las Hermanas Fáez, emprenden vuelo hacia España, país en el que el disco La Serenata Picante tuvo un gran éxito.

«Llegamos a España e hicimos una presentación en Madrid. Mis sobrinas declararon que mis abuelos eran ferroviarios y mi papá también. Entonces el Sindicato de los ferroviarios en España prestó un castillo para que diéramos el concierto en esa gran mansión. Contaba con oficinas y un teatro. Un castillo de verdad de esos que vemos en las películas y dimos el primer concierto en Madrid, ahí en ese lugar», narró René.

«En España nosotros tocamos en ese castillo y en frente había una avenida, y edificios de solo cuatro o cinco plantas. Estaban ubicados frente al castillo». Nosotros tuvimos que esperar para salir del Teatro pasada la una de la madrugada, porque asistieron cientos de personas. Cuando el público dejó libre el castillo, salimos. Los vecinos que vivían frente habían escuchado el concierto desde sus casas. Estaban parados en los balcones de los edificios esperando que saliéramos. Cuando nos vieron comenzaron a aplaudirnos. Exclamaban. ¡Viva Cuba!

El disco «La Trova de las Fáez» realza los valores de la trova tradicional cubana y latinoamericana. En su amplio repertorio sobresalen entre otras canciones, «Nena», obra escrita en 1918 por Patricio Ballagas y «Santa Cecilia», de Manuel Corona. Constan en el álbum melodías como «Alfonsina y el mar», Argentina; o «Perdón», Puerto Rico.  


[1] Cyrius Martinez produjo, junto con Emmanuelle Honorin, el álbum La Casa de la Trova (Detour, 1998), donde quedaron registradas, entre muchas otras, las voces de las hermanas Fáez, a quienes también les coproduce, dos años después, el CD La Trova de las Fáez (Detour, 2000).

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