Creado en: octubre 26, 2023 a las 10:37 am.
Homenaje de la UNEAC al Ballet Nacional de Cuba mira al futuro de la Compañía desde sus desafíos
Un homenaje de la UNEAC al Ballet Nacional de Cuba (BNC), fundado el 28 de octubre de 1948, tuvo lugar en la emblemática sala Villena en el contexto de las celebraciones por el aniversario 75 de una de las compañías más prestigiosas de Cuba y el mundo.
Personalidades de la danza y las artes escénicas resaltaron los valores, logros y retos del elenco en un espacio en cual un panel de críticos valoró los aciertos y desafíos de la compañía fundamentalmente enfocados en su labor a futuro.
Viengsay Valdés, directora general de la agrupación, recibió de manos de Luis Morlote Rivas, Presidente de la UNEAC, una histórica fotografía de Nicolás Guillén junto a miembros fundadores de la compañía, además de una obra de la plástica de la artista Lesbia Vent Dumois.
Viengsay catalogó de muy especial este encuentro con la crítica especializada, donde se debatió sobre lo que es necesario hacer para sostener un legado de más de siete décadas.
El Dr.C Ismael S. Albelo, crítico, profesor e investigador, abrió el encuentro refiriéndose a la Escuela Cubana de Ballet como un compendio estético-artístico que inicia desde que el alumno comienza a estudiar la especialidad hasta que la función de la compañía concluye y el público aplaude.
Seguir incentivando la creación coreográfica es un reto mayor para el Ballet Nacional de Cuba, institución que – al decir del Dr.C Noel Bonilla Chongo, crítico de arte- tiene que parecerse a su gente y a su tiempo. El también investigador reconoció que es importante para el BNC acercarse a las nuevas creaciones desde el lenguaje de la danza y el ballet, pero mirando los hombres y las mujeres de este tiempo.
Aseguró Bonilla lo necesario de tener en cuenta las problemáticas, las temáticas actuales, el uso de las nuevas tecnologías y todo lo que gravita sobre el imaginario de las coreografías, algo muy importante para también preservar un legado de 75 años de historia.
La obra por el pianista Ernesto Oliva cerró el homenaje de la UNEAC al Ballet Nacional de Cuba, compañía que ha creado una historia y un público fiel en la Isla y gran parte del mundo.
