Creado en: marzo 29, 2021 a las 08:11 am.

La magia de combinar dibujo y literatura

Ángel Velazco Hernández es Dibujante, Diseñador de Comunicación Visual, graduado del Instituto Superior de Diseño Industrial de La Habana (ISDI y escritor.  Tiene más de una veintena de libros publicados de literatura para niños y jóvenes. Por su obra ha obtenido númerosos premios y distinciones entre ellos, Premio La Edad de Oro, Distinción a la Humildad Dora Alonso otorgada por la Editorial Gente Nueva y Premio La Rosa Blanca 2012, a la mejor ilustración por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).

Dentro del catálogo de la editorial DECO McPherson S.A, aparecen varios libros cuyo diseño llamó mi atención por su estética, los favorables comentarios de los autores y del público en general me atrajo aún más. Interesada en su obra, en la dualidad profesional y prolífera labor de Ángel en la producción del libro, le pedí esta entrevista a la que accedió amablemente.

Agradezco sus palabras en las que nos habla, entre otros temas, sobre “La magia de combinar dibujo y literatura”.

¿Recuerdas tu primer diseño? ¿Qué te motivó a convertirte en diseñador? ¿Por qué tu preferencia por los libros? Háblanos de tus premios.

Recuerdo que siempre me gustó dibujar, como a la mayoría de los niños. En esa etapa es muy importante la motivación de los adultos cercanos. Después de esos, primeros garabatos, a algunos el juego se nos convierte en pasión. Otra pasión desde la infancia fue la lectura. Más tarde, entrando en secundaria, comencé a hacer historietas que, como es lógico, tenían más ganas que técnica, pero para mí traían la magia de combinar dibujo y literatura. Me lancé con fogocidad de principiante a versionar la Ilíada de Homero y saqué un libraco hecho en cartulina, cada página ilustrada por ambos lados, que tenía más de doscientas viñetas. No era publicable, pero sí me ganó el reconocimiento de los dos grandes maestros de la historieta cubana Francisco Blanco Ávila y Manolo Pérez Alfaro, que en esos momentos impartían un curso para jóvenes historietistas en la sede de la UPEC Nacional. Ellos se convirtieron en mis mentores.

Con sus consejos en mente entré al ISDI. Allí la academia te transforma para bien y abre nuevos cauces a la motivación creativa. En esa etapa universitaria empecé a publicar y cobrar mis primeros trabajos, gané algunos concursos y con ellos cierta independencia económica. Al graduarme en 1994 incursioné en múltiples campos del diseño gráfico, la comunicación, la publicidad, luego el marketing. Me hice Máster en Marketing y Gestión Empresarial y más tarde me especialicé en diseño de productos con la metodología japonesa del QFD. También ilustré y diseñé libros, periódicos y revistas, continué publicando historietas, trabajé en equipos de campañas para el turismo, escribí guiones para documentales, dibujé humor gráfico para la prensa, hice diseño de identidad visual, story boards para el ICAIC, desde vallas de carretera hasta sellos de correo.

Hasta la fecha he publicado más de cien libros de historietas y he ilustrado decenas de cuentos y noveletas de muchos amigos escritores como Nersys Felipe, Rubén Rodríguez, Arnaldo Tamayo Méndez, María Luisa García Moreno, Yudeiny Fernández, David y Phillis Gershator, Yaimara Dupuy, Adrián Guerra, Jorge Luis Garcés y Wendy- Ann Diaz, entre otros.

Entre los premios que me motivan a continuar he recibido varios de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, el premio especial de la UNEAC en el Festival Cubanima 2008, el Premio La Edad de Oro, la Medalla de Plata al Libro más vendido del 2012, Mención al Libro más vendido durante la Feria del Libro 2013, varias veces el Libro del Mes en estos últimos cuatro años, el Premio La Rosa Blanca, otorgado por la UNEAC y la Distinción a la Humildad Dora Alonso. El año pasado obtuve el Premio en la primera Convocatoria de Escritura de Guion que convocó el Fondo de Fomento del Cine Cubano para largometrajes de Dibujos Animados. Hasta ahora el premio más importante considero que es el reconocimiento y cariño de varias generaciones de infantes cubanos por mi personaje Kukuy, el Güije de Charco Azul, que ya cumple en este 2021 sus primeros 31 años de publicaciones.

Kukuy

Recientemente han salido a la luz volúmenes tuyos por la editorial DECO Mc  Pherson S.A. ¿Cuéntanos brevemente cómo relacionas la obra literaria con la imagen?

Con mis amigos de la Editorial DECO Mc Pherson S.A la relación se remonta a otros proyectos anteriores en la Editorial Ácana de Camagüey. Ese compromiso con mucho de complicidad y no exento de felices encontronazos creativos ha dado frutos generosos. Con ellos he ilustrado fabulosas historias de Odalys Calderín y Jorge Luis Garcés, como La brecha de las campanas, también la continuidad de la saga de Leidi Jámilton de mi entrañable Rubén Rodríguez. Tampoco han faltado obras propias como la Minienciclopedia China gallarda y gentil, que invita a un paseo lleno de curiosidades, historietas y hasta páginas para colorear, por la geografía, la historia y las leyendas del gigante asiático.

En todos estos proyectos encaro siempre la imagen y el diseño como complemento de los contenidos. Las ilustraciones buscan recrear y ofrecer un plus de disfrute e información a lo que el lector encuentra en los textos. Las obras de fantasía son muy jugosas desde el punto de vista de las imágenes que generan y permiten hasta una pizca de humor que siempre se agradece.

¿Cómo ha sido tu experiencia con esta editorial? ¿Qué opinas de este proyecto?

Ya te conté anteriormente que conocí a muchos de sus integrantes desde antes que el proyecto fraguara y desde entonces me complace trabajar con ellos, por su seriedad y conocimientos. Hoy te aseguro que las personas que están llevando adelante a la Editorial DECO Mc Pherson son, sobre todas las cosas, excelentes seres humanos, muy profesionales, consagrados a hacer un trabajo de promoción cultural de altos valores culturales, éticos y estéticos. Ellos dan un impulso necesario a la divulgación a nivel internacional de una literatura cubana de mucha calidad, y no pierden de vista las necesidades comerciales que las industrias culturales imponen en el consumidor del siglo XXI. El proyecto de DECO Mc Pherson es pionero en Cuba en la conceptualización del libro como centro de un universo de soportes que más que elementos de merchandising, se transforman en extensiones del producto literario y convierte a sus consumidores satisfechos en prosumidores. En los próximos meses veremos muchas sorpresas agradables con iniciativas que pueden servir de referencia en la reingeniería necesaria para muchas otras editoriales cubanas.

¿Cómo estás enfrentando estos momentos de crisis por la situación de la pandemia?

Han sido tiempos dolorosos para el mundo entero, pero como el viejo proverbio dice: “Solo el trabajo nos alivia el dolor”, lo hemos pasado trabajando en casa. Sigo haciendo mis historietas y guiones. Colaboro con varias editoriales de Cuba y el extranjero, continúo enviando mis contribuciones a revistas muy queridas como Zunzún, Verde Olivo y Mar y Pesca. Estoy al frente de un Grupo Creativo dedicado a la producción de audiovisuales que ya puede mostrar, entre otros resultados, la serie de Dibujos Animados Aventuras de Victoria y Pedrito, que se ha disfrutado recientemente por la Televisión Nacional. Proyectos no faltan, a veces lo que se necesita es más tiempo del día y la noche, para trabajar.

¿Qué te da miedo? ¿Qué es lo que más te enfurece? ¿A tu juicio cual es la palabra más peligrosa? ¿Cuál la más esperanzadora?

Temo, cada día, que la pandemia cobre más vidas en Cuba y el mundo. No soporto la desidia y la desesperanza. Es muy peligroso escuchar y aceptar el “No se puede”. Me gusta mucho, cuando es sincera, “Vamos a intentarlo”.

¿Qué le aconsejarías a los jóvenes diseñadores? ¿A los jóvenes en sentido general?

Hasta hace poco me sentía yo mismo “un joven diseñador”. Un buen día me di cuenta de que ya no lo soy, y lo tuve que aceptar, a regañadientes. Ahora, con esa pregunta, tú me lo confirmas. Aunque me sigo considerando un aprendiz permanente por aquello que sabiamente expresó Charles Chaplin: “Todos somos principiantes, la vida es tan corta que no da para más”.

A los jóvenes que se inician en el mundo del diseño les aconsejo, desde mi exigua experiencia, que sean humildes y a la vez impetuosos. Que sepan que cuando egresamos del ISDI es que comienza todo. Que lean mucho y tengan siempre presente que se diseña para los demás, no para satisfacer ningún ego. Que se trabaja para una industria y el diseñador es solo un puente entre esta y el consumidor. Que todavía encontrarán administrativos neófitos que intentarán asumir decisiones de diseño y hay que preparase para superarlos y perseverar en

función de un país que tiene en nuestros graduados enormes posibilidades de desarrollo y muchas esperanzas. Nos debemos al pueblo, por eso hay que perseverar en el mejoramiento continuo.

¿A los jóvenes en general? Que lean y asuman a José Martí. Que sean mejores que las generaciones que los precedimos. Mejores en lo profesional, en lo productivo, en lo cultural, en la civilidad y la armonía que llevan a la felicidad, en el patriotismo, en la dedicación que genera credibilidad, que cultiven y gocen la amistad y el amor. Que todo lo que hagan siendo jóvenes, les permita más adelante, cuando ya no lo sean, seguir sintiendo el íntimo orgullo de ser cubanos.

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