Creado en: julio 15, 2022 a las 10:19 am.

La radio que fue, la que vendrá

Cada una de las jornadas del coloquio Centenario de la Radio Cubana, que sesiona hasta hoy en la capital, resulta un necesario y estimulante ejercicio de reflexión en torno a un medio de comunicación y cultura de notable arraigo en la vida cotidiana de la nación.

La mayoría de las miradas proviene de la experiencia de los propios radialistas, empeñados no solo en la práctica profesional, sino en asumirse como generadores de un pensamiento crítico que redunde en la permanente renovación de los modos de hacer y de llegar a las audiencias.

Bajo esa premisa mostraron sus cosechas, en cuanto a proyecciones participativas y comunitarias, Radio Guamá, Radio Taíno, las emisoras de las universidades de Ciencias Médicas en Pinar del Río y la Central de Las Villas «Marta Abreu», Radio Cucalambé, Radio Bayamo y Habana Radio; y se avizoraron nuevas rutas hacia la educación mediática e informacional a partir del lenguaje radiofónico.

Acerca de cómo conseguir una más eficaz comunicación política en el medio, discurrió la conferencia impartida por la doctora Ana Teresa Badía, complementada por un panel en el que Bruno Suárez, realizador de Radio Rebelde y vicepresidente de la Asociación de Cine, Radio y TV de la Uneac, y la experimentada comunicadora Zenaida Costales, abordaron la articulación y despliegue de los recursos técnico-artísticos en función del servicio y el interés públicos.

En el centro de los debates estuvo una preocupación cardinal: la participación ciudadana como expresión de la democracia socialista. En tal sentido, el programa Alta tensión, de CMHW (Villa Clara), es una pauta. Con conocimiento de causa, la notable realizadora y escritora Caridad Martínez abogó por explotar las potencialidades de la programación dramática en función de los contenidos educativos y la orientación ciudadana que tribute a la transformación de las subjetividades y la promoción de valores éticos solidarios. 

También se abordó el papel de la crítica como mediadora entre la producción radial, la circulación y las audiencias y, en un sentido más abarcador, en cuanto a la necesidad y pertinencia de propiciar en las emisoras espacios de análisis de la creación artística y literaria que trasciendan la información y la reseña. cmbf cuenta, por ejemplo, con una sistemática y rigurosa proyección de voces críticas autorizadas en diversos segmentos de su programación.

Entre los más complejos desafíos se presenta el tránsito acelerado hacia las tecnologías digitales, lo cual no implica, de momento, en nuestro país ni en amplias zonas del mundo subdesarrollado, la anulación de las transmisiones analógicas ni de la onda corta. Aún queda mucho por hacer en favor de la concepción multimedial de la radio, así como en el rescate y preservación del rico patrimonio radiofónico del país, pero los avances registrados permiten augurar una promisoria progresión.

Para Yuzaima Cardona, directora general de la Radio Cubana, no caben dudas acerca de que ello es posible: «En la medida en que fomentemos la ciencia y la innovación, nuestro medio, a cien años de su nacimiento, será mucho mejor».

(Tomado de Granma)

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