Creado en: septiembre 2, 2021 a las 07:34 am.

La Sala del Encuentro en el Palacio habanero de Lombillo

En la oficina de los Historiadores de la Ciudad, Dr. Emilio Roig de Leuchsering y Dr. Eusebio Leal Spengler, en el Palacio de Lombillo, perteneciente al Complejo de Museos de la Catedral, ubicado en la plaza homónima, se inauguró recientemente la Sala del Encuentro.

La apertura de este espacio de memoria, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), coincidió con el aniversario 132 del natalicio de Roig (1889 – 1964), fiel defensor de la preservación y la rehabilitación del patrimonio autóctono de la capital cubana. 

El recinto, aún en construcción, es un área donde lo museológico y lo museográfico se dan la mano, con una función utilitaria. Se respira aquí el espíritu de los historiadores, Roig de Leuchsenring y Leal Spengler. 

Especialistas han rescatado momentos en que los dos intelectuales ocuparon como sede este sitio y donde concibieron ideas, sueños y pusieron en práctica sus propósitos dirigidos a la rehabilitación del patrimonio material e intangible de La Habana.

Roig y Leal también tuvieron su despacho en el antiguo Palacio de los Capitanes Generales. El Graduado en Derecho Civil y Notarial fundó en 1938 la OHCH, y cuando falleció, en 1967 el gobierno revolucionario decidió comenzar a reparar el vetusto edificio para instalar el hoy Museo de la Ciudad.

Y precisamente, al frente de las obras de restauración, se desempeñó el entonces novel Historiador de la Ciudad, Leal Spengler. Desde esta obra –la primera donde intervino el artífice– comenzó el rescate del entorno colonial de la capital, a quien él se consagró en cuerpo y alma.

Ambos patriotas demostraron una absoluta identificación con la Revolución Cubana, como resultado de una actividad consagrada a luchar por los principales valores de la historia e identidad de la nación.

Ahora, siempre que se traspase el umbral de la Sala del Encuentro, en el Palacio de Lombillo, será evocado el consagrado quehacer de quienes dedicaron sus monumentales vidas y obras a la salvaguarda del patrimonio cubano: el Dr. Roig, el iniciador, y el Dr. Leal (1942 – 2020), su continuador, quien siempre solía recordar a su predecesor de “feliz memoria” y fuera el protagonista de la obra rehabilitadora en la zona colonial habanera.

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