Creado en: junio 14, 2021 a las 08:09 am.

Las fronteras virtuales de un historiador

Obsesivo hasta donde se puede ser sin lograr el ingreso en un centro de atención psiquiátrica, constante en sus estudios de la historia y solidario, siempre dispuesto a tender la mano o aportar el dato que necesita un colega, caracterizan a Minervino Ochoa Carballosa. De los historiadores que conozco fue uno de los primeros en entrar al universo del Internet.

Nos acercamos a él no en busca de una información sobre los numerosos senderos de la historia que ha visitado sino para que nos narre sus romances con la red de redes.

Tu primer contacto con el mundo del Internet, ¿cómo fue?

Fue en el año 2000, cuando la conexión llegó a la Universidad de Holguín, donde trabajaba. De inmediato quise saber cómo navegar. Habían ofertado un curso de postgrado, pero solo para los jefes de disciplina y para quienes tuvieran cargos superiores. Yo no era nada de eso. No obstante, busqué a mi jefe de disciplina y, como éramos amigos, me dio un mínimo técnico de lo que le enseñaron a él. Luego fui a la biblioteca de la Universidad, allí había una bella referencista que hacía un servicio de búsquedas, por supuesto lo solicité, vi cómo ella lo hacía y cuando llegó la conexión a mi departamento ya me sentía capacitado para navegar por mi cuenta.

Inicialmente, ¿qué era un blog para ti?

En la experiencia que te he descrito antes, puedes imaginar que encontré información sobre los blogs, las listas de discusión, los newsletters, etc. Al inicio el concepto de blog se reducía a “una bitácora” donde tú pones lo que te interesa y los demás realizan comentarios, pero todo me quedó más claro cuando comencé a entrar a los blogs de varios colegas. Ahí fui refinando la idea y por fin, me decidí a abrir uno. Lo hice, pero lo mantuve vacío durante algo más de un año porque la timidez que me inspiró el medio tardé en vencerla.

¿Cómo se te ocurrió hacer un blog?

Te había dicho que lo hice casi por impulso y lo tuve vacío unos meses. Cuando comencé a trabajar en la Casa de Iberoamérica debía atender las Relaciones Internacionales del Congreso Iberoamericano de Pensamiento y decidí utilizar el blog en la promoción del evento, de ahí el nombre.

¿Cómo se llama tu blog y cómo llegar a él?

Lleva por nombre Pensamiento Iberoamericano. La url es https://pensamientoiberoamericano.blogspot.com y también le hice una página en Facebook, disponible en https://facebook.com/blogpib

¿Qué temas tratas en él?

En esencia trato la Teoría de la Historia y la historiografía, pero también trato de promover a colegas holguineros, sus libros, nuestras actividades y eventos, libros que han publicado y, por supuesto, también lo que yo hago. Muchos de los amigos han aceptado que los entreviste, tú entre otros, pero los hay que le temen a poner por escrito sus palabras, sobre todo las damas, por eso tengo un desbalance grande en las entrevistas a favor de los hombres. Ojalá y lean esto y les hiera el orgullo para que acepten las entrevistas.

¿Qué utilidad te da para tus investigaciones?

Fíjate, no quiero desestimular a nadie, pero la realidad es que un blog da mucho trabajo y no siempre rinde los frutos esperados. Tú eres asiduo en el trabajo y te salen los post del tuyo con facilidad, yo soy más lento. Quisiera publicar un post semanal para llegar a 52 en el año, pero estoy muy lejos de esa cifra. Por otro lado, en nueve años me han visitado más de 17 mil internautas de diversos países y solo 8 han dejado comentarios. Desde luego, hay una situación: Google lucha contra el spam y ha implementado que en las plataformas que le pertenecen solo comenten quienes están haciendo uso como afiliados de alguno de sus productos, sea gmail, blogger, etc. Quien lo haga, cada vez que llega a un blog de blogger, si tiene abierto el gmail, por ejemplo, se le abre automáticamente una ventana para comentar en el blog, quien no esté afiliado, o no abra gmail en alguna pestaña, no se le abre. Durante un tiempo puse un texto donde lo recordaba y dejé un enlace para que los visitantes se afiliaran a algún servicio de Google y pudieran comentar pero nadie lo hizo y como el blog se carga mucho con los widgets, lo quité. Espero que en nueve años más la situación haya cambiado.

¿Crees que el blog es una popularización del mundo académico, es decir tu texto no tiene que ser aprobado por una editorial o una universidad, sino escribes sin esos límites?

¡Bienvenido el blog! En la ciencia todo no ocurre entre científicos, los resultados, para socializarse, requieren el conocimiento de los no avezados. El intercambio entre especialistas es indispensable porque la verdad histórica requiere consenso, para eso están los eventos, los consejos científicos, etc. La socialización de los resultados también es parte de la labor del investigador. Todo no puede quedar en una élite de sabiondos y esto lo digo no solo para los historiadores.

¿Qué responsabilidad intelectual tienen los propietarios de blog o debían de tener?

Si tomas el código de ética de cualquier organización de científicos verás que, por lo general, el primer artículo está dedicado al compromiso con la verdad científica. Ningún científico tiene derecho a engañar por mucho entusiasmo que le produzca un resultado que haya obtenido. Si el blog es una forma divulgativa, no por eso debe faltar a ese principio. Quienes nos desenvolvemos en la investigación histórica sabemos que siempre entregamos una versión del hecho histórico, no el hecho histórico mismo. De tal suerte, siempre habrá una distancia entre la versión y el hecho histórico. El compromiso del profesional de la Historia es reducir esa brecha lo más posible. Jamás se puede ser profesional sobre la base de la mentira, aun cuando nuestra ciencia tiene diferentes funciones sociales que no siempre nos gusta cumplir. Por encima de todas está la gnoseológica, producir conocimiento, sin conocimiento es imposible educar, hablar de identidad u otras cosas. Independientemente de nuestras posiciones sociales, políticas o credos religiosos, en la Historia hay que derrochar honestidad.

¿Qué blog has consultado con más frecuencia?

Quizás te sorprenda saber que son blogs sobre literatura de ficción. Desde que el doctor Oscar Loyola publicó en la revista Temas su artículo sobre nuestra lamentable redacción de los trabajos historiográficos y también desde que el difunto Rigoberto Segreo me enseñó que los recursos de la ficción son utilizados por los grandes historiadores del mundo sin que nadie los haya acusado de postmodernistas, he tratado de superarme respecto a la redacción de lo que escribo y he ido a ellos. Aunque algunos han desaparecido, te los mencionaré: Sinjania, Amalia Sánchez, Diana P Morales, Víctor Sellès, Gabriella literaria, serescritor, escrilia, escuela de escritura creativa, avióndepapel, comoescribirbien, literautas, Rocío Vega, Oficiodeescritor, escribirficciòn, Lifeder y creo que necesitaría dos meses para relacionar los más visitados.

¿Facebook,twitter …, te han ayudado?

Todo eso tiene una función promocional. Nuestro nicho de lectores debemos encontrarlo en ellos. Pero se ha puesto de moda utilizar esas redes sociales para cosas como “mira que lazo más lindo amarré en la cola de mi gatito”, como ves, no siempre aprovechamos a fondo los recursos a nuestra disposición. Aprender a usarlos también es nuestra obligación profesional. El mundo del siglo XXI es diferente al del siglo XX.

¿En Cuba el desarrollo de los blogs cómo es?

Mira, no pretendo evadir la respuesta, pero de verdad, nunca me he preocupado por investigar el tema. Quizás la gratuidad de servicios como los de Google me hace optar por ellos. En ocasiones, aquí en nuestro bello caimán, me han propuesto cuentas de correo de pago sin siquiera incluir un dominio propio, ni facilidades superiores a los gratuitos. Creo que esa realidad lleva a que nuestros blogueros opten por las plataformas gratuitas del exterior.

No obstante, aún con plataformas gratuitas, son escasos los historiadores cubanos con blogs. Quizás somos mentes poco acostumbradas al cambio. Aparte de que la conectividad en el país marcha pujante, todavía es asimétrica. Veremos lo que ocurrirá dentro de una década… si sigo vivo.

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