Creado en: marzo 21, 2021 a las 07:47 am.

Llamamiento de la Asociación de Escritores de la Uneac por el Día Mundial de la Poesía

La poesía, ese misterio que también nos acompaña, parafraseando a Lezama, casi desde nuestros orígenes como especie, nunca ha dejado de registrar las grandes corrientes de la historia, los avatares de héroes, reales o mitológicos, seres asombrosos que encarnaban de una manera u otra los ideales de su época.

Tampoco ha renunciado a explorar las emociones del hombre común con sus desvelos y angustias, y esos pequeños momentos aparentemente triviales de la existencia. Los volúmenes de Historia, que siempre serán parciales e incompletos, lo serían todavía más sin el concurso de la poesía, la más fiel bitácora del alma humana. No hay pueblo, nación o etnia sin poesía. Ya sea oral o escrita, en tiempos de hambrunas o desastres naturales, en medio de guerras fratricidas o justas, en medio de la aparente paz, ella siempre será alimento espiritual del hombre, y continuará siéndolo hasta su desaparición o salvación.

Cada año, el 21 de marzo, la UNESCO celebra el Día Mundial de la Poesía. La decisión fue adoptada durante la 30ª reunión de la UNESCO celebrada en París en 1999 con el objetivo principal de sostener la diversidad de los idiomas a través de la expresión poética y dar a los que están amenazados la posibilidad de expresarse en sus comunidades respectivas. La fecha escogida tiene un carácter simbólico, al cumplirse el 21 de marzo un ciclo de renovación de la naturaleza con el inicio de la primavera en el hemisferio norte. 

Hoy el mundo sufre la terrible pandemia del nuevo Coronavirus (SARS-CoV-2). Es tiempo de estrechar filas, de desplegar nuestras reservas de amor y solidaridad, de compartir los recursos disponibles, de dejar a un lado discursos hipócritas y concentrarnos en frenar la enfermedad y salvar vidas. La poesía puede ser el antídoto a todo lo superfluo e insustancial que se fabrica hoy en el mundo para convertir al hombre en un ser hueco, dócil, de escasa o ninguna proyección espiritual. Cuba, la pequeña isla sitiada por el imperio del norte hace más de sesenta años, es un ejemplo de militancia humana, desprendimiento, humanismo sin fronteras. Nuestros médicos, con sus mochilas a la espalda, acuden en socorro de otros pueblos, tranquilamente, sin preguntar por beneficios ni condiciones especiales. Eso también es poesía.

La poesía cubana es de una riqueza paradigmática; exhibe un amplio espectro de voces poéticas. La historia espiritual del país se puede seguir a través de ella. Por eso la vocación poética implica un ejercicio sagrado y responsable. Verso, o nos condenan juntos o nos salvamos los dos, afirmaba José Martí, el más universal de los poetas cubanos.

La Asociación de Escritores de la Uneac y Cubapoesía, convocan a todos los poetas a publicar un poema en las redes este 21 de marzo. Ahora es cuando más necesitamos poemas. Hagamos también un digno homenaje al centenario del poeta y ensayista Cintio Vitier, paradigma del intelectual comprometido con su país y su cultura.

                                                                    Asociación de Escritores de la Uneac

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