Creado en: noviembre 18, 2021 a las 10:29 am.

Los barruntos de Luis Silva

Obras en exposición. Fotos del autor

Barrunto, exposición personal del escultor holguinero Luis Silva (Holguín, 1960) exhibida en la Sala Principal del Centro Provincial de Arte (CPA) de Holguín, nos reafirma que aunque parta de similares búsquedas y trabaje los materiales que han caracterizado su esculturas, con los que articula su corpus creativo sobre el más cuidadoso ensamblaje de materiales convencionales con alternativos, tomados como por azar del campo cubano, cada exposición de Luis Silva resulta un verdadero descubrimiento, una puerta abierta al asombro, a la sucesión de interrogantes y al disfrute.


Abierta al público como parte de la reciente XXVII Fiesta de la Cultura Iberoamericana y como parte de las actividades por el 30 aniversario del CPA, Barrunto es una muestra de que Silva no se agota, pues es un explorador de los sentidos. Un escudriñador de posibilidades. Metales, semillas, sogas, madera, frascos de cristal, instrumentos del trabajo campesino parte de la tradición agrícola de nuestro país se ensamblan en la madera (de la palma). Cobran vida. Articulan los nuevos sentidos de una poética basada, sobre todo, en el machete, símbolo de trabajo y rebeldía, de zafra, esclavitud y las gestas independentistas, pero sobre todo, en el caso de la muestra, del trabajo rural.

Obras en exposición. Fotos del autor


Si en Pie forzado, su exposición anterior también expuesta en esta misma institución, la palma el árbol que recibe el primero y el último rayo de luz, como escribió Martí; el que poéticamente crece en las cataratas del Niágara en los versos de Heredia, y también en el escudo nacional unifica parte de su obra, abre la amplitud de sus constelaciones; en esta muestra, Silva indaga con más amplitud en las formas de lo metálico, en interacción fortuita y además atrevida, gozosa con la piedra y la madera.


En Barrunto palabra utilizada por el campesino cubano para referirse, principalmente, a la posibilidad de la lluvia, según los indicios del cielo nublado y el clima, pero que también denota la sensación o sospecha de que algo, no solo la lluvia, va a ocurrir pronto–, la naturaleza no es excusa, sino motivo para la búsqueda. Silva parece decirnos que las formas de la naturaleza, a pesar de la intervención humana, siguen rigiéndolo todo. Y en ellas encuentra inspiración para realizar los ensamblajes que lo definen.
Con pocos elementos, Luis Silva atrapa y condensa diferentes metáforas de la cotidianidad social, sobre todo de la vida campesina. Sus piezas hábilmente trabajadas a partir de objetos comunes que han sido históricamente elaborados de forma básica con elementos naturales, para ser utilizados en las faenas agrícolas o en la vida doméstica viajan hacia lo prístino, a lo elemental, evocando ideas, anhelos, sueños.


Troncos, clavos, viejas fundas, cintos y hebillas, azadas, machetes, cubos y recipientes de aluminio elaborados en fundiciones artesanales, sogas, alforjas y sombreros de fibras de yarey, alambres, piezas y fragmentos de metales varios se corporizan en las obras de Barruntos (un promedio de 50, realizadas en el complejo periodo de la Covid-19). Si bien cada uno de los materiales u objetos posee una utilidad, un fin práctico, Luis Silva se apropia de ellos para potenciar los sentidos de las diferentes piezas de la muestra.


De formación autodidacta, Luis Silva es miembro de la UNEAC y posee una notoria trayectoria en la realización de obras de pequeño formato y monumentales de carácter conmemorativo y ambiental en diversos espacios públicos de Holguín e instalaciones turísticas del país. Ha participado en eventos y simposios de escultura, donde su obra ha sido reconocida y premiada, en Las Tunas, Manzanillo y Bayamo. Aparece en Escultura en Cuba, siglo XX, de José Veigas, publicada en Santiago de Cuba, 2005.

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